El gobierno del futuro

Imaginemos cosas increíbles. Las decretamos. Nuestro país volvió a la normalidad en el 2024. Lograron echar de palacio nacional a la 4 Transformación.

La candidata presidencial de Andrés Manuel no pudo refrendar las preferencias. Todos los equipos de campaña, desde la zona norte hasta el sur, sucumbieron con el frente ciudadano del PRIANRDMC. Con eso decretaron el final del Partido del Trabajo y también del Verde Ecologista de México.

Ganó el preferido, el más atractivo, el menos raspado y quien prometió el regreso a la tierra prometida. La presidencial fue para De la Madrid. Lo palomeo Alejandro, Marko, Zambrano y hasta Delgado. El voto de calidad fue de Claudio X.

México regresa a la senda del progreso. Al neoliberalismo tan querido y necesario. Las gubernaturas son para Acción Nacional. Las Alcaldías para los llegados a Movimiento Ciudadano.

Los congresos estatales y federales, además de los senadores, van en el orden de listas de sus beneficiarios políticos. Nada de tómbolas ni de insaculaciones express.

También perdió en lo nacional el registro el PRD. Ya se veía venir. Ni siquiera el 3% de sus supuestos afiliados. Solo diputados federales de representación proporcional. Celebraron la victoria Fox, Calderón, Peña Nieto, Zedillo, Salinas y el Banco Mundial para el desarrollo.

Ahora, si para el NYT, la nación de los vecinos del sur ha corregido el rumbo perdido los últimos años.

Palacio Nacional de vuelta a museo de sitio y Los Pinos, tan populachero y feo, es inevitable. Enrique decidió, sobre Anaya, Cortés, Moreno y Zambrano, construir una nueva mansión para los y las mexicanos.

Algo así como, la Casa Ciudadana. El recinto de gobierno para la nueva generación de quienes entraron a la tierra prometida.