A propósito del clima
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El cronista, como todo aquél que no tiene de qué hablar, hablará hoy del clima. Échele usted la culpa a AMLO, o al calentamiento global, o al crecimiento de la ciudad, o a los agujeros en la capa de ozono; el hecho es que el clima de Saltillo ya no es como era Hay quienes dicen que ya no llueve tanto, y en forma tan regular. Otros señalan que ya no hace el frío de antes. Los más opinan que ahora se siente más calor. Pero todos son unánimes y están de acuerdo en decir que con el cambio de los tiempos el tiempo ha cambiado.
Ese señalamiento me hizo interesarme hace algunos años en las cosas de clima en nuestra ciudad. A don Efraín Flores Pérez, excelente hombre y gran meteorólogo, le pedí una vez me diera luces, y él muy amablemente me proporcionó algunos datos de enorme interés que he conservado.
En aquel entonces –hace 25 años- la temperatura media anual de Saltillo, recogida como promedio en el último lustro estudiado, era de 21.5 grados centígrados. ¡Envidiable temperatura media, que ya la quisieran para sí nueve de cada diez ciudades de este mundo! Sólo ese clima es como un sobresueldo que ganamos quienes aquí vivimos. No hay que decirlo, sin embargo, pues con esto de la reforma fiscal no faltará quien quiera cobrarnos un impuesto por él.
¿Cuál es el día más frío que se recuerda? Usted quién sabe qué responda, porque en esto engaña la memoria, y cada quien habla del frío según le fue en él. Pero oficialmente el día de más baja temperatura fue el 11 de enero de 1966, cuando la aterida columna del termómetro llegó a 14 y medio grados bajo cero.
¿Y el día de más calor? Fue el 12 de junio de 1970, con una temperatura de 40.5 grados.
Si usted nació el 10 de agosto de 1966, vino al mundo en medio de un diluvio, pues ése es el día en que más ha llovido en los últimos tiempos: cayeron 68 milímetros de lluvia, que aunque sean milímetros son muchos. Ahora que si usted es del año 1930, le cabe el honor de haber nacido en el año más lluvioso en todo el siglo pasado y en lo que va de éste: ese año se registró una precipitación pluvial general de 795 milímetros. Llovió la friolera de 58 días del año. Casi dos meses en los saltillenses estuvieron pasados por agua. En cambio el año de 1921 nuestros antepasados rogaban al Cielo por el don del agua. Ése fue el año más seco del pasado siglo. Únicamente cayeron 180 milímetros de lluvia.
Así, entre diluvios y sequías, fríos y calores, ha ido pasando los años nuestra ciudad. ¿Ha cambiado el tiempo? ¡Quién lo sabe! Lo cierto es que el tiempo que pasa nos cambia a nosotros. Pero que nada importe si hay invierno en el cabello si sigue habiendo un veranillo tibio en nuestro corazón.