¿Por qué fascina la monarqía?
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La pasión que generan las revistas del corazón con sus noticias sobre las casas reales es a menudo difícil de entender, pero según expertos en la materia y psicólogos, no se trata sólo de entretenimiento, sino que intervienen otros elementos.
Madrid, España.- ¿No es acaso infantil y algo vergonzoso el entusiasmo que rodea la boda entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton? Los expertos dicen que no, es que algo explicable y más complicado que a primera vista.
La pasión que generan las revistas del corazón con sus noticias sobre las casas reales es a menudo difícil de entender, pero según expertos en la materia y psicólogos, no se trata sólo de entretenimiento, sino que intervienen otros elementos.
LA AÑORANZA DE UNA CASA REAL:
En los países donde no existe. El típico ejemplo es Estados Unidos, aunque también Alemania, donde desde 1918 ya no tienen "Kaiser" y donde las raíces germanas de los Windsor entusiasman a los alemanes. A su vez, la monarquía británica hace soñar a los estadounidenses con un pasado remoto, por más que en verdad estén felices de haberlo dejado atrás. La familia Kennedy ha sido en las últimas décadas un sustituto local que genera similares pasiones.
LA AÑORANZA DE UNA UNIDAD CULTURAL:
Los Windsor, y sobre todo la reina, constituyen el centro cultural de Reino Unido. "De esa forma hay una sensación de pertenencia , una unión intensa con las demás personas", afirma el sociólogo de la cultura Frithjof Hager. Es un papel que también juega para parte de la sociedad española la Casa Real local. Y que algunos echan de menos como elemento aglutinante en muchos países latinoamericanos, donde en la época de la independencia se llegó a proponer crear una Corona propia, incluso de raíces indígenas.
LA FASCINACION DE LOS CUENTOS DE HADAS: Â
No hay más que ver el éxito de las telenovelas en el mundo hispanoamericano. Los niños crecen con los cuentos de princesas que luego se repiten en la eterna fórmula de la Cenicienta que conquista al joven rico y consigue hacer realidad su amor y sus sueños. Eso sí, en los últimos años con elementos renovados y modernos -desde parejas gay a temas políticos o difíciles como el sida-. Igual que Guillermo y Kate, que se presentan como una pareja de sangre azul pero "con los pies en la tierra".
LA FASCINACION POR EL ESTILO:
Todos se burlan de los sombreros que llevan los aristócratas británicos y su forma de vestir, pero en un punto hay una profunda admiración por su seguridad a la hora de ponerse lo que les da la gana y la consideración especial de la que gozan. Todas sus normas de comportamiento, protocolo y la forma específica de hablar que marcan a la clase alta británica, o la autodisciplina aprendida en la escuela de élite Eton, frente a la que la "torpeza" de los nuevos ricos resulta evidente.
LA FASCINACION POR LA POMPA:
En muchos países donde el patriotismo es una cuestión polémica, el orgullo nacional de los británicos encandila. Todos conocen al menos el título de "God Save The Queen" (aunquesólo sea en la versión de los Sex Pistols) y miran con envidia la pompa y circunstancia con la que organizan los ingleses sus funerales o sus bodas. La escritora Cathy Dobson opina que "una boda real con carruajes, soldados a caballo e invitados ataviados de forma extravagante con sombreros de pluma, uniformes y faldas escocesas conecta con la pasión por los rituales".
LA FASCINACION POR EL ROMANCE:
Puede que a Kate Middleton no le guste, pero el Palacio de Buckingham es una especie de casa de Gran Hermano de la que ya no se vuelve a salir. Cada miembro se encuentra bajo el constante escrutinio de los medios y eso no ayuda precisamente a las relaciones humanas. "Pese a ello esperamos que lo de Guillermo y Kate dure, tal como esperábamos con Carlos y Diana", asegura un monárquico convencido. Y todos los románticos incurables.