Lo que hay que saber sobre los vuelos militares de deportación de Trump

Internacional
/ 31 enero 2025

Amenazó con aranceles y sanciones tan extremas que Petro se vio obligado a dar marcha atrás

Por Annie Correal

El presidente Trump autorizó a los militares a ayudar en las deportaciones. Los aviones desencadenaron una crisis entre Estados Unidos y Colombia y suscitaron preguntas. Esto es lo que hay que saber.

Cuando el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el domingo en las redes sociales que no permitiría el aterrizaje de los aviones militares estadounidenses que transportaban deportados, el presidente estadounidense Donald Trump arremetió con dureza.

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Amenazó con aranceles y sanciones tan extremas que Petro se vio obligado a dar marcha atrás. “Presionaron hasta que tuvo que ceder”, dijo en una entrevista Jorge Enrique Robledo, quien fue senador colombiano durante muchos años.

Ese mismo día, la Casa Blanca y el gobierno de Petro anunciaron que Colombia acogería a todos los colombianos deportados, incluidos los que viajaban en aviones militares, y Trump declaró la victoria.

La crisis centró la atención en los esfuerzos de deportación del gobierno de Trump; también planteó preguntas sobre los aviones militares que deportaban a los migrantes, y por qué enfurecieron a Petro y a otros líderes latinoamericanos.

¿Siempre se han utilizado aviones militares para las deportaciones?

No. Rara vez en los últimos tiempos, según los funcionarios de Defensa.

Como parte de la ofensiva del gobierno de Estados Unidos contra la inmigración ilegal, Trump firmó la semana pasada una orden ejecutiva en la que autorizaba al ejército estadounidense a ayudar a proteger la frontera.

El secretario de Defensa en funciones en ese momento, Robert Salesses, dijo en un comunicado el pasado miércoles que el Departamento de Defensa “proporcionaría transporte aéreo militar” para apoyar al Departamento de Seguridad Nacional en la deportación de más de 5000 “extranjeros ilegales”.

Salesses señaló que se trataba de personas retenidas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en la frontera sur. Señaló que los vuelos tendrían lugar después de que el Departamento de Estado obtuviera “las autorizaciones diplomáticas necesarias” y lo notificara a cada país.

Sin embargo, desde el punto de vista simbólico, los aviones militares están siendo cruciales para el mensaje del gobierno estadounidense sobre sus esfuerzos para reprimir la inmigración.

El viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, publicó imágenes de inmigrantes subiendo a un enorme avión C-17 de las Fuerzas Aéreas, de color gris pizarra, encadenados unos a otros. La leyenda de la foto decía: “El presidente Trump está enviando un mensaje firme y claro al mundo entero: si entras de manera ilegal en Estados Unidos de América, te enfrentarás a graves consecuencias”.

¿El gobierno de Trump solo está deportando a la gente en aviones militares?

No, los aviones militares no han sustituido a los aviones no militares y hasta ahora representan una ínfima parte de los vuelos de deportación realizados por el gobierno: solo unos seis vuelos de este tipo han trasladado deportados a otros países al final de la segunda semana de Trump en el cargo, según un portavoz militar estadounidense.

Durante el mismo periodo, decenas de vuelos de deportación no militares partieron hacia países de todo el hemisferio. La práctica, el horario y el número de deportados a bordo no han cambiado con Trump, según funcionarios de México, Guatemala, Colombia y Honduras.

Pero los vuelos chárter comerciales que se asemejan a los aviones utilizados en los viajes cotidianos, operados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o ICE, han recibido menos atención que los aviones militares.

Tanto los vuelos habituales de ICE como los nuevos vuelos militares están supervisados por el Departamento de Seguridad Nacional. Tanto durante el mandato de Biden como durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos deportó a más de un millón de personas, según el Instituto de Política Migratoria de Washington.

¿Adónde han llevado los aviones militares a los migrantes deportados?

Solo Guatemala y Ecuador han recibido vuelos militares estadounidenses con migrantes deportados durante la semana pasada.

Aunque Colombia ha aceptado recibir esos vuelos, no se han enviado nuevos aviones militares desde que Petro devolvió las dos aeronaves el fin de semana, según el ejército estadounidense.

México ha dicho que solo ha recibido vuelos no militares y no ha dicho si aceptará aviones militares.

Pete Hegseth, el nuevo secretario de Defensa de Trump, ha prometido seguir utilizando aviones militares. En su primer día oficial en el cargo, Hegseth dijo: “Este Pentágono cambió la semana pasada”. Además de añadir barreras y soldados en la frontera sur de Estados Unidos, dijo que el ejército también se había movilizado para “garantizar las deportaciones masivas”.

