Latin Roots celebra un año promoviendo la educación artística a ritmo de cajón peruano
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Griselda Mendoza, fundadora de esta escuela de percusiones, en entrevista celebró este primer aniversario y destacó la importancia del arte en la formación humana
Este 13 de mayo un proyecto que con ritmo ha cambiado la vida de muchos cumplió su primer año de vida. El ensamble de percusiones y ritmoterapia Latin Roots de Griselda Mendoza celebra este aniversario con gran entusiasmo en medio de una contingencia que ha expandido su presencia.
En entrevista con VANGUARDIA la docente de educación artística y fundadora de la academia de percusiones latinas nos contó la historia de este espacio así como los logros y descubrimientos que ha hecho.
Todo comenzó cuando estuvo a cargo de diversos grupos de educación básica en una escuela de la ciudad, donde les enseñaba principalmente música. Al ver que algunos de los pequeños más inquietos no ponían atención y dejaban el instrumento por hacer otras cosas decidió llevar su propio cajón peruano para darles una opción más acorde a su energía y necesidades.
Esto provocó que eventualmente todo el grupo quisiera aprender y se las arregló para poder compartir su conocimiento con ellos pero luego de renunciar a esa escuela, los niños a los que daba clases, así como sus padres, expresaron el interés por continuar su educación en este instrumento.
“Ellos decían que no querían dejar de recibir clases, sobre todo de música, porque era un ensamble de percusiones latinas”, comentó, “son instrumentos que les llamaron la atención y conectaron con ellos y las mamás buscaron dónde podían tomar alguna clase y no encontraron”.
Reconoció que en aquel momento, hace un par de años, era complicado el buscar un espacio y el presupuesto para fundar la academia, pero fue tanto el interés de sus alumnos que encontró la manera, no sin antes pulir sus habilidades y educarse aún más en la educación artística, pues ella es licenciada en Derecho de profesión, aunque por placer es que aprendió música.
“No me sentía muy segura por ese lado, no soy egresada de la Escuela de Música como para poner una academia especializada en ese instrumento”, contó, “empecé a idear la manera de prepararme también yo”.
“Entré a algunos diplomados, tomé cuatro, después dije, la cuna de la percusión en América es Sudamérica y fue cuando planee irme a estudiar allá, con maestros especializados”, agregó, “fueron dos meses más o menos. Estuve tocando tambores y aprendiendo no solamente la técnica sino también historia y desarrollo de los tambores en el continente y en el mundo en general y me traje bibliografía de allá”.
Todo este esfuerzo que le ha dedicado a Latin Roots —donde tocan cajón peruano, bongós, congas y bombo legüero— no se produjo solo por el interés que había en una academia así, sino porque está consciente de los beneficios que trae la educación artística, en especial para los más pequeños, aunque actualmente tiene alumnos de todas las edades, igual de interesados y capaces.
Recuerda que cuando comenzó a dar clases de percusión en esa escuela llegaron madres a preguntar qué estaba pasando en el aula pues “(las mamás decían) tengo problemas de comunicación con mi hijo, no me hablaba, no me decía si estaba triste o porqué estaba enojado, y ahora lo veo muy cambiado, me habla y me comparte sus sentimientos y es algo que no había pasado hasta que entró aquí”.
Parte de este éxito lo adjudica a la manera en como se desarrollan las clases, donde promueve la colaboración y un ambiente cordial, en el que si alguien falla los demás lo motivan a continuar, sin burlas, y donde los éxitos se celebran.
La contingencia sanitaria mudó las clases a las redes y esto abrió la puesta a alumnos de otras partes de México e incluso de otros países.
“Además de crear música ellos obtienen más seguridad en sí mismos”, concluyó, “llevar la clase como equipo hace que ellos también sean más solidarios, que aprendan a trabajar de otra manera y que aplaudan los logros de los demás”.
Aniversario. A un año de su inauguración Latin Roots cuenta con alumnos de todas las edades y ahora, en medio de la contingencia, también de otras partes del país y del mundo.