Oscar Naranjo, de enemigo a interlocutor de las FARC
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La participación de este general que tan bien conoce a la guerrilla será clave en el diálogo que inicia hoy
México, DF. Las negociaciones de paz entre el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) arrancan hoy en La Habana con la presencia en la mesa del general Oscar Naranjo, quien por primera vez se encontrará frente a frente con los delegados de ese grupo insurgente al cual asestó golpes fulminantes cuando se desempeñó como director de la Policía Nacional colombiana, entre mayo de 2007 y junio de 2012.
"Creo que Naranjo jugará un papel clave y fundamental en las negociaciones. Un acuerdo de paz es más fácil lograrlo entre los participantes directos en la guerra", dijo a EL UNIVERSAL Mario Aguilera, especialista en el conflicto armado y catedrático de la Universidad Nacional (UN) de Colombia.
Naranjo -asesor de seguridad del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, y quien forma parte del selecto equipo de negociadores del gobierno colombiano con las FARC por su conocimiento de la guerra y el nivel de información que maneja-, fue figura central en las operaciones policíacas y militares que dieron de baja a los comandantes de la cúpula de esa guerrilla, alias Raúl Reyes (marzo de 2008), Jorge Briceño o Mono Jojoy (septiembre de 2010) y Alfonso Cano (noviembre de 2011).
Cano era el comandante máximo de las FARC, Briceño el jefe militar y Reyes el encargado de las relaciones internacionales de la organización rebelde, la cual llega a la mesa de negociaciones en La Habana con varias derrotas militares a cuestas y con sólo la tercera parte de los 24 mil hombres en armas que llegó a tener hace una década.
Para Aguilera, el hecho de que Naranjo haya sido incluido en el equipo de negociadores del presidente Santos envía un mensaje importante al interior de la Policía Nacional, que con 160 mil efectivos está en la primera línea de fuego del conflicto armado interno en los municipios más apartados del país. "Los policías que combaten a las FARC se van a sentir representados en ese proceso", señaló el profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la UN y doctor en Estudios Sociales por la Universidad de París III.
Facilitador
El catedrático colombiano consideró que "la presencia del general Naranjo facilita las negociaciones dado que algunas de las propuestas necesitan la perspectiva de quienes tienen experiencia en el manejo de la seguridad, y él ha sido, como director de la policía, un elemento muy importante en esta guerra en los últimos años, sobre todo en lo concerniente a los servicios de inteligencia que han permitido dar fuertes golpes a la guerrilla".
El equipo de negociadores del gobierno está integrado por el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, el comisionado de paz, Sergio Jaramillo, el consejero para la reintegración, Frank Pearl, el líder empresarial Luis Carlos Villegas, el general retirado del ejército y ex comandante en jefe de las Fuerzas Militares, Jorge Enrique Mora Rangel, y el general Naranjo, quien compaginará sus participación en el proceso de paz con sus labores de asesoría a Peña Nieto y sus funciones como director del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía del Tecnológico de Monterrey.
Las FARC, por su parte, están representadas por alias Iván Márquez -número dos de esa guerrilla, luego del comandante en jefe Timoleón Jiménez-; Rodrigo Granda, Jesús Santrich, Andrés París, Marco León Calarcá y la holandesa Tanja Nijmeije, alias Eillen o Alexandra.
Amplios sectores de Colombia respaldan la inclusión de Naranjo y Mora Rangel en la delegación oficial, al considerara que por primera vez estarán representados de manera directa en un proceso de paz dos actores fundamentales del conflicto armado en Colombia: la policía y el ejército.
"El extinto jefe (y fundador) de las FARC, Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, señaló en varias ocasiones que la paz debe negociarse con los que hacen la guerra, más que con los políticos", dijo Aguilera, licenciado y maestro en historia por la UN y autor de libros como Memoria de un país en guerra y Política Armada.
Imaginario, justicia, estrategias guerrilleras.
Consideró que al incluir a Naranjo y Mora Rangel en la delegación oficial, el presidente Santos busca que las Fuerzas Armadas apoyen el proceso para evitar repetir lo ocurrido en anteriores diálogos (en los 80 y 90), cuando las negociaciones fracasaron, entre otros factores por la falta de respaldo de la cúpula policiaca y militar.
