Informática y educación actual

Especial
/ 2 octubre 2015

Pregunté a un grupo de padres interesados en mejorar la educación de sus hijos

- "¿Me pueden dar un sinónimo de educar?".

Me respondieron.- "Guiar", "formar", "desarrollar", "enseñar". y otros.

Yo les compartí el mío: "Para mi educar es alimentar" . Sin alimento no hay educación, hay anemia y subdesarrollo. Sin embargo el alimento del hombre no se reduce a proporcionar proteínas, carbohidratos y grasas en cantidades equilibradas. -"no sólo de pan vive el hombre" dijo el Maestro-, eso significaría reducirlo a un mero complejo bioquímico sin espíritu ni trascendencia.

La mejor manera de proporcionar una mala educación es atender exclusivamente al estómago y a la digestión. Olvidar que la in-formación  es el alimento imprescindible que hace la diferencia entre pobres y ricos: la in-formación que desarrolla las habilidades no solo para sobrevivir en un ambiente amigable u hostil, sino para vivir  construyendo una vida satisfactoria para sí y para los demás.

El alimento de la información, igual que el pan, puede producir obesidad que enferma o puede intoxicar como el alimento chatarra.  Por ello es necesario en el proceso educativo dosificar y censurar la in-formación que se da a los hijos. Los padres son los responsables de alimentar con el pan de la verdad, censurar la mentira, denunciar la maldad, promover la bondad, fortalecer el esfuerzo y proponer las metas e ideales que nutren el afán de trascender lo inmediato. Estos son los alimentos que forman e informan al ser humano, sin ellos no hay educación posible y su carencia anticipa una vida de esclavitud, una ausencia de personalidad.

Se dice que vivimos en la era de la información. Que las herramientas para transmitirla no solo se han multiplicado sino que se han liberado de los cables y las distancias, del monopolio de las conexiones y los intermediarios, de la lentitud meditabunda de las transmisiones escritas; sin embargo aunque los padres de familia pueden estar actualizados en el uso del e-mail y los teléfonos celulares, están confundidos por la tecnología a tal grado de que han claudicado de su responsabilidad de alimentar con una sana in-formación.

La digestión del bolo alimenticio es una función natural, la digestión de la información es una función del pensamiento que hay que aprender. Educar es in-formar en la medida en que se da el pan adecuado y se enseña a digerirlo para juzgar, discernir, decidir, ignorar, criticar, buscar, construir, descubrir, renovar la vida y la verdad y la felicidad humana.

La educación en la era cibernética aporta nuevos y excelentes recursos, los procesos de aprendizaje son más veloces, intensos  y variados. Todo esto es un reto mucho más complejo para los padres de hoy que tienen que aprender una nueva forma de educar-alimentar-in-formar a sus hijos.

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