Tomás Garcilazo, el charro que conquistó Broadway, Las Vegas y el corazón de los migrantes mexicanos

Con más de 35 años de trayectoria, Tomás Garcilazo es el único mexicano en el Salón de la Fama del Rodeo en Texas. Ha llevado su espectáculo ecuestre a Europa, participó en el musical The Will Rogers Follies en Broadway y fue parte del Disney’s Wild West Show en París

6 septiembre 2025
Tomás Garcilazo, el charro que conquistó Broadway, Las Vegas y el corazón de los migrantes mexicanos

Tomás Garcilazo es un embajador de la charrería en el mundo. Sus incontables reconocimientos hablan sin necesidad de que él diga una palabra.

Es un hombre sencillo, con el único objetivo de llevar a los mexicanos que radican en Estados Unidos un pedacito de su tierra, esa a la que muchos no pueden regresar.

Desde muy niño supo que quería dedicarse a la charrería por el resto de su vida, pero no imaginó que la vida lo llevaría por caminos insospechados.

Su carrera empezó desde muy pequeño como charro completo y participaba en competencias donde desarrolló la habilidad en el floreo de reata y eso le valió muchos triunfos.

Pero en búsqueda de hacer cosas distintas, emigró a Estados Unidos donde la suerte cambió, pues dejó de ser competidor para montar un espectáculo ecuestre que le ha dado la vuelta al mundo y que ha permitido que México y la charrería lleguen a otros continentes.

Ha sido incluido en el Salón de la Fama del Rodeo en Texas, siendo el único mexicano que cuenta con esa distinción.

Una de sus exitosas giras por Francia lo llevó a conocer a la mujer de su vida: Justine.

$!Justine, esposa de Tomás Garcilazo, porta con orgullo el traje típico mexicano mientras monta a caballo. Originaria de Francia, se ha convertido en pieza clave del espectáculo familiar que difunde la tradición charra en el mundo.

Con ella tiene tres pequeños hijos. El mayor de ellos, Louis de 11 años, está heredando el amor de sus padres por la charrería y sus orígenes mexicanos.

Él también participa en el espectáculo de su padre “Charro on the Road” y a su corta edad ya da muestra del legado que está adquiriendo y se gana a pulso el aplauso del público.

Justine es el otro eje del espectáculo y aunque es francesa, porta con gran orgullo los trajes típicos mexicanos, monta a caballo, además de estar al pendiente de todos los detalles de cada presentación, del hogar, así como de la crianza de sus hijos.

Entre otros logros, Garcilazo también participó durante dos años en el Disney’s Wild West Show en París, Francia, además del Buffalo Bill’s Wild West Show, que recorrió Holanda y Alemania.

$!Louis Garcilazo, hijo de Tomás, ejecuta con destreza el floreo de reata en el desierto. A sus 11 años ya forma parte del legado familiar que lleva la tradición charra a nuevas generaciones.

También ha sido nombrado Ciudadano Honorario de Oklahoma, se ha presentado dos veces en la Casa Blanca, recibió cuatro veces el premio al Acto Especializado del Año por parte del PRCA, además de trabajar con la familia Aguilar, primero con don Antonio y recientemente con Pepe y sus hijos, en el espectáculo “Jaripeo sin Fronteras”.

En diciembre del 2014, Tomás Garcilazo con su familia y el fotógrafo Diego Huerta iniciaron una aventura que llevará al charro mexicano a la pantalla de muchos hogares en el mundo.

Se trata de la filmación del documental “Charro on the Road” que tentativamente se podría transmitir en Netflix y que cuenta el día a día de la familia Garcilazo, pero sobre todo refleja su pasión, entrega y compromiso en este espectáculo que preserva y fomenta el deporte mexicano por excelencia: la charrería.

Será un homenaje a su trayectoria y a la tradición charra, así como al orgullo de portar el traje, montar a caballo y la habilidad en el floreo de reata.

