Un ‘Ariel’ para las mujeres desaparecidas; va Norma Pablo por la conquista con ‘Noche de Fuego’

Norma Pablo se disputará este martes el premio como Coactuación Femenina por ‘Noche de Fuego’, una película de Tatiana Hueso que denuncia los feminicidios en México; en exclusiva para Vanguardia, la actriz habla de esta dolorosa historia que le hizo tener pesadillas y que logró 19 nominaciones a los Premios Ariel que hoy celebrará su entrega anual

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/ 10 octubre 2022
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Norma Pablo no es ninguna improvisada, es una actriz de oficio que escoge sus proyectos cuando le tocan ciertas costuras sensibles que envuelven su corazón y también cuando sirven para visibilizar las guerras que ella misma ha luchado a partir de haber nacido mujer y ser madre en un país como México. Norma además decidió dedicarse a la actuación en una industria donde la discriminación es moneda común, pero su talento la ha llevado a ser dirigida por célebres creadores como Arturo Ripstein, Julián Hernández, Luis Mandoki, Roberto Fiesco, Álvaro Curiel, Ernesto Contreras y la multipremiada Tatiana Hueso.

Con esta última hizo mancuerna en un filme que denuncia la violencia que sufren las mujeres en una nación donde colectivos feministas han denunciado que diez mujeres son asesinadas en promedio al día. En ‘Noche de Fuego” Norma Pablo da vida a una madre de familia que habita un pueblo ubicado en la sierra que es controlado por un cártel de la droga y donde ella y otras madres de familia tienen que cortarles el pelo a sus hijas para que parezcan niños y así no sean arrancadas de sus brazos para ser violadas y desaparecidas.

La película fue presentada en Los Pinos y la directora y su elenco han sido ovacionados de pie y premiados en prestigiosos festivales como el de Cannes, el de San Sebastián, el de Londres y una docena más alrededor del mundo.

Noche de Fuego’ fue preseleccionada por México para concursar en los premios Óscar como Mejor Largometraje Internacional, también se convirtió en el tercer filme más nominado de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, los Premios Ariel, que se entregan hoy por la noche y que pondrá en competencia a Norma Pablo en la categoría de Mejor Coactuación Femenina. Vanguardia Habló con la actriz de este filme que pone sobre la mesa un tema que necesita visibilización: La violencia de género.

Norma, ¿Cómo recibiste tu nominación al Ariel?

“Fue una gran sorpresa, además me acabo de enterar que la película es la tercera más nominada en la historia de estos premios. Yo sabía que el trabajo de Tatiana Hueso iba a ser muy poderoso y sabía que iba a tener nominaciones, pero no en mi rubro. La verdad, te soy muy honesta, no pensé que yo saliera nominada, para mí fue algo muy grato, no me lo podía creer”.

¿Cómo terminaste siendo parte crucial del elenco de esta película que ha sido reconocida a nivel internacional?

“Yo no conocía personalmente a Tatiana, pero me encantan sus documentales. Primero me hablaron para hacer el casting y fue ahí que me enteré que la directora iba a ser ella y dije ‘wow, me encantaría quedar seleccionada y trabajar juntas’, porque yo conocía y admiraba su trabajo. Finalmente, luego de tres filtros, me quedé y nos conocimos en Querétaro, que fue donde filmamos la película. Inmediatamente ella nos puso en manos de una ‘coach’ que se llama Fátima Toledo. Tatiana se apoyó muchísimo en ella para embonar el trabajo de los actores y la otra parte del elenco que no tenía experiencia en la actuación”.

Siendo una actriz de oficio, ¿Cuál fue tu experiencia de trabajar con chicas que nunca habían actuado?

