Elecciones 2023 Coahuila: el calor comienza a subir

Aunque hace ya muchos meses que, para todo efecto práctico, nos encontramos en medio de la disputa electoral a nivel local, los actos formales que toca realizar a los partidos y a quienes serán sus candidatos apenas comenzaron ayer.

Sin embargo, no fue solamente en el escenario local donde se registraron hechos de relevancia sino también en el nacional, comenzando con la mañanera del presidente López Obrador durante la cual se registró un pronunciamiento respecto de la candidatura de Morena a nivel local.

Posteriormente, las dirigencias nacionales del PAN, el PRI y el PRD anunciaron el “relanzamiento” de la alianza que vienen impulsando desde las elecciones intermedias de 2021 y que había caído en un impasse luego de que el PRI decidiera apoyar la extensión del mandato constitucional que permite al Ejército seguir en las calles realizando tareas de seguridad pública.

Ya en territorio estatal, el Partido Revolucionario Institucional realizó un acto masivo para el registro –como precandidato en lo formal– de Manolo Jiménez Salinas quien, está claro desde hace tiempo, será su abanderado a la gubernatura del Estado.

La jornada se cerró con la presentación, ante la autoridad electoral, del primer convenio de coalición formalmente concretado entre los partidos UDC y Verde. En el ínter, las conversaciones del día se vieron aderezadas por múltiples versiones extraoficiales acerca de la coalición que busca construir Morena y el probable desprendimiento de ese partido de Ricardo Mejía.

Fue una primera jornada intensa que da cuenta, en lo esencial, de que el proceso electoral en marcha tiene –como no podría ser de otra manera en una sociedad que se asume democrática– una relevancia enorme para toda la ciudadanía y no sólo para los partidos políticos.

Sin duda es positivo que los procesos electorales se desarrollen en un clima de intensidad y, mejor aún, que dicha intensidad se traduzca en la más amplia participación de todos los integrantes de la comunidad.

La renovación democrática de los poderes públicos –en nuestro caso del Ejecutivo y el Legislativo– debe constituir una convocatoria al involucramiento masivo de quienes integramos la comunidad y eso es algo que deben alentar partidos, candidatos y autoridades.

En la medida en la cual todas las voces sean escuchadas, todas las opiniones sean expuestas y todos los argumentos valorados, el caudal de emociones que implica una campaña electoral desembocará en el océano correcto: el de la construcción de una decisión colectiva a partir de la emisión de votos individuales conscientes e informados.

El período en el que casi todo lo que escuchábamos respecto a los comicios de 2023 era especulativo prácticamente ha llegado a su fin y durante el fin de semana se agotará en definitiva. Habrá que asumir con seriedad entonces el inicio de la parte concreta que debiera implicar, sobre todo, escuchar propuestas y contrastar argumentos.