Cómo Facebook falló en detener el abuso racista hacia los futbolistas ingleses

Tech
/ 13 agosto 2021

Según dos personas con conocimiento de la conversación, la postura de Facebook se sintió como un desaire

Autores: Ryan Mac y Tariq Panja

En mayo de 2019, Facebook invitó a las entidades organizadoras del fútbol inglés a sus oficinas de Londres ubicadas frente al Regent’s Park. La agenda del día tenía un punto: ¿qué hacer ante las crecientes agresiones racistas en la red social contra futbolistas negros?

En la reunión se encontraban representantes de cuatro de las principales organizaciones de fútbol de Inglaterra: la Asociación Inglesa de Fútbol, la Liga Premier, la Liga de Fútbol Inglesa y la Asociación de Futbolistas Profesionales.

Según dos personas con conocimiento de la conversación, la postura de Facebook se sintió como un desaire. Los ejecutivos de la compañía le dijeron al grupo que tenían muchos problemas con los cuales lidiar, como, por ejemplo, contenidos sobre terrorismo y abuso sexual infantil.

Pocos meses después, Facebook les proporcionó a los representantes futbolísticos una guía de seguridad para los atletas, que incluía instrucciones sobre cómo los jugadores podían protegerse de la intolerancia mediante el uso de sus herramientas.

El mensaje era claro: los jugadores y los clubes tenían que encargarse ellos solos de su protección en línea.

Las interacciones fueron el comienzo de lo que se convirtió en una campaña de más de dos años por parte del fútbol inglés para presionar a Facebook y a otras compañías de redes sociales a que frenaran el discurso de odio en línea contra sus jugadores.

Desde entonces, las autoridades del fútbol se han reunido en numerosas ocasiones con las plataformas, publicaron una carta abierta para pedir un cambio y organizaron boicots a las redes sociales.

Varios empleados de Facebook también se han unido a la petición y han exigido que se realicen mayores esfuerzos para detener el acoso.

La presión se intensificó tras la Eurocopa, el mes pasado, cuando tres de los jugadores negros de la selección de Inglaterra fueron víctimas de un torrente de insultos raciales en las redes sociales por fallar penaltis en la tanda decisiva del juego final.

El príncipe Guillermo condenó el odio y el primer ministro británico, Boris Johnson, amenazó con regular y multar a las empresas que continuaran permitiendo las agresiones racistas. Dentro de Facebook, el incidente fue elevado a la categoría de “Site Event 1”, la alerta más grave.

Sin embargo, mientras la Liga Premier, la división más importante de Inglaterra, se prepara para iniciar su temporada este viernes, las autoridades del fútbol han afirmado que las compañías de redes sociales —en especial Facebook, la más grande— no han tomado el tema con suficiente seriedad y, como consecuencia, los jugadores estaban otra vez predispuestos a recibir odio en línea.

Las empresas de redes sociales no están haciendo lo necesario “porque el dolor no ha sido lo suficientemente grande para ellos”, dijo Sanjay Bhandari, presidente de Kick It Out, una organización que apoya la igualdad en el fútbol.

Facebook volverá a intentarlo esta temporada. Su aplicación para compartir fotografías, Instagram, lanzó nuevas funciones el miércoles 11 de agosto con el objetivo de lograr que el material racista sea más difícil de visualizar, según una publicación de blog.

Entre las nuevas funciones, se encuentra una que les permitirá a los usuarios ocultar comentarios y mensajes potencialmente acosadores de cuentas que no los sigan o los hayan seguido hace poco.

“La desafortunada realidad es que afrontar el racismo en las redes sociales, al igual que afrontar el racismo en la sociedad, es complejo”, dijo a través de un comunicado Karina Newton, directora global de políticas públicas de Instagram. “Hemos logrado avances importantes, muchos de los cuales han sido impulsados por nuestras discusiones con grupos que han sido objeto de abusos, como la comunidad de fútbol del Reino Unido”.

Sin embargo, los ejecutivos de Facebook también reconocen en privado que es muy probable que el discurso racista contra los futbolistas ingleses continúe. “No hay nada que pueda solucionar este problema de la noche a la mañana”, escribió el mes pasado Steve Hatch, director de Facebook para el Reino Unido e Irlanda, en una nota interna a la que The New York Times tuvo acceso.

Algunos jugadores parecen estar resignados al abuso. Cuatro días después de la final de la Eurocopa, Bukayo Saka, de 19 años, uno de los jugadores negros de la selección inglesa que falló un tiro penal, publicó en Twitter e Instagram que “las poderosas plataformas no están haciendo lo suficiente para detener estos mensajes” y calificó todo el asunto como una “triste realidad”.

Eso ha avivado los abusos en línea. En enero, Rashford usó Twitter para denunciar a “lo peor de la humanidad y las redes sociales” tras recibir mensajes racistas. Dos de sus compañeros del Manchester United, que también son negros, fueron insultados en Instagram con emojis de monos —utilizados con el objetivo de deshumanizarlos— tras una derrota.

Dentro de Facebook, los empleados constataron el incremento del discurso racista. En un foro interno destinado a resaltar la prensa negativa al departamento de comunicaciones, un empleado comenzó a catalogar artículos sobre futbolistas ingleses que habían sido víctimas de abuso en las plataformas de Facebook. Para febrero, la lista había crecido a unos 20 clips de noticias diferentes en un solo mes, según un documento de la compañía revisado por el Times.

Las organizaciones de fútbol inglesas continuaron reuniéndose con Facebook. Este año, los organizadores también incorporaron a Twitter a las conversaciones y formaron lo que se terminó conociendo como el Grupo de Trabajo contra el Odio en Línea.

Sin embargo, los dirigentes del fútbol se sintieron frustrados por la falta de progreso, dijeron. No había ningún indicio de que los líderes principales de Facebook y Twitter estuvieran al tanto de los abusos, dijo Edleen John, quien dirige el departamento de relaciones internacionales y asuntos corporativos de la Asociación Inglesa de Fútbol. Tanto ella como otros comenzaron a discutir la idea de escribir una carta abierta a Mark Zuckerberg y Jack Dorsey, los directores ejecutivos de Facebook y Twitter.

“¿Por qué no intentamos comunicarnos y reunirnos con las personas que están de verdad al mando de las compañías y vemos si eso logra generar un cambio?”, dijo John, para explicar el razonamiento.

En febrero, los directores ejecutivos de la Liga Premier, la Asociación Inglesa de Fútbol y otras organizaciones publicaron una carta de 580 palabras a Zuckerberg y Dorsey, en la que se les acusó de “inacción” contra el abuso racial. Los redactores exigieron que las compañías bloquearan los contenidos racistas y discriminatorios antes de que fueran enviados o publicados. También presionaron para que se estableciera la verificación de identidad de los usuarios para así poder erradicar a los agresores.

Sin embargo, “no obtuvimos una respuesta” de Zuckerberg o Dorsey, dijo John. En abril, varias organizaciones, jugadores y marcas del fútbol inglés organizaron un boicot de cuatro días a las redes sociales.

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