‘A diferencia de mis padres, soy un papá presente’ Miguel Bosé
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El cantante español presenta en América Latina su libro de memorias ‘El hijo del capitán Trueno’ en donde ahonda en su infancia y la difícil relación que tuvo con su papá
Ya lo dijo Gabriel García Márquez, “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” y en el caso de Miguel Bosé él creció marcado por haber sido el hijo de dos grandes figuras que sin embargo, nunca lo eclipsaron.
Este miércoles 17 a las 9 de la mañana el intérprete español ofreció una conferencia de prensa virtual para hablar de su libro de memorias “El hijo del capitán Trueno” (Espasa, 2021).
Dice Bosé que escribió su autobiografía porque era la ocasión precisa para ello, “uno no busca el momento, el momento suele buscarle a uno” y durante tres años trabajó en este libro, aunque en el último año en particular tuvo jornadas diarias que iban de ocho a catorce horas en las que cribó el material y lo pulió hasta conseguir el libro que ya está disponible.
Su relato, como él mismo describe “es una escritura muy hablada”, como si él mismo estuviera contándole al lector cronológicamente sus vivencias, desde la niñez hasta los 21 años.
Profundizó en ese período su vida porque “es la época más inédita de mi vida, no hay hemeroteca. En esa época los importantes eran Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, el matrimonio. Los hijos y lo que había alrededor no interesaba”.
Entonces reunió los recuerdos del niño que él fue y los comparte nítidos, descriptivos, porque asegura “tengo una memoria sensorial que es bestial”, así vemos junto a él las luces y los olores de su infancia en la España franquista “cargada de secretos, de recovecos”.
No era aun Miguel Bosé, el que cuenta su historia es Miguelito, Miguel, Miguelino, Miguelón, como le llamaban en aquellos años, pero aun no se vislumbraba el artista internacional que es hoy.
Desde VANGUARDIA se le comentó al intérprete de “Morenamia” que a veces cuando uno recuerda las cosas, tiene necesidad de olvidar, que si este había sido su caso.
“Para recordar hay que estar dispuesto a revivir aquellas cosas, tirar del hilo para que aparezcan completas y sobre todo reconciliarse, más que olvidarlas, pedirles perdón, perdonar y decir lo siento, ese es el gran ejercicio. El más difícil”, explicó al respecto.
Recuerda Bosé que de las cosas más complicadas de escribir fueron las que implican a personajes de su vida que son prácticamente desconocidos, como la Tata Remedios “un personaje en mi vida importantísimo”. Y tanto que le debe a la Tata, dijo que sus padres eran unos padres ausentes, que “los valores, los principios, el saber estar no me los enseñaron mis padres, me lo enseñó la Tata Remedios”, una campesina de Cuenca que cuidaba la casa de Lucía Bosé antes de que a la vida de ésta llegara el torero, Luis Miguel Dominguín. Después se convirtió en el ama de llaves y luego en protectora tanto de la actriz italiana como de los hijos de ésta, a los que cuidó como propios y los atendió con amor.
“Si tuviera que poner una palabra al proceso”, de creación de este libro de memorias, “diría que es pacificador, ha encajado muchas piezas, ha hecho posible entender lo que sucedió y cómo sucedió, entender que lo que sucedió tenía que suceder para que luego en el tiempo las cosas tuviesen sentido”.
‘El capitán Trueno’
La biografía de Miguel Bosé se llama “El hijo del capitán Trueno”, cuenta el cantante que es en referencia a un personaje del cómic español que lleva ese nombre -El capitán Trueno- y que salió en 1956, año en el que él nació.
Y tiene también una canción homónima en donde describe detalladamente cómo era el vínculo entre él y su papá.
“En esta biografía la parte más inédita la más desconocida era la relación que tuve con mi padre (...) conviene escuchar la letra de esa canción porque es complementaria del contenido de este libro” y reiteró que tras terminar este texto las cosas que rememoró vienen a él “sin culpa, sin rencor”.
Aunque en las páginas del libro recuerda desencuentros con su padre, argumenta que hoy las heridas están sanadas.
Un padre diferente al suyo
“Cuando uno está creciendo como hijo, las cosas que no le gustan a uno de sus padres son puertas que vas cerrando según vas haciendo camino”, explicó sobre sus padres como referentes y añadió, “cuando llega el momento de ser padre, esas cosas que querías desechar, ya están desechadas, no aparecen. Aparecen el padre y la madre que a ti te hubiera gustado tener”.
“Con mis hijos soy todo lo cariñoso que mis padres no fueron. Mis padres no eran mucho de abrazar, estaban ausentes, yo estoy muy presente, soy muy cariñoso, hasta el empalago”.