En Chiapas quieren hacer teatro blanco para un público diverso
Una producción del clásico de Shakespeare en San Cristóbal de las Casas fue cuestionada a nivel nacional por su requerimientos para el casting y calificada de “racista”
Sobre el escenario el purismo y en las butacas la diversidad. Así podría resultar un montaje de “Romeo y Julieta” de William Shakespeare en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, pues busca a un elenco compuesto exclusivamente por personas de tez blanca y, en el caso de los protagonistas, ojos de color.
La convocatoria, lanzada durante el Día de San Valentín, fue nacionalmente criticada debido a estos requerimientos, pues se trata de una obra que ni en su libreto original especifica las características físicas de sus personajes, y acá hasta el narrador necesita ser blanco.
Su productor, Hiram Marina García –quien además funge como coordinador de Teatros y Centros de Convenciones del Ayuntamiento de dicho municipio– respondió a la controversia con el lanzamiento de otra convocatoria. Pero, por el contrario, avivó las críticas; el casting para “Palenque Rojo”, solicita “personas de tez morena, con rasgos indígenas y estatura menor de 1.70 metros”, lo que fue considerado como una estereotipación de las comunidades indígenas.
Si Tenoch Huerta ve los requisitos de este casting va a colapsar. They said Romeo y Julieta but make it whitexican pic.twitter.com/j59kZMq07u
— Leo Lodge (@angelinferno8) February 15, 2023
La situación provocó muchos comentarios, así como un par de memes, y desató una conversación sobre la discriminación en el país, la diversidad en el teatro y el tipo de discursos que se manejan en las producciones de México.
Verona blanca, Chiapas multiétnico
Si bien son pocos los que han salido en defensa de la convocatoria, quienes sí lo hicieron coinciden en que está justificado el solicitar la participación de actrices y actores de tez blanca, dado que la historia original se desarrolla en Italia.
Sin entrar en conflictos sobre la diversidad étnica del país mediterráneo –que existe, sobre todo entre las regiones sur y norte, sin la variedad lingüística del propio italiano y sus culturas, como lo constata la Enciclopedia de Grupos Étnicos de Europa–, Chiapas es en sí uno de los estados más diversos de México y buscar un elenco con estas características no solo no es representativo de la población, sino que inscribe a la producción dentro de las dinámicas de discriminación que padece la entidad.
El #PerfilamientoRacial está vinculado a la construcción de estereotipos y prejuicios relacionados con la apariencia y el origen nacional o étnico de las personas.
— COPRED CDMX (@COPRED_CDMX) February 14, 2023
👉 Conoce más en este documento de @CONAPRED y @UNODCmexico pic.twitter.com/OSO4FHaPUM
Parece obvio, pero al acotar las bases para que la obra sea representada por “gente blanca” el resto queda fuera. En el documento de trabajo “Diagnóstico de la Discriminación en el estado de Chiapas”, publicado en diciembre del 2008 por la Conapred, se cita al sociólogo Rodolfo Stavenhagen, quien dice que “la negación del derecho a su identidad cultural, así como su exclusión de la sociedad dominante y del concepto hegemónico de nación” es una de las formas más persistentes de discriminación en América Latina.
A esto se suma que la convocatoria es emitida por el Gobierno Municipal de San Cristóbal de las Casas –donde, además, la mitad de la población es indígena, con más de 100 mil habitantes–, institución que debería estar aún más consciente de esa realidad.
Shakespeare es blanco y romántico
Un detalle que también saltó para algunas personas en redes sociales fue el anuncio del casting para “Romeo y Julieta” como “la historia más romántica de todos los tiempos”. Tal eslogan fue considerado una señal de que la producción tiene en mente no una adaptación fiel al texto, sino a la idea ya popularizada y rebajada de este clásico como una aventura donde “el amor lo puede todo” y “las almas gemelas sí existen”, aunque la trama original plantea cuestiones más complejas que el “crush” de dos adolescentes pasionales.
Y no es que la tragedia de los jóvenes italianos no haya sido punto de partida para la exploración de otros temas. De hecho, es común hoy en día que si un clásico llega a escena lo haga de acuerdo a su tiempo. West Side Story, uno de los más importantes musicales de Broadway, recrea la obra de Shakespeare en el Nueva York de mediados de los 50’s, con un elenco multiétnico y una disputa racial –a diferencia de una enemistad entre familias– como el origen del conflicto.
En 1994 dos compañías llevaron al límite la irreconciliable rivalidad de los Montesco y los Capuleto. El Teatro Al-Kasaba, en la ciudad de Ramallah y el Teatro Khan de Jerusalén montaron un “Romeo y Julieta” con el actor palestino Khalifa Natour y la actriz israelí Orna Katz y un libreto bilingüe. Además de las ocasiones en que soldados de Israel impidieron que los actores de Palestina entraran la ciudad, uno de sus directores recibió amenazas de muerte por promover el “matrimonio transnacional”.
A pesar de su atrevimiento, la obra recibió críticas por su “tibieza” ante la situación política, la perpetuación de ciertos estereotipos y en general por dejar el discurso y los cuestionamientos a un nivel superficial.
Sin embargo, el punto se mantiene. Existen muchas maneras de hacer arte y de retomar un clásico para generar nuevas conversaciones en el presente, sin mencionar las incontables ocasiones en que Shakespeare ha dado pie para hablar sobre diversidad.
Un gran espectáculo
Aunque en estos momentos solo se puede especular sobre las intenciones del productor, pues no ha hablado con ningún miembro de la prensa en México, todo indica que esta versión de “Romeo y Julieta” busca irse a lo básico, la representación de la historia, sin nada más por aportar.
Para respaldar tal suposición basta con observar la otra puesta en escena involucrada en el escándalo. “Palenque rojo” es un espectáculo de drama-ballet –como ha sido descrito por algunos medios– que se estrenó en 2007 como una forma de rendir homenaje a la cultura maya prehispánica, que se basa en la historia del gobernante “Kan Joy Chitam II”, hijo de Pakal II y tiene a la fecha más de mil representaciones.
La obra está narrada en español, pero sus personajes hablan completamente en maya. Sin embargo, a pesar de la investigación que hay detrás por parte del director y dramaturgo Hernán Galindo, lo que resalta en notas de prensa y la crítica es el espectáculo visual –posible gracias a un apoyo de Efiteatro–, la producción; su contenido queda en segundo plano.
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