$!Tomás Garcilazo, charro mexicano reconocido en el Salón de la Fama del Rodeo en Texas, monta a su caballo Vikingo en un paisaje desértico que evoca la fuerza y tradición de la charrería.
¿Cómo fue su inicio en la charrería?
Mi crecimiento infantil y juvenil fue en competencias como charro completo y también en equipos. Yo tenía mucha habilidad en el floreo de reata, un mes antes de venirme a Estados Unidos fui campeón nacional en mangana de caballo, rompiendo récord nacional en Irapuato, Guanajuato.
¿Cómo fueron sus inicios en Estados Unidos?
Empecé haciendo exhibiciones de charrería que se hacían antes de conciertos de artistas de renombre de México que se presentaban acá. Posteriormente empecé a integrar mi equipo charro y más adelante tuve la oportunidad de ingresar al musical de Linda Ronstadt.
¿Qué otros logros ha tenido en la charrería?
Hice audición para estar en un musical de Broadway que ganó seis Tony Awards en Nueva York, sobre la vida del músico Will Rogers (‘The Will Roger’s Follies’. También participé durante dos años en el Disney’s Wild West Show en París, Francia, además del Buffalo Bill’s Wild West Show, que recorrió Holanda y Alemania.
¿Cómo fue su ingreso a la Asociación de Vaqueros de Rodeo Profesional (PRCA)?
En una presentación en Francia estaba un ejecutivo de la Asociación de Vaqueros de Rodeo Profesional (PRCA), quien me invitó a actuar en el evento más importante de esta agrupación: las Finales Nacionales de Rodeo (NFR) en Las Vegas y así regresé a Estados Unidos y fui parte de esa asociación.
¿Cuándo supo que la charrería sería su forma de vida?
Cuando tenía 9 años hicimos una exhibición ante el candidato presidencial Miguel de la Madrid y ahí tuve una visión, una idea de que en un futuro esto es lo que yo quería hacer, dedicarme a florear la reata y exhibirla al mundo.
¿Se considera una leyenda de la charrería?
No es que me considere yo a mi mismo, más bien el público, gente de México, otros charros y los americanos me han dicho que soy una leyenda viviente y creo que esa hambre de poder presentar lo nuestro con mucho orgullo es lo que ha valido para que me consideren así.
¿Cómo hacen en su familia para promover las tradiciones mexicanas?
Somos una unión de culturas, mi esposa es de Francia, mis niños son nacidos en Estados Unidos y yo soy de la Ciudad de México. Entonces, en esa unión de culturas, de tradiciones, pues nos da mucho orgullo preservar estas tradiciones para que permanezcan.
¿Cómo se ha integrado su hijo Louis en las presentaciones?
Louis tiene 11 años y no es porque sea mi hijo, pero está muy preparado. Ya ha actuado en Las Vegas y siempre se ha comprometido a hacer las cosas bien. Queremos que tenga una visión amplia de que esto no es un juego, de que esto es un compromiso con su tradición, con su cultura, con sus raíces.
¿Qué significó para usted ser incluido en el Salón de la Fama del Rodeo en Texas?
Para mí es realmente un honor porque estoy en un ambiente totalmente ajeno al mío, en otro país donde el americano reconoce a un charro, a un mexicano por sus habilidades, experiencia y por todo lo que ha dejado en este mundo para ser reconocido.
¿Qué recuerdos tiene de su emblemático caballo Látigo Dun It?
Latigo Dun It fue parte de mi espectáculo durante 17 años, pero el 15 de diciembre de 2024, en las finales nacionales de rodeo en Las Vegas lo retiramos de los escenarios.
Fue nombrado “Caballo del Año” por la Palomino Horse Breeders Heritage Foundation en el 2021 y la empresa Breyer le realizó una réplica en juguete en el 2019.
Actualmente tengo a Vikingo, un palomino color caramelo, es el que ahora me acompaña y también Malibú, hijo de Látigo Dun It, es el que se presenta con Louis.
¿Qué consejo le da a los jóvenes que apenas incursionan en la charrería?
Yo les digo si tú crees en lo que haces, eso se va a reflejar en un futuro en los hechos. Y la puerta está abierta para todos, es cuestión de que hagan la diferencia. No importa a qué se dediquen, sea lo que sea, hay que prepararse.

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