Medicamento genéricos: ventajas e inconvenientes

Círculo
/ 23 septiembre 2015

Los medicamentos genéricos y la prescripción por su principio activo son adoptados en varios países con el fin de optimizar el gasto en fármacos.

Madrid, España.- Los medicamentos genéricos tienen un precio menor que sus equivalentes comerciales porque sus fabricantes no necesitan hacer inversiones en investigación para su creación. Su fórmula está definida por los fármacos de referencia, cuya patente pertenece a los laboratorios que los desarrollan. Después de un periodo en el que tienen derecho a la explotación comercial, el gobierno retira la patente y así el medicamento puede ser producido por otro laboratorio autorizado.

Como los genéricos no tienen una marca comercial, sus fabricantes no hacen inversiones en publicidad, lo que también influye en los precios más bajos.

Todo esto obliga a la industria farmacéutica a abaratar también los productos de su marca, ya que con la adopción de la prescripción por el principio activo (PPA) de los medicamentos, las farmacias quedan obligadas a dispensar el producto de menor precio.

Esta mecánica beneficia tanto al sistema público de salud de cada país como a sus ciudadanos. En España, por ejemplo, que adoptó el PPA el 1 de noviembre, se espera que el Estado ahorre hasta 2,000 millones de euros al año.

Por otro lado, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria) reclama que la medida "tendrá un impacto para el sector de 1.850 millones de euros, lo que representa más del 10 por ciento de su mercado, poniendo en riesgo la viabilidad de algunas compañías, sus inversiones en investigación, su internacionalización y el empleo", según comentan en la asociación.

¿QUÉ SON LOS GENÉRICOS?

Los medicamentos genéricos y los de referencia comercial contienen las mismas substancias químicas y cantidades que proporcionan el efecto terapéutico (más conocidas como principio activo). Además, deben tener la misma forma y vía de administración (oral, intravenosa, cutánea, etcétera).

Por eso los genéricos, según un informe de 2010 del Sistema Nacional de Salud de España  pueden ser "prescritos con el mismo perfil de eficacia y seguridad que el medicamento de referencia" sin que eso suponga una interrupción en el tratamiento del paciente.

Sin embargo, esto no es lo que cree la mayor parte de los 800 médicos consultados por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME).

DISCORDANCIAS

De acuerdo con la encuesta, el 75 por ciento de los profesionales dice que "sus pacientes notan cambios en la efectividad de algunos medicamentos aunque contengan el mismo principio activo, dosis y vía de administración".

Por este motivo, el 78 por ciento de los consultados no avala los programas de cambio masivo de prescripción de medicamentos de marca a genéricos. "Somos los principales responsables de proporcionar al enfermo la mejor opción de tratamiento en función de su cuadro clínico, de acuerdo a los protocolos de las sociedades científicas. En estos momentos, es cierto que debemos ser parte activa en el control del gasto sanitario, pero siempre debe prevalecer el bienestar del paciente", afirma el doctor Miguel Angel Caracuel, vocal de la junta directiva de la FACME.

Uno de los motivos que pueden explicar las diferencias en el efecto de los genéricos y los medicamentos de marca está en el hecho de que, a pesar de que lleven los mismos principios activos, pueden tener diferencias en la composición de sus excipientes. Por eso, algunos pacientes pueden presentar alergias a estas substancias.

Para evitar este problema, países como Estados Unidos y Canadá solo aceptan genéricos que contengan exactamente las mismas substancias de los fármacos de referencia, mientras que la Unión Europea y Australia aceptan que sean distintos.

Otro problema es que, aunque los gobiernos exigen pruebas que demuestren la bioequivalencia entre los genéricos y los de marca, ellos aceptan un margen de diferencia de hasta 20 por ciento en su efectividad, lo que puede ser suficiente para que los pacientes perciban desigualdades en el tratamiento.

RIESGO DE SOBREDOSIS

En sintonía con la encuesta de la FACME, ocho de cada diez de los médicos consultados temen que "la prescripción por principio activo pueda dar lugar a cambios reiterados en los medicamentos, lo que generaría confusión, pérdidas de adherencia y duplicidades".

Los enfermos crónicos, los polimedicados y los de edad avanzada serían los más susceptibles a este problema, ya que cada vez que vayan a la farmacia podrían recibir los medicamentos con una presentación distinta, aumentando el riesgo de sobredosis, por ejemplo.

Una de las soluciones para este problema sería promover la bioaparencia entre los medicamentos comerciales y sus respectivos genéricos. Eso significa que ambos deberían tener la misma apariencia física, evitando así que el paciente se despiste. Entretanto, ésta no es una solución factible, ya que la industria farmacéutica se niega a renunciar a la imagen de su marca en sus productos.

Por eso, en España pese a la adopción de la PPA, los médicos aún pueden prescribir al paciente el medicamento que consideren más apropiado, incluyendo los de marca, ya que en este país, de manera general, los precios de ambos productos se han igualado. Así, la prescripción de uno u otro no supone una diferencia de costes para el paciente. Esto no ocurre en otros países como Brasil, por ejemplo, donde las marcas comerciales siguen siendo un poco más caras.

Además, caso haya una diferencia de precios, el medico puede seguir recetando el medicamento que sea más caro, siempre que haya una necesidad terapéutica justificada.

DESTACADOS:

* Los medicamentos genéricos y los de referencia comercial contienen los mismos principios activos y en la misma proporción, además de tener la misma forma y vía de administración (oral, intravenosa, cutánea, etcétera).

* El 80 por ciento de los médicos consultados temen que "la prescripción por principio activo pueda dar lugar a cambios reiterados en los medicamentos, lo que generaría confusión, pérdidas de adherencia y duplicidades", especialmente entre los enfermos crónicos, los polimedicados y los de edad avanzada.

* "Somos los principales responsables de proporcionar al enfermo la mejor opción de tratamiento en función de su cuadro clínico, de acuerdo a los protocolos de las sociedades científicas. En estos momentos, es cierto que debemos ser parte activa en el control del gasto sanitario, pero siempre debe prevalecer el bienestar del paciente", afirma el doctor Miguel Angel Caracuel, vocal de la junta directiva de la FACME.

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