Fue un récord en la NFL, nada es imposible
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Nada es imposible, así lo demostró por más de 40 años, Tom Dempsey, al haber logrado un gol de campo de 63 yardas, teniendo solo la mitad de un pie.
¡ Hola ! ¿ Cómo te va ? Mi estimado amigo y distinguido lector. ¡ Qué gusto saludarte ! ¡ Espero que tengas un día excelente y maravilloso ! El día de hoy quiero compartirte esta maravillosa historia. Como estamos a unos días de vivir la máxima justa deportiva, en futbol americano, el Super Tazón, es conveniente hablar de uno de los momentos más inspiradores que ha vivido este deporte. Así dice la historia...
Tom Dempsey nació con un problema. Para superarlo, su padre siempre le inculcó, desde temprana edad, que la vida era luchar, y que pensara que él era un ser humano normal, a pesar de haber nacido sin los dedos del pie y de la mano derechos.
Para demostrarle esto, al verlo jugar futbol, y que estaba batallando para pegarle al balón, le mandó hacer una especie de bota pequeña, más corta, digamos que chata, por no tener dedos en su pie derecho.
Por un golpe de suerte magnífico, logró ser seleccionado en el draft, y entró a jugar con los Santos de Nueva Orleans. Pues, gracias a la maravillosa filosofía inculcada por su papá, entrenó fuerte para que con el tiempo le dieran la titularidad de pateador del equipo.
El 8 de noviembre de 1970, estaban jugando los Santos contra los Leones de Detroit. Los Santos, el equipo donde jugaba Tom, iba perdiendo 17-16. Faltaban once segundos para que terminara el partido. Estaban en mala posición, dentro de la yarda 20 de su propio campo, por la buena patada que hicieron los Leones.
Gracias a un pase de Kilmer a Dodd, consiguieron 17 yardas, encontrándose a 63 yardas de distancia del gol de campo, y con tan solo dos segundos en el reloj, para que terminara el partido.
Dempsey, al ver la situación, y no viendo otra alternativa, se acercó a su coach y le expresó su deseo de patear la bola a esa distancia, intentando conseguir los 3 puntos que les diera el triunfo del partido.
El entrenador muy dudoso, y con mucha incertidumbre, que nunca le mostró a Dempsey, le da la señal de que haga el intento. Según palabras del propio Dempsey, lo único que hizo fue concentrarse en el balón, como se lo había aconsejado Lou Groza, veterano pateador de los Cafés de Cleveland.
Dempsey solo vio para su beneplácito, como la bola pasaba por en medio de los postes y a los oficiales levantar los brazos, indicando que el intento de gol de campo era bueno. Ese día los Santos ganaron 19-17 a los Leones, gracias a ese gol de campo de 63 yardas, el más largo de la historia de la NFL, en ese momento.
Con el tiempo, fue empatado en 1998 por Jason Elam de Denver, en 2011 por Sebastian Janikowsky de Oakland, y la temporada pasada por David Akers de San Francisco.
En diciembre pasado de 2016, en esta temporada, hace menos de dos meses, Matt Prater, pateador de los Broncos de Denver, conectó un gol de campo de 64 yardas, para establecer una nueva marca del gol de campo más largo de la historia, cuando terminaba el primer tiempo de juego contra los Titanes de Tennessee.
Hay una nueva marca, sí, y bien merecido para Prater, pero nunca olvidaremos el exitoso momento que vivió Dempsey, que jugó con gallardía, con deseo de triunfo, con ganas de ganar, y con una convicción muy convincente de querer lograr su objetivo, aún y cuando no tenía el pie completo.
El éxito se consigue luchando, sin nunca rendirse, ante cualquier obstáculo que se nos presente en el camino. Dempsey es un ejemplo muy claro de esto. Mi reconocimiento a este maravilloso ser humano, que no se dejó vencer, a pesar de sus limitaciones físicas.
