Pemex en crisis, las respuestas que debes saber

La empresa productiva del estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha enfrentado en los meses recientes la caída en los precios del crudo, el aumento de su deuda y una crisis financiera que la obligó a reestructurarse para generar ahorros.

Te dejamos siete preguntas sobré qué le pasa a Pemex y porque vive una crisis.

Este texto fue publicado originalmente en inglés en El Daily Post.

    ¿Qué está sucediendo en Pemex? La compañía enfrenta la más severa crisis financiera de su historia, provocada en buena medida por la pérdida de 70% de sus ingresos por exportaciones desde 2014. En cada uno de los últimos trece trimestres ha registrado pérdidas multimillonarias.

    ¿Por qué están tan mal las finanzas de Pemex? Desde los años ochenta, los sucesivos gobiernos federales han extraído cuantiosos recursos de Pemex para financiar sus presupuestos, dejando muy pocos recursos para que la empresa reinvierta en recuperar reservas y modernizar su infraestructura y procesos.

    ¿Por qué han extraído tantos recursos de Pemex los gobiernos federales? Es mucho más sencillo gravar a una empresa estatal rica que a la población en general. En otras palabras, Pemex no vota en las elecciones y no se puede quejar de aumentos en impuestos y servicios públicos deficientes.

    ¿Es esta la única razón por la que Pemex está en problemas? No. Para mantenerse a flote, Pemex ha tenido que suscribir más y más deuda; los pagos de interés se han vuelto insostenibles. También, la corrupción rampante entre administradores, contratistas y líderes sindicales ha afectado sus finanzas. Por demás, el astrónomico pasivo laboral no financiado ha terminado por ahogarla.

    ¿Es todo Pemex una zona de desastre? No. Su negocio de exploración y producción de petróleo crudo y gas sigue siendo rentable, aún con precios internacionales bajos. Sin embargo, sus negocios de refinación, petroquímica y fertilizantes se han administrado mal y tienen grandes pérdidas.

    ¿Puede Pemex competir en un mercado abierto? Depende de en cuáles actividades concentre sus recursos, en qué tanto pueda adelgazar la planta laboral operativa y administrativa, y en qué tan bien se administren sus subsidiarias.

    ¿Será vendida o desaparecerá la empresa? No. Pemex tiene asignaciones de recursos naturales muy grandes, así que, en el largo plazo, seguirá siendo rentable. Sin embargo, algunas de sus líneas de negocios valen menos que lo que deben. No sería sorprendente que sus refinerías o complejos de fertilizantes fueran puestas a la venta en los próximos dos años.
Los precios de la gasolina en México

El 23 de febrero, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el adelanto de la fecha para liberalizar las importaciones de combustibles automotrices de enero de 2017 a abril de 2016.

También dijo que permitir que empresas privadas importen combustibles conllevará a menores precios al consumidor.

Esto no es verdad.

¿Por qué? Antes de la reforma energética, la petrolera estatal Pemex era la única empresa autorizada para producir e importar combustibles automotrices, pero…

Sus refinerías son obsoletas e ineficientes, y no pueden satisfacer la creciente demanda interna.

Las importaciones de combustibles han ido al alza continuamente durante los últimos quince años.

En 2015, la empresa vendió más gasolina importada que la que produjo localmente.

Tras la reforma energética, Pemex continuaría siendo el único productor, importador y distribuidor hasta 2017, pero…

Con finanzas cada vez más comprometidas, no puede seguir importando grandes cantidades de combustibles.

Por lo tanto, el anuncio del presidente pretende aliviar esta situación.

No obstante, la Secretaría de Hacienda continuará cobrando impuestos federales, estatales y al carbono por cada litro vendido.

Estos impuestos son:

Eficientes: Sustituyen los impuestos que Pemex no puede contribuir y se cobran al instante del consumo.

Progresivos: Quienes usan autos con motores más grandes o menos eficientes pagan más impuestos.

Verdes: Ayudan a contener el incremento en emisiones de gases de efecto invernadero por mayor uso de automóviles.

La Secretaría de Hacienda debe diseñar una nueva política fiscal para el mercado libre de combustibles, antes de que pueda abandonar la actual política,

Así que continuará determinando el precio de las gasolinas y el diesel mensualmente.

Por lo tanto, los precios de los combustibles no disminuirán en 2016, y probablemente tampoco en 2017.

¡A usar su bicicleta!