Celia Cruz y su inolvidable historia de amor

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/ 22 octubre 2015

<p>Los seguidores de Celia Cruz no olvidan su historia&nbsp;de amor junto a su inseparable Pedro Knight, su "cabecita de algodón". &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp;&nbsp;</p>

Madrid, España.- La partida de Celia Cruz, tras perder su batalla contra el cáncer, devastó a su "cabecita de algodón", como ella llamaba al hombre con el que compartió su vida y los escenarios. Fueron muchos los que creyeron que Pedro Knight, aquejado por muchos años de diabetes, y al que una vez ella se refirió como su padre, su madre, su hermano, su gran apoyo, no sobreviviría la muerte de su querida Celia.
Tres años y medio más tarde el trompetista murió y fue sepultado junto a su famosa esposa, tal y como dispuso "la Guarachera de Cuba", en el cementerio Woodland de El Bronx, en Nueva York, conocido como el "condado de la salsa", lugar que continúa siendo punto de peregrinaje para los admiradores de la cantante, a la que dejan flores y mensajes e incluso un pastel el día de su cumpleaños, pese a haberse cumplido el décimo aniversario de su muerte.

EL INICIO DE SU RELACION ¿COSAS DEL DESTINO?

Celia y Pedro se conocieron el 3 de agosto de 1950 en la estación de radio CMQ en Cuba, donde ensayaba la Sonora Matancera, de la que Knight era trompetista.

"Celia fue porque la habían recomendado. Myrta Silva (cantante puertorriqueña) se había ido y buscaban una cantante. Cuando llegó al primero que se encontró fue a Pedro Knight. Desde ese día empezó a ayudarla con los arreglos y sostuvieron una bonita amistad por diez años", recordó Omer Pardillo, quien durante quince años fue el representante de la estrella cubana y testigo de su relación de pareja.

Tal parecía que el destino se había empeñado en unirles ya que Celia se convirtió en la nueva cantante de la famosa orquesta cubana.

La relación de la cantante y el trompetista trascendió a lo profesional y se enamoraron, aunque Celia dijo muchas veces que al principio prefirió no hacerle caso porque Knight -que tenía dos matrimonios previos y varios hijos- "tenía fama de mujeriego".

EL EXILIO

La orquesta Sonora Matancera sale de Cuba para exiliarse en México el 15 de julio de 1960 y con ella su cantante Celia Cruz y su trompeta Pedro Knight. Seis meses después Celia viajó a Nueva York, donde había estado antes sola, por un contrato para presentarse en el entonces famoso club Palladium, convirtiéndose la Gran Manzana en la plataforma de lanzamiento de su exitosa carrera, que incluyó su participación con las orquestas de Tito Puente, Johnny Pacheco y las ya legendarias Estrellas de Fania.

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