Denunciar, denunciar, denunciar...
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De nada sirven toneladas de leyes si nadie las hace cumplir. De nada sirve mantener a demasiados partidos políticos cuando, ni directivos ni militantes, muestran ni el mínimo respeto por los ciudadanos o personal a su servicio.
Es demasiado esperar a que solitos caigan debido a su podredumbre. Hay que denunciar, denunciar, denunciar de todos lados, desde todas las trincheras, con todos los medios.
Es hora de que el ciudadano haga valer su poder. Hay que ejercer la autoridad moral del ciudadano honorable que cumple la ley, y con sacrificios paga puntualmente sus impuestos.
Muchos han creído que la democracia es ir a votar. Nos prometen maravillas para sacarnos de casa y convencernos de que vayamos a votar. Una vez en el puesto, uno de cada 100 cumple. La Democracia, con mayúscula, es gobernar por el pueblo y para el pueblo. Gobernar para el bien común, no para ejercer impunemente el poder con jota, en todo momento, en todo lugar.
Ah, y toda la parentela que entra en el sistema, la parentela que se siente por encima de la Ley. Maltrata a quien se ponga enfrente, ostentándose influyente desde que inicia la campaña. Hay que vigilar, escudriñar y exhibir actitudes, comportamiento, trayectoria estudiantil, profesional y laboral. Cómo ha calificado cada candidato en cada etapa de su vida.
Están politizando, dicen con cinismo déspotas, inútiles y corruptos, cada vez que son exhibidos con pruebas contundentes.
Inteligencia es la facultad de percibir, plantear y resolver. La congruencia (no así la doble, triple o cuádruple moral), aporta una fuerza interior irreversible y permite tener el poder de: iniciar, mantener, cambiar o detener un proceso.
El pueblo de México no es tonto, lo tienen explotado, humillado y muerto de hambre. Parece que se congeló (ENIGH 2012 Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares. Tres de cada 10 menores no tienen acceso a una alimentación adecuada.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina