Mirador 14/12/2023
Me habría gustado conocer a don Félix de Ulloa y Formentí. Vivió en el tiempo de Cervantes, y tuvo trato cercano con el Greco. Poseía hermosas manos, pues nunca se abajó a emplearlas más que en la pluma, la espada y la mujer, y es fama que el gran cretense las tomó de modelo para pintar las manos de sus santos y sus caballeros.
Don Félix se prendó de una dama a la que nunca desposó, pues consideraba al matrimonio cosa sin sentido. Decía que los casados permanecían juntos por obligación. Un hombre y una mujer, manifestaba, sólo deben estar juntos por amor.
Con esa señora vivió 20 años, hasta la muerte de ella. El caballero jamás volvió a poner la vista en otra mujer. Vistió de negro el resto de su vida, y diariamente llevaba un clavel rojo a la tumba de aquélla a quien amó y que le dio su amor.
Un día lo encontraron muerto ahí, en el cementerio, abrazado a la lápida. Un médico dictaminó la causa de su fallecimiento. Escribió: “Melancolía”.
¡Hasta mañana!...
Encuesta Vanguardia
https://vanguardia.com.mx/binrepository/1024x1024/0c0/1200d801/none/11604/DRUY/06_1-7765394_20231214000612.png
$urlImage