Chatbots IA y el trabajo académico

Con las recientes exposiciones de los nuevos Chatbots de IA, y su increíble capacidad de responder con agilidad y naturalidad casi humana, ha surgido un nuevo debate en los círculos académicos con una pregunta central: ¿Qué va a pasar cuando los Chatbots sean capaces de crear artículos académicos completos solamente con asignarles el tema de discusión?

Hay serias implicaciones éticas sobre lo que significaría para el trabajo académico, que personas estudiantes puedan simplemente dictar un tema de un trabajo y un ente artificial les genere un perfecto artículo escrito con total coherencia, citado usando el método elegido y siguiendo los estándares académicos más rigurosos.

Imagina que estudias un posgrado, y que requieres entregar tres trabajos para el Lunes, pero el fin de semana te invitaron a un concierto fuera de la ciudad de tu banda favorita, tienes ahora la posibilidad de que un Chatbot te produzca esos tres trabajos de manera que te resulte en notas muy buenas, sin sacrificar tu tiempo y tus actividades recreativas.

¿Estamos viendo en la expansión de las capacidades de los Chatbots de inteligencia artificial el fin de la originalidad académica y de la responsabilidad estudiantil?

En mi opinión: No. En absoluto.

Para empezar, hay que entender qué hay detrás de estos Chatbots. Estos son entidades virtuales que responden a entradas de texto y se entrenan usando algoritmos de inteligencia artificial diseñados para consumir y procesar grandes volúmenes de información -sobre todo de interacciones humanas- para ser capaces de aprender a reproducir las respuestas más comúnmente obtenidas con un cierto nivel de corrección. Es decir, un Chatbot entrenado con información de cierto contexto producirá respuestas similares a ese contexto. De manera que existen inicialmente sesgos contextuales.

Estos, pueden resolverse entrenando al Chatbot con información de todo el mundo en todos los lenguajes, de manera que cada respuesta obedezca también a la identificación contextual de la pregunta, lo cual haría mucho más pertinentes las respuestas obtenidas y los trabajos requeridos de los Chatbots.

Sin embargo, hay algo que no puede suplirse: La creatividad que proviene del pensamiento crítico original de las personas, y que, aunque en su mayoría también dependen del contexto, a menudo las grandes revelaciones son las de las mentes que exploran preguntas aparentemente fuera de un contexto razonable.

Me parece que es en esto en donde hay una gran diferencia entre la formación académica y la educación. La primera debe llevarse a cabo para seguir estándares de producción del conocimiento que conduzcan a cierto grado de confianza en las ideas propuestas, mientras que la segunda, se encarga de formar la mente de cierta manera que sea capaz de hacer análisis críticos y originales de las situaciones y las ideas, y pueda, a su vez, producir nuevas ideas y usar la capacidad creativa para la propuesta de soluciones no convencionales. Las instituciones académicas serias, deben ser capaces de inculcar ambas en las mentes que buscan formar.

Y una segunda condición que tampoco será posible suplir, es el sentido de moralidad de las personas, pues nuevamente, este es condicional del contexto y valores que la persona comparte en sus círculos cercanos, y aunque pudiera simularse con cierto grado de precisión, la capacidad original de tomar decisiones con base en los valores de las personas, obedece solamente a estas y la fortaleza con que deseen hacer valer estos valores en sus acciones.

Como última anotación, hay otro elemento que hará casi infalible la detección de trabajos producidos por Chatbots: Los paquetes de software anti-plagio académico que ya son ampliamente utilizados para detectar estas prácticas, seguramente serán actualizados usando las mismas bases de datos con que entrenan a los Chatbots para detectar prácticas de producción automatizada en textos académicos. Me preocupa más que estas herramientas confundan un trabajo original con uno automatizado, a que ocurra en sentido opuesto.

Así que personal docente, de investigación, y de edición y publicación de textos académicos, pueden mantener su tranquilidad, que casi les puedo asegurar que no será pronto que vean estudiantes produciendo textos académicos de manera automatizada usando Chatbots de IA cuya originalidad sea incuestionable o su producción automática indetectable. Sigamos poniendo mayor énfasis en la educación, sin descuidar la formación académica.