“A mí no me sorprendió el trabajar con gente que nunca había actuado, sino lo que haría la directora después de tener el elenco completo. Tatiana tardó muchísimo para encontrar a las tres actrices niñas y luego a las que las iban a interpretar cuando crecieran, cuando fueran adolescentes. Cuando por fin tuvo al casting completo, nos pidió a las actrices Mayra Batalla, Teresa Sánchez y a mí, no ver el guion completo de la película. Nos pidió ir trabajando las escenas día a día, como ella nos la iba dando, ir tallereando de la mano de Fátima y siento que ahí fue como nos encontramos con el corazón de este filme. Ahí encontramos todas los resortes para llegar al set, porque lo que quería hacer Tatiana era rascar y meternos en la profundidad de esta historia. Hacerlo, primero con las chicas, desde la visión del despojo de la niñez y luego desde el punto de vista de las madres que son despojadas de sus hijas. Ella quería que fuera algo profundo, entonces en ese taller que tomamos durante toda la filmación, fue donde encontramos los elementos para hacer una película a corazón abierto. El hecho de que ellas no tuvieran el guion y nosotras tampoco, hizo que tuviéramos muy buena química, porque realmente conocimos la personalidad de cada una de esas chicas que hacían de nuestras hijas y fue muy enriquecedor hacerlo”.

La película muestra la violencia que ejerce el narco en muchas regiones del país, pero además denuncia cómo las mujeres no sólo tienen que trabajar para ellos, sino cómo son raptadas, violadas, desaparecidas. ¿Qué tan difícil fue darle vida a mujeres tan vulnerables?

“Fue un rodaje muy duro, sobre todo en la construcción de este miedo que está todo el tiempo latente en la historia. Imagínate que nunca sabes cuándo esos hombres armados van a llegar a robarse a tus hijas, a matar a tu gente, a tu familia. Y eso mismo sucedió con la manera en que trabajamos el guion, porque nosotras tampoco sabíamos que iba a pasar, qué íbamos a grabar, la secuencia que filmamos la íbamos leyendo y trabajando en el momento. En el caso de las chicas era igual. Así que lo empezamos a ensayar con el método de Fátima en el que primero entrenamos la parte física y luego la parte actoral. Pero definitivamente llegábamos con un trabajo ya elaborado, lleno de vivencias personales. Pero además en la escena en la que a las niñas les cortan el cabello, para que parezcan hombres, para que los narcos no se fijen en ellas, pues realmente les cortaban el cabello. Fue un rodaje que involucró fibras muy profundas en los actores y para estas chicas que nunca habían actuado y también para nosotras, fue un rodaje realmente intenso. Y claro que te van a brotar las lágrimas si te están cortando el pelo de verdad, eso fue tremendo”.

Siendo una actriz tan disciplinada a la que le gusta ir preparando con tiempo sus personajes, ¿Cómo fue trabajar con los ojos un tanto vendados?

“Al principio tenía mucha incertidumbre, pero Tatiana nos dijo ‘quiero que confíen en mi palabra’, porque nos advirtió que no nos iba a dar el guión. Yo le dije que claro que confiaba en ella, pero a medida que iba avanzando el rodaje, yo sentí esa incertidumbre, pero no porque dudara del trabajo de la directora, sino porque me preguntaba si estaba bien lo que estábamos haciendo los actores. Yo me preguntaba, ¿de dónde me agarro? Todo por la manera en que armamos a nuestros personajes. Y fíjate que curioso, porque ahora tengo una nominación al Ariel por un trabajo en donde realmente me sentí frágil todo el tiempo. Por el hecho de ir construyendo un personaje del que no tenía todas sus líneas, donde no podía hacer un estudio profundo de sus motivaciones, de su historia, de cada situación. Sin embargo, me entregué por completo pero desde otro lugar, estábamos haciendo un trabajo grupal, ‘face to face’ con las otras actrices, de vivir el día a día con ellas. Además trabajamos en la zona serrana y no había señal de teléfono y estábamos incomunicadas, filmamos en casas que usan los migrantes en su paso para ir a Estados Unidos. Todo eso ayudó a darle ese realismo que tiene la película”.

¿Cómo fue para ti ver la película por primera vez y hacerlo en Los Pinos con grandes invitados y una alfombra roja a la que fue la crema y nata de la actuación en el país, incluida Yalitza Aparicio?

