Pese a que ayer no se hallaron nuevos restos humanos, la cifra de fallecidos por el fuego subió a 88 personas luego de que los investigadores determinaron que tres grupos separados de restos humanos correspondían a más de una persona.
La oficina del sheriff del condado de Butte dijo que más de 800 personas están revisando los restos calcinados en busca de cadáveres. Dijo que 563 personas siguen desaparecidas.
El "Camp Fire" ha destruido más de 12,000 edificios, en su mayoría en la población de Paradise, que quedó completamente engullida por las llamas, y ha quemado 57,500 hectáreas.
Este incendio es de los más mortíferos que jamás haya experimentado el estado más poblado de Estados Unidos, junto con el de Griffith Park en Los Ángeles en 1933 (29 muertos) y el de Oakland Hills en 1991 (25 fallecidos).
El presidente estadounidense, Donald Trump, culpó a las autoridades californianas de una "absoluta mala gestión" en los devastadores incendios que vive el estado y amenazó con cancelar futuras ayudas federales.