Cuando Gloria llegó, otra vez 15 minutos antes de la hora señalada, ya la estaba esperando Jorge Negrete. Tenía en el rostro una expresión contrita, y en las manos un ramo de rosas
Cualquiera diría que en Empalme nunca ha pasado nada aparte del tren. Y, sin embargo, supe de algo que sucedió en Empalme además de lo que en Empalme sucede cada día, que es lo más importante. En Empalme, Sonora, se casó Chaplin