Voceros del PAN

Especial
/ 2 octubre 2015

    Los panistas de antaño eran gente decente, de férreas convicciones, gente de conducta intachable, gente de palabra que fincaba su accionar político en la moral y el derecho, como Gómez Morín que sirvió a nuestro país al construir durante el mandato de Calles el andamiaje financiero y bancario de México, grandes abogados como don Felipe Gómez Mont, que sin importar ideologías hizo la defensa legal de Fidel Castro y de David Alfaro Siqueiros, ideólogos como Adolfo Christlieb, Miguel Estrada Iturbide y Rafael Preciado, algunos de origen humilde como Conchello, que no dudaron en renunciar a su militancia, como Bernardo Bátiz, Luis Calderón, Jesús González Schmal y Aquiles Elorduy, que se fueron del partido cuando vieron que la doctrina y los principios del PAN eran traicionados por empresarios y oportunistas.

    Hombres de una sola pieza que arriesgaban su vida en defensa de sus convicciones políticas, como los Burciaga Saucedo o don Aquiles Elorduy, fundador del PAN y que fue echado del partido por ateo, el mismo que en 1944, siendo el primer candidato panista a una Gubernatura, la de Aguascalientes, en un mitin en el teatro Victoria, agentes del régimen apagaron las luces y empezaron a disparar a la multitud que se agazapó entre las butacas y se tiró al piso, mientras don Aquiles, de pie, desde la tribuna, encendía un cerillo para iluminarse y gritar; "¡Aquí estoy, cabrones, no tiren a lo pendejo!".

    Nada que ver con los militantes que hoy medran en el Partido Acción Nacional, muchos de ellos corruptos hasta la médula, aclarando que existen excepciones honrosas, mismas donde no se encuentra el traidor vocero del PAN, Javier Lozano Alarcón.

    Y es que de verdad no hay comparación posible entre personajes impresentables como el expriísta Javier Lozano, y aquel vocero panista que fundó el órgano de información del PAN, "La Nación", don Carlos Septién García, mismo que estuvo preso por incitar a una rebelión contra el Gobierno y que murió junto a otros periodistas en un accidente de aviación; "Así vivió un hombre vertical, de una sola pieza, entregado a sus convicciones y al trabajo, fue humilde y desprendido, era pobre y su lujo fueron dos carros viejos llamados `El bien común' y `La barca de oro'".

    Hoy es imposible hablar de funcionarios panistas pobres, porque en los dos sexenios que el PAN lleva en el poder se han dado comaladas de nuevos millonarios, de una riqueza inexplicable, a no ser por su posible origen ilícito, como la fortuna de los Bribiesca, las joyas de Martha Sahagún y por supuesto, los aretes fabulosos de Josefina Vázquez Mota.

    Imposible comparar a un libre pensador como don Aquiles Elorduy con un meapilas como Vicente Fox, personaje ignorante e indigno que siendo jefe del Estado mexicano, se humilló ante el jefe del Estado vaticano, Karol Wojtila, arrodillándose para besar el anillo papal.

    Don Carlos Septién García fue un periodista militante del PAN que honró su oficio y su militancia. La escuelade periodismo más antigua de México lleva su nombre. Nada que ver con el neopanista Javier Lozano Alarcón, actual vocero del PAN, sujeto corrupto que desde la Cofetel transó con la Unefón de Ricardo Salinas Pliego, asunto que puede causar un quebranto al patrimonio nacional por más de 3 mil millones de pesos. Es un hecho consumado, el poder los corrompió.

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