Ella es la izquierda de Coahuila

La voluntad de permanencia de Los Chuchos al frente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), marcará el principio del fin de este partido que cimbró a México en las elecciones presidenciales de 1988 (aunque no como PRD), así como la del 2006, elecciones en que la izquierda pudo ser una alternativa viable de gobierno, como lo es en la Ciudad de México, y como es en varios países en la actualidad.

De hecho, en 1988 se cumplió la predicción que don Daniel Cosío Villegas hizo en los años 70s, misma que publicó en El Sistema Político Mexicano, ensayo donde Cosío acierta diciendo que el peso político del PAN (en 1972) era insuficiente para contener el poder desmesurado del régimen priísta y duda del surgimiento de un partido que logre desbancarlo y concluye: Si alguna vez surgiera ese nuevo partido, sería un desgajamiento del PRI y no de algo ajeno a él.

Y, efectivamente, el Frente Democrático Nacional fue parte de ese desgajamiento del PRI que, por una caída del sistema, no pudo llegar a Los Pinos para concretar la transición democrática.

Fue en 1989 cuando las expresiones políticas que habían postulado a Cuauhtémoc Cárdenas contra Carlos Salinas fundaron el PRD, un partido que luego, en el 2006, estuvo a punto de llegar al poder con Andrés Manuel López Obrador.

Las mejores dirigencias del PRD fueron las de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador y Pablo Gómez (interino). Doña Ifigenia Martínez fue la secretaria general en ese interinato de Gómez y el que esto escribe su colaborador, por eso el atrevimiento de opinar sobre el tema.

¿Qué pasa hoy con el PRD? El declive de este partido viene ocurriendo desde que la corriente Nueva Izquierda, la de Los Chuchos, burocratizó la estructura partidista. De hecho, el interinato de Pablo Gómez, en 1999, se debió a la anulación de la elección nacional donde Los Chuchos, mediante el fraude, intentaron una imposición.

Los Chuchos tienen su origen en el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), fundado por Rafael Aguilar Talamantes, un palero del viejo sistema autoritario repudiado por la izquierda más auténtica.

De hechura talamantina son Jesús Ortega, Graco Ramírez y el próximo presidente del PRD, Carlos Navarrete, que terminará por hundir al perredismo. Los últimos dirigentes del partido (de 2008 a 2014) han sido de la tribu chucha; Graco Ramírez (encargado), Guadalupe Acosta Naranjo (interino), Jesús Ortega y Jesús Zambrano.

Lo que está pasando con el PRD sucedió en el Partido Comunista de Stalin, que convirtió a la dictadura del proletariado en dictadura del partido, la dictadura del partido en la de su comité central y la de este último en la dictadura de su secretario general y su pequeña camarilla.

El PRD es hoy una pequeña camarilla nefasta, nefanda y caduca. Aquí es propiedad de una aliada de Los Chuchos. Pero hay que enfatizar que en Coahuila la única izquierdista que existe y que merece todo nuestro respeto y admiración, es la vaquilla que tumbó a Isidro López Villarreal, ésa sí que es una hembra revolucionaria y democrática, porque mire usted, eso de arrastrar a un aristócrata feudal de la dinastía rosendista no es poca cosa, eso ni Mary Thelma, la dueña local del PRD.