La Alameda cobra vida

Especial
/ 2 octubre 2015

    En la calle de Victoria, pasando Padre Flores, hay un local que afuera dice Platería Taxco.

    Me atrevo a decir el nombre, no porque le quiera hacer publicidad, aunque quizás ese negocio sí la necesite por la situación que aquí describiré.

    Entrar a ese negocio es como viajar al pasado, pareciera que ahí el tiempo se detuvo, alrededor de 1980.

    En el local se respira nostalgia, en la entrada hay una jaula de pájaros y un perro echado. Mitad tienda, mitad casa; la mercancía empolvada, los empaques opacos. Se ve que los productos tienen años sin venderse, o algunos sin siquiera moverse de su lugar.

    En algún momento se perdieron las energías y se dejó de poner orden a los productos y de actualizarlos, lo más nuevo que hay en la tienda está en la entrada: es una foto del Gobernador actual, al igual que en algunas casas que acostumbran tener la imagen de algún santito. Cada quién sabe a quién le reza.

    La propietaria está muy anciana y batalla para ver los precios; les pregunta a los clientes en cuánto está marcada su mercancía.

    Cuando le preguntan por ciertos artículos, no recuerda bien en dónde los tiene. Las ancianitas como ella me recuerdan a mi abuelita, tienen algo en común en su mirada, como si en sus ojos se pudiera ver todo lo que han vivido.

    Ella dice que la muchacha que le ayuda —solo algunos días— en la tienda, es como su hija y que a ella le va a dejar el negocio.

    Lo que sí ha estado cambiado, en fechas recientes, es la calle Victoria. Ahí es difícil darle gusto a todo mundo. Los comerciantes que tiene local en la calle Victoria están contentos con que el recorrido de La calle cobra vida se recorte.

    Consideramos que es un buen recorte, nosotros lo sugerimos, expresó el presidente de la Canaco y explicó que es justo por la calle de Chihuahua por donde llegan los ciudadanos que se desplazan desde las colonias del oriente de Saltillo hacia el centro.

    Las personas que viven en la calle Victoria también están contentas de poder acceder a sus hogares sin obstrucciones; los que tienen puestos estarán contentos de volver a la Alameda. Hay personas que van a Arteaga un domingo precisamente a eso: a comer en los puestos y a comprar cosas de los puestos que se ponen en la plaza.

    Lo mismo sucede aquí, hay opiniones de personas que sí quieren que haya puestos en la Alameda, sin embargo, las opiniones están divididas.

    Los que no están contentos son los que gustan de pasear en la Alameda o hacen ejercicio ahí. La manera en que el Municipio podrá disminuir la oposición a este proyecto, la mencionó el dirigente de la cámara de comercio, Alejandro Pepi, cuando dijo: La solicitud por parte del comercio organizado sería un control muy estricto en el sentido de la instalación y el desarrollo del comercio que vaya a operar,

    Esto se dice fácil, pero llevarlo a la práctica no lo es. Habrá que ver cómo funciona el próximo domingo la nueva ubicación, si en la práctica será un regreso ordenado y bien organizado. Limpio, sin obstáculos, o volveremos al aceite en el piso y en el ambiente, a los olores, a las cuerdas que detienen carpas improvisadas y obstaculizan el paso, o cables colgados de la luz, etc.

    El papel del gobernante es velar por el bien común y tomar las mejores decisiones para lograrlo. Así mismo un gobierno debe tratar de afectar al menor número de personas, al tomar sus decisiones.

    Se tienen que conciliar los intereses de los distintos grupos.

    jesus50@hotmail.com




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