La última hoja
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El doctor Jorge Bucay es un afamado psicoterapeuta argentino.
Estará en Saltillo el próximo jueves 19 de septiembre, en el Congreso Regional de la Mujer "GPS 2".
Bucay narra una historia que escribió O. Henry. La historia transcurre en Francia, al inicio de un durísimo invierno.
Marie es una niña de 11 años que vive en una antigua casa parisina. Desde hace semanas ha comenzado a sentir un dolor en el pecho, que se hace paralizante al toser, el médico ha venido a verla y ha dado el diagnóstico que su madre más temía: Neumonía.
En esa época, la enfermedad era casi una garantía de muerte; el doctor ha sugerido que la niña se mantenga en reposo, le ha recomendado a su madre que no la dejen sola. El doctor dijo que estos pacientes tienen más probabilidad de curarse si le dan pelea a la enfermedad.
Si Marie dejara de luchar por su vida, moriría en algunas semanas. "Estoy seguro que si la mantenemos calientita, bien alimentada y con muchos deseos de vivir, cuando el invierno pase ella estará fuera de peligro", dijo.
La madre mira el calendario y ve que faltan todavía dos largos meses para la Primavera. La madre movió la cama de Marie junto a la ventana. Desde allí -piensa la madre-, verá el patiecito interior de la casa, el ciprés en el centro del jardín, las enredaderas, las ventanas de los otros dos edificios.
El invierno se vuelve más y más frio. La niña se agrava, expectora con sangre y se asusta, le dice a la madre que tiene miedo de morirse; su mamá la abraza llorando, trata de que su hija no note que ella llora.
La niña señala el patio y dice, "mira, mami, ¿ves esa enredadera en la pared del edificio de enfrente?, hace semanas que estaba llena de hojas, algunas más verdes, otras más amarillas. Mírala ahora, que pocas hojas le quedan. Acabo de pensar que cuando la última de las hojas de la enredadera se caiga, mi vida, también llegará a su fin".
La madre le acomodó las almohadas, se seca las lágrimas de espaldas a la niña y le dice: "No debes pensar en eso. En Primavera todas las enredaderas fabrican nuevas hojas, y la vida verde vuelve a nacer.. "pero son otras hojas, pensó la jovencita sin decirlo".
La niña empeora día a día y su ánimo decae al igual que su salud. Una mañana, la madre descubre a Marie muy interesada mirando hacia arriba por la ventana. La mamá se acerca y ve qué es lo que llama la atención de su hija.
Se trata de un pintor que, junto a la ventana de su casa está pintando. La niña dice que siempre quiso pintar la Bahía de Nápoles. La mamá de Marie fue a pedirle al pintor, de nombre Behrman, que le enseñara a pintar a su hija.
En la casa del pintor había un lienzo en blanco, en donde él decía iba a pintar su obra maestra. La madre de Marie le explicó a Behrman que la niña estaba muy enferma y que pensaba que cuando cayera la última hoja de la enredadera moriría.
El pintor dijo que cómo alguien podía pensar eso y aceptó ir. Cuando llegaron a la casa, la niña dormía. El pintor y la mamá se miraron uno al otro, sin decir nada, cuando vieron por la ventana la nieve que le caía a la enredadera. El pintor se retiró.
A la mañana siguiente Marie le pidió a su mamá que quería ver la enredadera. A pesar del viento y la nieve quedaba una última hoja de la enredadera, aferrada al muro. Aunque la orilla de la hoja se veía amarilla, el centro aún era verde.
Es la última, dijo la niña, pensé que se caería en la noche, escuché el viento y la nieve. Ese día llovió e hizo viento pero la hoja seguía ahí. La niña tomó ánimo inspirada en la fortaleza de la hoja y empezó a comer bien.
El doctor la fue a ver y dijo que estaba fuera de peligro. El médico le comentó a la mamá que el señor Behrman murió de pulmonía, lo encontraron con sus zapatos helados por la nieve, afuera de su casa en una escalera, una linterna y un pincel con pintura verde y amarilla.
La mamá le dijo a la niña: ¿Sabes por qué esa hoja nunca se cayó cuando el viento soplaba? Querida, es la obra maestra de Behrman, la pintó la noche en que la última hoja cayo".
¿Cuándo pintaremos nuestra obra maestra?
jesus50@hotmail.com