Trucos mentales para un cerebro lúcido a cualquier edad

Círculo
/ 22 septiembre 2015

Le diremos cuál es la mejor medicina para conservar las neuronas bien conectadas -y los siete secretos que garantizan un cerebro creativo a cualquier edad.

La "entrada en edad" siempre se ha relacionado con la pérdida de facultades mentales. Pero los especialistas en el funcionamiento del cerebro aseguran que esa es una concepción incorrecta.

Es cierto que un cerebro joven tiende a resolver problemas con más rapidez que uno adulto, pero eso no es necesariamente negativo, ya que la lentitud es generada por la acumulación de experiencias que obliga a ponderar las posibilidades, antes de llegar a una respuesta (a la mejor respuesta).

También es cierto que, a cualquier edad,  un cerebro embotado por una actividad sedentaria, con muchas horas frente al televisor, empieza a volverse lento y a tener problemas de memoria.

Así como a los pacientes de una larga hospitalización les cuesta volver a caminar -porque han perdido tono muscular-, también las facultades intelectuales requieren de un entrenamiento diario para mantenerse "en su punto".

Las monjas de Mankato

Envejecer es un vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados (André Maurois)

En su manual "Un cerebro joven", Tony Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual a una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EU) llamado Mankato.

Desde hace tiempo Mankato interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, porque muchas de esas mujeres superan los 90 años, la mayoría de ellas con una asombrosa agilidad mental.

Una monja de esa comunidad, Marcella Zachman, apareció en la portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su quehacer hasta los 99 años.

El profesor David Snowdon, de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre esas mujeres hay un índice de demencia senil muy por debajo del promedio.

La respuesta fue que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada. Compiten en concursos, resuelven crucigramas y debaten sobre temas actuales, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases.

Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos neurales.

Los estudiosos del cerebro humano han encontrado que cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.

Por lo tanto, el buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia gris con nuevos retos y estímulos de calidad.
Otros ejemplos de que la agilidad mental no está reñida con la edad fueron Miguel Angel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, el último de su vida.

Goethe terminó su obra maestra "Fausto" a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago, a los 87 años sigue adelante con una envidiable actividad literaria.

Pautas para un cerebro siempre lúcido
Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar (Oliver Holmes).
Según los entendidos hay siete pautas para mantener el cerebro joven a cualquier edad.

1. Ejercicio

El mejor tonificador del cerebro es la actividad física regular, ya que mejora el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre.

Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones neurales. Por tanto, el ejercicio evita que el cerebro se deteriore.

2. Buena alimentación

El consumo de alimentos altos en antioxidantes -frutas, verduras, legumbres (frijoles y lentejas), nueces, té verde- neutraliza los destructivos radicales libres que envejecen el cerebro de manera prematura.

Por otro lado, una alimentación con demasiado grasa, deriva en presión arterial y colesterol altos, obesidad y diabetes, todo lo cual dificulta el riego sanguíneo, al cuerpo y al cerebro.

3. Aprender siempre

Aunque la materia gris empieza a envejecer a los 30 años, el aprendizaje constante permite mantener la agilidad mental. Por eso conviene enfrentar con frecuencia nuevos desafíos.

4. Mantener la calma

El estrés puede dañar el proceso de aprendizaje y la memoria. En especial, el estrés crónico, que debilita el hipocampo, la región cerebral donde se forma y consolida la memoria.

5. Dormir suficiente

Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes.

Se debe a que, mientras dormimos, el cerebro reordena y consolida lo que ha aprendido en la víspera. La expresión "voy a consultarlo con la almohada" tiene, por tanto, mucho sentido.

6. Reír

El humor estimula la producción de dopamina, un neurotransmisor que nos hace "sentir bien". La risa relativiza las preocupaciones, y evita que la mentes se  quede anclada.

7. Aprovechar la experiencia.

Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con miles de experiencias que nos proporcionan un excelente criterio para discernir. Esta información permite a los mayores  ponderar y resolver los problemas de una manera que no se encuentra al alcance de una persona más joven.

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