Drogas
De acuerdo con la agenda acordada por las FARC y el gobierno, uno de los puntos de negociación es la "solución al problema de las drogas ilícitas" y "del fenómeno de producción y comercialización del narcotráfico", ya que el grueso de los cultivos de hoja de coca se localiza en las áreas de influencia de las FARC, en especial en el sur del país.
El presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y ex dirigente de la guerrillera del M-19, Camilo González Posso, dijo en entrevista que el general Naranjo "es el colombiano de mayor conocimiento de la lucha contra el narcotráfico y ese conocimiento será muy útil en mesa de negociaciones en La Habana".
Señaló que Naranjo "ha sido, además, un puente permanente con la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos), el Departamento de Estado y muchas de estas agencias", las cuales "lo ven como un hombre de su confianza".
"Entonces, la presencia de él (en la mesa de negociaciones) tiene varios valores: uno, frente al tema de la drogas; dos, en las conexiones, las líneas y canales que puedan darse con estas agencias de Estados Unidos y dentro de la policía; y tres, él es muy hábil desde el punto de vista de su formación. En Colombia tiene un gran prestigio, lo han cuestionado más en México", sostuvo el ex ministro de Salud.
Un hombre informado
Naranjo es un personaje popular en Colombia, donde antes de retirarse como director de la Policía Nacional llegó a tener una aceptación superior al 70% en las encuestas, incluso después de que el jefe paramilitar Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, afirmó en 2009 que el general había tenido vínculos con esos grupos involucrados con el narcotráfico y con crímenes de lesa humanidad, lo que él siempre ha negado.
Para González Posso, "Naranjo es un personaje que tiene aristas por muchos lados, por supuesto, porque ha hecho una carrera pública y tiene una trayectoria en un país con los niveles de conflicto de Colombia, donde la posición de la policía es, por lo mismo, muy compleja".
"En la historia de cómo se han hecho alianzas entre la fuerza pública y unos cárteles para combatir a otros, pues de esto han sido maestras la DEA (Agencia Antinarcóticos de EU) o la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Ellos han orientado siempre esas alianzas, no han sido ajenos (...) y algunos acusan al general Naranjo de haber estado en ese juego de alianzas y contra-alianzas pero no hay, digamos, un debate nacional importante alrededor de esto", comentó el economista y ex dirigente del M-19.
Según González Posso, el general retirado es, además, uno de los hombres mejor informados de Colombia y conoce muchos detalles del conflicto armado interno. Naranjo fue el creador de la central de inteligencia de la Policía Nacional y, como director de la institución, fue una pieza muy importante del engranaje policíaco-militar que provocó bajas estratégicas a las FARC a partir de marzo de 2008, cuando el comandante Raúl Reyes se convirtió en el primer miembro del Secretariado (la máxima instancia) de ese grupo rebelde en ser abatido por la fuerza pública.
Reyes murió durante un bombardeo a su campamento, en territorio ecuatoriano. Ese ataque, en el que perdieron la vida cuatro estudiantes mexicanos de la UNAM que visitaban al jefe guerrillero, fue posible gracias a la información recopilada por los servicios de inteligencia del general Naranjo.
La información de inteligencia se convirtió en un factor de inflexión en la lucha contra las FARC y Naranjo fue la personificación de esa herramienta estratégica de la guerra. Él afirmaba, por ejemplo, que al morir Tirofijo por una enfermedad en marzo de 2008, el Mono Jojoy rechazó asumir el mando de la organización y prefirió mantenerse como el poder en la sombra como jefe militar.
Cuando el Mono Jojoy cayó abatido en un operativo en las selvas del sur de Colombia, en septiembre de 2010, el general reveló que fue posible ubicar su campamento por un agente infiltrado en sus filas y porque el jefe guerrillero era diabético y lograron seguirle el rastro a la medicina que tomaba.
González Posso sostuvo que "desde un punto de vista de pragmatismo político, por el conocimiento que tiene de la guerra y por la información que maneja, está bien que el general Naranjo esté en la mesa de negociaciones".