El Cilandro
COMPARTIR
Es una hierba delicada y muy popular. Es parte fundamental de muchos platillos de Oriente y Occidente, e indispensable en la preparación de una rica salsa verde. En las cocinas orientales neutraliza los sabores fuertes de las carnes y da acento especial a las salsas picantes.
En China, el cilantro era asociado con la importalidad. En inglés lo llaman cilantro cuando se trata de sus hojas, o coriander, cuando se trata de sus semillas, que también son comestibles y se usan mucho en la cocina tex-mex y en la interpretación norteamericana de la comida mexicana.
Es muy fácil de cultivar. Incluso mucho gente lo tiene en macetitas en su cocina. Para ello, sólo necesitas adquirir semillas de cilantro en cualquier mercado y ponerlas en tierra de maceta: así puedes tener siempre cilantro fresco.
Antes de usarlo, debes lavarlo muy bien y, de preferencia, desinfectarlo. No es necesario que quites las hojas de los tallos, puedes picar todo finamente y agregarlo cuando estés cocinando, o bien como toque decorativo final.
Al comprarlo, no lo confundas con el perejil. Muchas veces lo venden con todo y sus raíces: ésta es una forma fácil de identificarlo (el perejil nunca se vende con raíz) y en cuanto huelas sus delicadas hojas, verás que es imposible confundirlo.
Un consejo para su conservación es lavarlo y desinfectarlo bien, después extenderlo en una toallita limpia para que se seque lo más posible. Cuando ya se haya ventilado lo suficiente y esté casi seco, puedes envolverlo en una servilleta, ponerlo en un recipiente que cierre herméticamente y meterlo al refrigerador.
En las condiciones recomendadas puede durar hasta cinco o seis días. Si solamente lo pones en agua, sumerge las raíces y durará de tres a cuatro días. Siempre debe lucir verde. Si toma un color amarillo ocre, es mejor desecharlo.