Sesenta años temiendo, admirando y odiando a "Bild"
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Con casi tres millones de ejemplares que llegan a 12 millones de lectores cada día, el gigante sensacionalista es el diario más leído en todo Europa.
Berlín, Alemania.- Con la prensa de todo el mundo sumida en una profunda crisis de identidad, vale la pena aprovechar los 60 años del diario alemán "Bild" para volver a asomarse a uno de los experimentos mediáticos más singulares y exitosos de la historia.
Con casi tres millones de ejemplares que llegan a 12 millones de lectores cada día, el gigante sensacionalista es el diario más leído en todo Europa, pero también el medio más influyente, temido, admirado y denunciado de Alemania.
Su poder quedará reflejado mañana en una particular "fiesta de cumpleaños": "Bild" distribuirá una edición especial gratuita en 41 millones de hogares alemanes -los ejemplares apilados formarían una torre de 150 kilómetros de altura- y marcará así un récord Guinness.
La edición aniversario "incluye todo lo que aman los lectores: exclusivas, entretenimiento, cosas excitantes y grandes sentimientos", definió su director, Kai Diekmann.
Sus palabras resumen la exitosa fórmula de "Bild": una caótica y colorida mezcla de mujeres desnudas, consejos al consumidor, historias truculentas, concursos de mascotas y exclusivas políticas que moldearon el paisaje del poder en Alemania.
La perla del magnate de los medios Axel Springer (1912-1985) salió a la calle el 24 de junio de 1952 en una Alemania aún dividida, inspirado en los modelos de la prensa amarilla británica y con el objetivo de competir con el avance de la televisión.
Pero la enorme masa de lectores que amasó con los años y sus excelentes fuentes dentro del poder -y en particular dentro de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel- lo convirtieron en mucho más que un diario bizarro y destinado sólo a las capas de población con menos formación.
Su página 2 está considerada por muchos la mejor página política de los medios alemanes. "Bild" acompaña los desayunos de todo periodista o político en Alemania, incluyendo, según los rumores, el de la propia Merkel. Y es una norma tácita que no hay político alemán que resista en su cargo si "Bild" le baja el pulgar.
El ejemplo más reciente fue Christian Wulff (CDU). El presidente de la primera potencia europea se vio forzado a renunciar en febrero en medio de un escándalo por cohecho destapado por "Bild".
La otra cara de ese poder fue la polémica. El diario no siempre respetó algunos principios básicos del periodismo, como denunció en 1977 el reconocido periodista alemán de investigación Günter Wallraff en el libro "Der Aufmacher" ("La noticia de primera plana").
Wallraff pasó algunos meses en el diario con una identidad falsa y sacó a la luz algunas de sus prácticas periodísticas más sucias, incluyendo manipulación de noticias o historias sencillamente inventadas.
También su tendencia populista-conservadora derivó en escándalos. Durante las protestas de mayo de 1968, la aversión de Springer por el comunismo lo llevó a declar enemigo del Estado al activista estudiantil Rudi Dutschke. El joven fue asesinado días después y el diario acusado de motivar el crimen.
En los últimos años, "Bild" volvió a ser el centro de la polémica al agitar los prejuicios contra la inmigración musulmana en Alemania o contra los griegos en crisis.
"¡Los griegos quieren nuestro dinero!" o "¿Llevará Grecia a la quiebra a los bancos alemanes?" fueron algunos de los titulares. "Bild" llegó a recomendar: "Vendan sus islas y su Acrópolis, griegos en bancarrota" o "Mantenga ese 'no', señora Merkel".
En las manifestaciones celebradas este año contra los recortes en Atenas, muchos griegos agitaban en alto un ejemplar de "Bild" como símbolo del dictado de ahorro llegado desde Berlín.
El diario se defiende asegurando que el resto de medios actúa igual. "No somos peores. El mundo, los medios se han 'amarillizado'", explicó recientemente Diekmann. "Informamos no sólo lo que pasa, sino también cómo siente la gente lo que pasa".
Al igual que el resto de la prensa mundial, "Bild" sufrió en los últimos años una constante caída en su tirada, pero sigue multiplicando por cinco o seis las ventas de los diarios más leídos en el ámbito hispanohablante.
Sólo este dato hace de su polémica fórmula un referente ineludible en el debate actual por la crisis de los medios.
El aniversario en Internet: http://www.axelspringer.de/BILD60