Gran retrospectiva de mexicana Frida Kahlo en Berlín

Los preparativos de la muestra de esta pintora fallecida en 1954 se convirtieron en un desafío por la nube de ceniza de un volcán de Islandia que tuvo paralizado el tráfico aéreo en Europa días atrás.

Una parte de los 150 cuadros de todo el mundo llegó con demora y obligó a los organizadores a cancelar la tradicional visita de la prensa previa a la inauguración.

"Estamos cumpliendo los plazos según lo planeado, pero haciendo turnos extra y de noche", explicó el director del museo Martin Gropius, Gereon Sievernich.

Muchas pinturas de la influyente artista surrealista, que se nutrió deliberadamente del arte maya y azteca, eran hasta ahora desconocidas y dos obras importantes habían sido dadas durante mucho tiempo por desaparecidas.

Por primera vez serán expuestas en Alemania las dos grandes colecciones de obras de Kahlo que hay en el mundo, la colección Olmedo y la Gelman. Esta última no pudo ser exhibida durante años debido a un pleito judicial.

La curadora Helga Prignitz-Poda se abocó a la búsqueda de las obras durante tres años "en cámaras de tesoros y talleres de falsificadores". "Es como el juego de los sombreritos. Cuando por fin has encontrado un cuadro, desaparece debajo del otro sombrero".

Explicó que los cuadros han cobrado tanto valor que cambian rápidamente de dueño y también aumentan las ventas de falsificaciones.

Para el director del museo, que organizó en 1982 la primera muestra de Frida Kahlo en Alemania, sigue siendo un enigma la fascinación que ejerce la artista en sus seguidores. "Quizás fue la singular personalidad de la pintora, que irradiaba melancolía y sufrimiento, pero al mismo tiempo humor".

En vida, Kahlo suscitaba con frecuencia más interés por sus apariciones y relaciones amorosas que por su obra. Nacida en 1907 en un suburbio de Ciudad de México, su vida quedó marcada por las serias heridas que recibió a los 18 años en un accidente de autobús que casi le cuesta la vida.

Kahlo volcó en su arte todo el sufrimiento que padecería por el resto de su corta vida. También dejaron huella su papel de precursora del movimiento feminista y su difícil relación con el muralista mexicano Diego Rivera, con quien se casó por segunda vez en 1940.

La vida emocional de la artista queda al descubierto en especial en los cuadros pequeños, en los que expresa sus ansias de juventud, salud, independencia y realización.

Completan la muestra una serie de fotografías de propiedad de familiares y amigos de la pintora bajo la cura de la sobrina nieta de Kahlo, Cristina.

La retrospectiva surgió de la cooperación con el Foro Artístico de Viena, donde también será exhibida. También el gobierno de México, que ha declarado la obra de la artista de patrimonio cultural nacional, auspicia el evento.

Kahlo estará bien acompañada en el Museo Martin Gropius: al mismo tiempo se expone una espectacular retrospectiva del artista islandés Olafur Eliasson. El museo cuenta con que ambas concitarán la atención de decenas de miles de visitantes.