Y añadió: “Eso es algo que el Departamento de Defensa seguirá haciendo absolutamente”.

¿Quiénes son los migrantes de los aviones militares?

Hasta ahora, las personas deportadas desde la toma de posesión de Trump, incluidas las que viajan en los aviones militares, son principalmente personas que fueron detenidas bajo el gobierno de Biden.

Los que aparecen en las fotografías publicadas por la secretaria de prensa de Trump eran migrantes guatemaltecos detenidos tras cruzar ilegalmente la frontera y que permanecían recluidos desde principios de enero, según funcionarios de migración guatemaltecos.

¿Por qué el presidente de Colombia se enfadó por unos aviones militares estadounidenses?

Petro rechazó dos aviones militares estadounidenses con destino a su país en la madrugada del domingo por varias razones, según sus publicaciones en las redes sociales y miembros de su gobierno.

En primer lugar, estaba molesto por el trato que habían recibido los deportados en un vuelo no militar mientras eran transportados a Brasil. (Fueron esposados y trasladados en un avión sin aire acondicionado que se vio obligado a aterrizar en Manaos, en la selva amazónica, tras averiarse).

En segundo lugar, aunque el gobierno de Colombia había autorizado los vuelos militares —según funcionarios estadounidenses—, Petro se sorprendió al enterarse solo unas horas antes de que los vuelos militares tenían previsto aterrizar en Bogotá, la capital de Colombia. (Los funcionarios de Guatemala también han dicho que solo se les notifica poco antes de la llegada prevista de los aviones militares).

El mandatario también se opuso en general a esposar a los deportados; los funcionarios dijeron que Colombia tenía un acuerdo con el gobierno de Joe Biden que permitía a los deportados viajar, en su mayoría, sin esposas.

Los expertos afirman que las esposas se utilizan a veces mientras un avión está en vuelo para impedir que los deportados se apoderen de la aeronave; en otros casos, se utilizan cuando los deportados son escoltados adentro y afuera del avión.

Colombia nunca ha impedido la llegada de los vuelos de deportación no militares. En una publicación, Petro dijo “en aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales”.

¿Qué dicen otros países sobre los aviones militares?

Según los expertos, los militares estadounidenses tienen una resonancia especial en América Latina, sobre todo para líderes políticos de izquierda como Petro y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Recuerdan una época en la que Estados Unidos hacía operaciones militares encubiertas en la región como parte de un esfuerzo para someter a los movimientos revolucionarios en nombre de la derrota del comunismo.

La presencia del ejército estadounidense también puede amenazar la noción de soberanía nacional en países como México. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dicho: “En su territorio ellos actúan. Frente a México, la defensa de nuestra soberanía y buscar siempre el diálogo para la cooperación sin subordinación, como lo hemos manifestado en otras ocasiones”.

Sin embargo, lo que más preocupa a los funcionarios regionales es el trato que reciben los migrantes en el proceso de deportación, y la publicación de imágenes que muestran a los deportados en aviones militares o en sus inmediaciones, esposados y encadenados, argumentando que esas representaciones son un insulto directo a la dignidad de los migrantes.

“No estamos de acuerdo con llamar ‘delincuente’ a un migrante”, dijo Sheinbaum. “Defendemos a nuestros compatriotas dondequiera que estén, pero en particular en este momento en Estados Unidos”.

Trump ha utilizado este tipo de imágenes para apoyar la afirmación de que está deportando a asesinos, capos de la droga y miembros de bandas, como describió a los deportados el lunes.

Pero para los dirigentes latinoamericanos, vilipendia a todos los migrantes, dijo Iván Cepeda, político de izquierda y activista de derechos humanos en Colombia.

“Las personas migrantes no pueden ser tratadas distintamente como si se tratara de gente que tiene una deuda ante la justicia, o reos”, dijo.

Desde que Trump asumió el cargo, Brasil, Guatemala y México han presentado quejas a Estados Unidos relacionadas con el trato que reciben los migrantes en los vuelos de deportación, según funcionarios de esos países. No quedó claro de inmediato si en Guatemala la queja estaba relacionada con un deportado o con deportados en vuelos militares.

Esta semana, personas que viajaban en un vuelo no militar a Colombia se quejaron de que les habían puesto grilletes; aún no se sabe si el gobierno de ese país presentó una queja oficial.

Sheinbaum dijo el jueves: “En todos los casos, cuando llegan a México, llegan sin esposas”.

c. 2025 The New York Times Company

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