POLITICÓN: POR FIN

I. POR FIN

Finalmente, después de casi dos años de haber sido arrestado en Estados Unidos, el exgobernador de Chihuahua, César Duarte, fue entregado ayer a las autoridades mexicanas para que sea procesado en nuestro país como presunto responsable de los delitos de peculado y asociación delictuosa. A Duarte se le acusa de haber desviado -al menos- 96 millones de pesos del erario chihuahuense durante su época al frente del Ejecutivo de aquel Estado. Ahora habrá que ver cómo el gobierno de Maru Campos procesa el caso, porque si de algo se le ha señalado es de tener nexos con el exmandatario.

II. ATRACCIÓN

Por lo pronto, la mandataria del “estado grande” ha dicho que no habrá “ni perdón ni olvido para los exmandatarios”, aunque también aclaró que la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero podría “atraer el caso” y que, de ocurrir esto, su gobierno también está “listo para coadyuvar” con la autoridad federal. ¿Quién se adjudicará el “triunfo” de haber traído a México a Duarte y qué ventajas podría obtener de ello? Esa es la incógnita de momento.

III. PACHORRA

Y de extradiciones hablando, el presidente Andrés Manuel López Obrador se quejó ayer -en la mañanera- de la “lentitud” con la cual las autoridades de los Estados Unidos han procesado el caso de Genaro García Luna, cuando otros juicios -como el de Johnny Depp y Amber Heard- se han resuelto en unos seis meses. Nada tiene que ver una cosa con la otra, desde luego, pero el titular del Ejecutivo mexicano sabe muy bien cómo “dar la nota” y, de paso, aprovechó para “repartir caña” a todos los expresidentes, de Carlos Salinas de Gortari a Felipe Calderón, como responsables de las desigualdades del “período neoliberal”.

IV. POBREZA

Y del titular de la autodenominada 4T hablando, anote usted que el tabasqueño ya anunció su decisión de pasar de la austeridad republicana a la “pobreza franciscana”, y eso implica que en unos meses la Secretaría de Hacienda, de Rogelio Ramírez de la O, podría enviar a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, una propuesta que recorte todavía más el presupuesto para las entidades del país. Porque en eso de la austeridad, ya está muy claro que la peor parte le toca a las entidades.

V. AUSENCIA

En terrenos legislativos andando, anote usted que en el Palacio Legislativo de Coss son múltiples las voces que preguntan si al (¿todavía?) integrante de la bancada del PRI, Mario Cepeda, se le descontó, de la “dieta” correspondiente al mes de mayo, la falta que se aventó el martes pasado a la sesión del pleno del Congreso local, sin haber justificado su ausencia. Habrá que preguntarle al tesorero, Javier Lechuga, si tomó en cuenta o no la falta del todavía legislador para el cálculo del depósito que le hizo el último día de mayo o, como se podría sospechar, simplemente ignoró el tema.

VI. CHANTAJE

Por cierto que, de acuerdo con diversas voces, los más interesados en que se concrete la salida de Cepeda del rebaño que pastorea Eduardo Olmos son sus propios (¿ex?) compañeros, quienes consideran intolerable que “se le haga la lucha” a alguien que, además de haberse aprovechado de las posiciones que se le han entregado en el PRI, se encuentra en un abierto proceso de chantaje como si de él dependiera el futuro de su partido.

VII. GESTIONES

La ampliación de la carretera Saltillo-Zacatecas, que por varios años consecutivos ha sido “incluida” en el Presupuesto de Egresos de la Federación, podría hacerse “de agua” una vez más pues, de acuerdo con los enterados, el Gobierno de la República se apresta para declarar desierta nuevamente la licitación. Valdría la pena que los legisladores morenistas de Coahuila, encabezados por el senador Armando Guadiana, dijeran “esta boca es mía” y se apresuraran a gestionar la liberación de los recursos para que, de una buena vez, se concrete la ampliación carretera.

VIII. SEGURIDAD I

Ayer le comentamos aquí que una de las razones por las cuales Coahuila sigue siendo un estado exitoso en la atracción de inversiones es el sostenimiento de un clima de seguridad que no se percibe en el resto del país. Quienes están atentos a los fenómenos de seguridad nos advierten que un elemento preocupante en este sentido es que en la Guardia Nacional, que comanda Luis Rodríguez Bucio, ya se eliminó a todos los civiles que había en dicha corporación.

IX. SEGURIDAD II

¿Cuál es el problema con que no haya civiles ya en la Guardia Nacional? Los que entienden del tema dicen que los militares, por mucha disciplina que tengan, carecen de los conocimientos para realizar labores policiales y eso implica, entre otras cosas, que no tienen el “olfato” necesario para detectar las circunstancias que pueden derivar en situaciones de riesgo y eso se traduce en dificultades para coordinar las actividades de prevención necesarias para mantener el clima de seguridad que permite al gobierno de Miguel Ángel Riquelme seguir convenciendo a los inversionistas de traer su dinero a nuestra entidad.