Explosión en Argentina: "No tuve tiempo de salvarlos, decirles que iba a explotar"

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Tras la explosión, la calle quedó como un territorio en guerra; el edificio parecía un objetivo bombardeado.
Rosario, Argentina.- "No tuve tiempo de salvarlos, de decirles que iba a explotar", repetía hoy una y otra vez Pedro, el portero del edificio derruido en la ciudad argentina de Rosario. La culpa lo atraviesa, mientras la ciudad llora por la tragedia que el martes dejó al menos diez muertos y trece desaparecidos.
"Yo estaba con el gasista, que se lo había contratado por derivación de (la empresa distribuidora) Litoral Gas, estaba autorizado, tenía matrícula", empezó a explicar Pedro, hablando por primera vez ante los medios.
"No se podía ver por tanta cantidad de gas. Solamente le grité de afuera que iba a morir gente, que iba a morir gente. El gasista me dijo que había llamado a emergencias pero después agarró su 'chata' (camioneta) y se fue", aseguró.
El portero perdió la aparente calma y su cara comenzó a transfigurarse al recordar lo ocurrido en el edifico de la calle Salta, en uno de los barrios más tradicionales y lujosos de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Tras la explosión, la calle quedó como un territorio en guerra; el edificio parecía un objetivo bombardeado, ensombrecido por el humo del incendio y sin su torre central, derribada por completo por la deflagración.
"Yo vi que explotaba eso delante de mi cara. Fue algo inmediato, no tuve tiempo de avisarle a la gente, de gritar a todos que llamaran a emergencias, sólo quería llamar a emergencia", relató sin poder contener las lágrimas.
"Él no tuvo tiempo de avisar, cometió un error grave, y yo no tuve tiempo de salvar gente, de decirle que eso iba a explotar. Quizás me siento culpable por eso, por saber que gente que quiero iba a morir ahí adentro. Estoy muy triste, ésa era mi otra familia, compartía mucho tiempo con ellos", expresó Pedro consternado.
Con el paso de las horas aumentó en tanto la desesperación de los familiares de los desaparecidos. "Hicimos una cadena por Facebook, llamamos a todos sus amigos, a lo mejor quedó aturdido por el estallido y anda deambulando por algún lado", se esperanzó la madre un joven estudiante que vive en el edificio pero del que no tiene noticias desde el martes por la mañana.
La Justicia detuvo al gasista Carlos García y a su ayudante. Ambos estaban cambiando el regulador de gas del edificio cuando ocurrió el tremendo escape de gas que generó un estallido que se escuchó a varios kilómetros a la redonda y causó destrozos en numerosos edificios y comercios vecinos.
García quedó en estado de shock por la tragedia, afirmó su abogado Hugo Bufarini. El letrado pidió que no se lo use como "chivo expiatorio".
Por Cecilia Caminos/DPA