“Yo lloré mucho. Fue muy entrañable que se estrenara en un lugar tan emblemático como Los Pinos. Luego de todas las emociones encontradas al ver cómo quedó la película, como cereza en el pastel, cantó la coahuilense Vivir Quintana. Fue algo muy bonito, porque ella es una fregona, una tremenda cantante que entonó ese himno feminista llamado ‘Canción Sin Miedo’ y fue catártico, porque al fin pude ver todo el trabajo que hicimos y pude comprobar que se logró recrear todo ese dolor de una historia de un pueblo donde los hombres han dejado solas a sus mujeres. Fue una noche muy especial porque mientras grababa, yo no sabía muy bien qué rumbo iba a tomar la historia, yo siempre sentía esa amenaza de que en cualquier momento se podían llevar a nuestras hijas y yo decía ‘a mi hija es a la menos probable que podían raptar’ y entonces al llegar a la parte del guion donde decía que se la iban a llevar, para mí fue muy fuerte. Creo que por eso pude mostrar un dolor real de lo que fue esa pérdida para mí, gracias a esa manera de trabajar pude construir ese dolor desde adentro, pude sentir esa horrible pérdida”.

Estoy bien agradecida por este personaje y por esta nominación, porque también siento que se trata de representar mi propio ser como mexicana, mostrar mis propios rasgos y el que se me reconozca”.

Tu eres mamá, ¿Cómo te marcó esta historia de manera personal, te imaginabas a tu hija en una situación así?

“Para mí fue muy fuerte, tanto que empecé a tener pesadillas con eso. Yo tengo una hija y soñaba que estaba muerta, soñé que se la llevaban, que le pasaba algo. Hasta que me pasó eso, entendí el alcance de lo que estaba representando. Me movió mucho por dentro, porque es muy doloroso saber que eso sí sucede, que le pasa a muchas mujeres y había esa resistencia como actriz cuando sabes que algo te va a doler. Terminas entendiendo lo que le puede pasar en México a una niña y yo teniendo una hija, pues me provocó mucha tristeza porque me hizo consciente de la realidad en la que vivimos”.

¿Cómo ayudan este tipo de películas a visibilizar la violencia, los feminicidios que sufren las mujeres en el país?

“Ayudan mucho porque estamos muy acostumbrados al cine Hollywoodense y no tiene nada de malo que cuando vayas al cine te quieras olvidar de tus problemas y vayas a ver una comedia romántica, pero este tipo de cine ayuda a visibilizar un problema que padecemos las mujeres, el problema de la violencia y la idea de este tipo de trabajos es denunciar, que quede constancia. Este tipo de historias se tienen que contar porque reflejan lo que está pasando en el país. El cine de Tatiana es un cine de autor, con mucha conciencia social y nosotras como actrices, como seres creativos, no podemos cegarnos ante una realidad dolorosa, y el arte y este en este tipo de cine, sin ser aleccionador puede abrir la caja para para ver esa realidad que ella ya ha mostrado a través de su trabajo como documentalista sobre mujeres desaparecidas”.

¿Para ti que significó ponerle rostro y darle voz a las mujeres violentadas, desaparecidas?

“Estoy bien agradecida por este personaje y por esta nominación, porque también siento que se trata de representar mi propio ser como mexicana, mostrar mis propios rasgos y el que se me reconozca, no solo habla de mí, sino de las mujeres que son iguales a mí. Habla de esa necesidad de que los directores, los guionistas creen historias que nos volteen a ver, porque no es que sea mi rostro moreno, es el rostro de muchas mujeres mexicanas que están ahí y que yo represento de cierta manera. Esto no es sólo un reconocimiento para mí, sino para todas las mujeres mexicanas que salen todos los días a luchar”.

$!Se preparó como actriz en el Instituto Nacional de Bellas Artes, tomando cursos de actuación y perfeccionamiento actoral con maestros como Alberto Estrella y Raúl Zermeño.

Norma Pablo es una actriz mexicana, originaria de la Ciudad de México, quien, luego de completar sus estudios en letras hispánicas por la UNAM, se preparó como actriz en el Instituto Nacional de Bellas Artes, tomando cursos de actuación y perfeccionamiento actoral con maestros como Alberto Estrella y Raúl Zermeño. Empezó trabajando en teatro, de la mano de sus maestros que dirigían obras como Común denominador y Conversación entre las ruinas, antes de buscar oportunidades en cine y televisión, logrando su debut en largometrajes con un pequeño papel en la cinta, de producción hollywoodense, Hombre en llamas (2004), protagonizada por Denzel Washington.

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Norma se ha mantenido activa desde entonces, participando en series como Capadocia (2008), Señora Acero (2014), Sitiados: México (2019) y cintas como Las horas muertas (2013), Cosas imposibles (2020) y Noche de fuego (2021), entre otras.

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