¿Quién asume el costo del Mundial cada dos años?

Opinión
/ 16 octubre 2021

La Federación Internacional de Futbol Asociación tiene 211 miembros afiliados, más países reconocidos que la propia Organización de las Naciones Unidas, que tiene 193 miembros reconocidos como nación. Ejemplo: Gibraltar, Kosovo, Taiwan o Hong Kong, por mencionar algunos, sí son países para la FIFA, no para la ONU.

Claro que la FIFA puede hacer lo que se le pegue la gana con el futbol, mientras exista mayoría de votos de sus miembros. Su presidente, Gianni Infantino, se ha dedicado a endulzar el oído de los titulares de federaciones, sin importar la competitividad del futbol, pero sus votos tienen el mismo valor que las grandes potencias. Luxemburgo, San Marino, Guam o Surinam, tienen el mismo poder en votación que Alemania, Inglaterra, Brasil, España, México, Francia o Estados Unidos. Así que hacer un Mundial cada dos años es parte de la promesa de Infantino sobre que el futbol debe ser incluyente; nada más lejano a la realidad.

La FIFA no asume el costo total de la Copa del Mundo. Ellos cobran millones y millones de dólares por derechos de transmisión y “avientan” a los países sede los costos operativos; claro, bajo el aval del Gobierno local, o más bien, prostituyéndolo. Solamente por derechos de transmisión para el Mundial Qatar 2022, las televisoras mexicanas pagarán más de 85 millones de dólares, y en el ejercicio 2018 de FIFA, la captación económica en ese rubro fue para el organismo de dos mil 543 mdd, según datos publicados por Statista.

Ahora bien, ¿cuánto cuesta un Mundial? No vayamos muy lejos, iniciemos el ejercicio hace 15 años. Alemania 2006 tuvo un costo de tres mil millones de dólares; Sudáfrica 2010, seis mil mdd; Brasil 2014 subió a 14 mil mdd; Rusia 2018 se hizo con 16 mil mdd y el que sigue, Qatar 2022, costará 200 mil mdd (autoridades han declarado que gastan 500 mdd por semana), según explicó el Ministro de Finanzas del emirato en 2017.

¿Quién paga esto? El Comité Organizador, que simplemente es el Gobierno disfrazado de federación local. La FIFA obliga al organizador a un mínimo de aforo para cada estadio de 40 mil personas. El estadio del partido inaugural y la final deberá tener como mínimo un aforo de 80 mil personas, además se necesitan 72 instalaciones de entrenamiento, 72 hoteles de concentración y —claro— el “apoyo” gubernamental como la exención de visado e impuestos a FIFA y terceros relacionados con la Copa del Mundo, entre otras cosas.

Por este gigantesco movimiento económico, de Gobiernos “socios” y sobre todo de solvencia, hay una simple pregunta a Infantino: ¿Cuántos países pueden absorber los costos de un Mundial? Y, claro, las grandes potencias le hacen una pregunta más certera: ¿Por qué no es la FIFA la que pague el Mundial? Y de la saturación de partidos a jugadores, ese tema no importa, a la FIFA sólo le importan los dólares.

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