Omnia: Fobia escolar
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Los niños están acostumbrados a sentirse mimados, por eso se niegan a separarse de mamá para ir a la escuela donde los ponen a trabajar, según sus propios comentarios. Usted puede motivarlos a olvidar el temor a enfrentarse a un mundo desconocido y desaparecer esa ansiedad que despiertan en ellos las exigencias escolares y la relación con la gente que convive en la escuela.
Ir a la escuela es un gran reto para muchos niños, especialmente para quienes no han estado en guarderías o no han tenido que salir del hogar. Pero también hay que checar si existe algún factor de riesgo en el colegio, como un compañero agresivo o un maestro muy severo.
Por ejemplo, Javier recurre a cualquier argumento para no asistir a la escuela. Faltando justo cinco minutos para entrar al aula le duele tremendamente el estómago, siente muchas ganas de vomitar y su cara se transforma en la de un niño enfermo que debe quedarse en casa; al principio su mamá se sentía la peor señora del mundo pues lo obligaba a entrar a estudiar, pero después entendió que sólo eran excusas de Javier, pues con sólo ver a sus amiguitos se le olvidaba cualquier síntoma de enfermedad. Ella tenía razón.
Los especialistas en psiquiatría y psicología infantil coinciden en que la fobia escolar, aunque transitoria, es frecuente y fácil de resolver, sin embargo, debe atenderse de manera delicada, no con regaños. Es necesario que los menores entiendan ya de responsabilidades y que deben quedarse en casa sólo por una razón justificada.
De manera que si no quiere que la escuela se vuelva una tortura, motive a su hijo. Explíquele todas las aventuras que va a vivir en el aula, coméntele cómo aprenderá a dibujar o a escribir su nombre; esto le ayudará a crear una imagen distinta de la escuela.
Hay también razones especiales por las que los niños no desean asistir a clases. Una de ellas puede ser cuando los padres exigen demasiado sobre su rendimiento escolar.
Si los síntomas se dan en el trayecto a la escuela, pero se alivian al llegar, puede que haya ocurrido un problema del que usted no esté enterado que le produzca fuerte temor.
Cuando la ansiedad se inicia en el trayecto, aumenta en la escuela y se agrava ahí, probablemente esté relacionado con exigencias del mismo colegio o amenazas de algún compañero violento. Consulte a un especialista cuando sepa perfectamente lo que le ocurre a su hijo para que le ayude a solucionar el problema.
Pero recuerde que lo más importante es que el pequeño vea en la escuela una oportunidad de socializar y aprender. Recuerde, apenas es un niño con quien nosotros estamos comprometidos a llenar de cariños y besos siempre. Feliz Día del Niño.