El `Coco' no necesita robar

Especial
/ 2 octubre 2015

    La semana pasada se comentó en este espacio respecto a la necesidad de terminar con uno de los mitos más estúpidos de la política mexicana: si alguien es de alcurnia no necesita robar. Ya hemos comprobado que no es así, lo acabamos de vivir en Coahuila al darnos cuenta que un distinguido miembro de la Lonja comarcana no ha podido comprobar el origen de la inmensa fortuna que le apareció después de haber sido alcalde, tesorero y gobernador, fortuna que, según el indiciado, es el fruto de "toda una vida de trabajo" multiplicada por las bendiciones que, según él, ha recibido de San Mamés, el santo protector de los lactantes, del cual es fanático devoto.

    Caso muy parecido al de otro tartamudo mental (pero con las mismas mañas para la rapiña), Evaristo Madero Marcos, alcalde de Parras y jefe de una pandilla de ladrones que se ha cebado sobre el pueblo mágico, pese a su premisa electoral de "no tener necesidad de robar" y de haber prometido donar su sueldo a causas nobles: hoy ha resultado ser el alcalde más bribón en la historia de este municipio, ya que ningún otro se había atrevido a robarse el mercado municipal.

    Así las cosas, ahora es necesario cuestionarnos si Jorge Dávila Peña, conocido como "El Coco", alcalde electo de Parras, seguirá los pasos de Evaristo Madero, que se ha enriquecido a costillas de este pueblo manso, autista, carente de indignados; un pueblo que ha perdido su alma.

    Y es que "El Coco" tampoco tiene necesidad de robar, los Dávila son prominentes empresarios por varias generaciones. Basta recordar a sus abuelos, don Antonio Dávila y doña Julia Rodríguez ,que al frente de su abarrotera "La Nacional" dignificaron el comercio en Parras, donde actualmente los Dávila conforman una familia a la que nadie puede señalar de comerciantes deshonestos, especuladores o de hambreadotes del pueblo.

    Pero como dice Rubén Darío, en el hombre existe mala levadura y no sabemos si por acción u omisión, o vaya usted a saber si por falta de experiencia, "El Coco" Dávila vaya a continuar con la rapiña establecida por Evaristo y su alcalde oculto, Paulino González.

    Porque el primer error de "El Coco", ya lo vemos venir, será ratificar en su puesto a la actual tesorera municipal, Elizabeth Murra, prima de Evaristo, mujer voraz, sin escrúpulos y totalmente ajena a los parrenses. "El Coco" debe entender que el único compromiso de lealtad que tiene no es con Evaristo, Paulino, ni Cuco Sandoval, menos con los cientos de lambiscones que viven o quieren vivir del presupuesto público; el único compromiso que Jorge Dávila tiene es con la Constitución, con las leyes que finalmente serán su mayor respaldo y bastión.

    Bien sabemos que "El Coco" y su familia viven diariamente en sus negocios la amenaza del atraco, del robo hormiga, de la falta de lealtad de algunos de sus empleados. Y tienen razón en cuidar su patrimonio, es el producto de tres generaciones de esfuerzo.

    Lo mismo le sucederá a Dávila Peña cuando esté a cargo del Municipio. Si deja robar se convertirá en cómplice de ladrones y, por lo tanto, en un ladrón. Asimismo, si mantiene en sus puestos a la Tesorera, al Asesor Financiero, al Inspector de Alcoholes y a los "aviadores" que laboran en las empresas de Evaristo, "El Coco" estará confirmando el silogismo de que si a los beatos se les beatifica y a los santos se les santifica, entonces a las ratas se les ratifica.




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