México vive un racismo evidente que prefiere ignorarse
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Un vídeo con dos millones de visitas que ha corrido como la pólvora en las redes sociales ha hecho mucho más que alertar sobre el racismo imperante en México.
México, D.F..- Dos muñecos: uno negro, otro blanco y, frente a ellos, un niño que pregunta: "¿Cuál es el bueno y por qué?". En la mayoría de los casos, una misma respuesta: "El blanco porque es blanco". Este experimento fue creado por los psicólogos Kenneth y Mamie Clark en 1940 para estudiar la actitud de los niños frente a la raza y de vez en cuando vuelve a la actualidad cuando se pone en práctica. Uno de los últimos vídeos se hizo en México y ha recibido cerca de dos millones de visitas en YouTube y levantado una polémica que permanecía dormida.
El vídeo es parte de una campaña del Conapred, el órgano del Estado mexicano creado en 2003 para prevenir la discriminación, que nunca se había preguntado si sus ciudadanos eran racistas hasta la Encuesta Nacional sobre Discriminación publicada en 2011. Entre los datos obtenidos, el 55 % de los consultados cree que en México las personas insultan "mucho" o "algo" en la calle a otras por su color de piel.
"No esperábamos que el tema de la discriminación por tono de piel saliera con esos porcentajes", afirma a EFE Reportajes el presidente del Conapred, Ricardo Bucio, quien explica que esos resultados les llevó a lanzar el pasado diciembre la campaña de los muñecos, además de otras acciones.
Una de ellas, la recopilación de frases cargadas de racismo que se usan de manera cotidiana en México, como "te vas a poner más morena, no te quedes al sol" o "el niño nació moreno, pero está bonito".
"Lo que hemos querido con la campaña no es asegurar que México es racista, sino tratar de abrir un debate, ya que es un tema cultural que necesita de una reflexión personal y colectiva", comenta Bucio, y añade que muchos mexicanos no se habían planteado hasta ahora esta problemática.
"No digas de dónde vienes".
"La gente no acepta que es racista, creen que el racismo tiene que ver con color y como en México no hay negros, por eso creen que no somos racistas", explica Xóchitl Gálvez, indígena de ascendencia otomí que ha pasado gran parte de su vida luchando por los derechos de estos pueblos.
Proveniente del estado de Hidalgo, con solo 16 años se fue a la Ciudad de México a trabajar y estudiar. Logró licenciarse en ingeniería informática y entró en el mundo de la política en el 2000, cuando el entonces presidente Vicente Fox la designó titular de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Hoy es una exitosa empresaria que busca convertirse en senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), pero su carrera no fue un camino fácil, por ser mujer e indígena, una combinación que la llevó a vivir la discriminación desde muy temprano.
Cuando vio el vídeo del Conapred se acordó de su padre diciéndole que nunca dijera de dónde venía. "No me lo decía porque fuera malo, sino porque sabía que me iban a tratar mal, que no era bueno para mí decir eso. Un niño prefiere ser blanco porque sabe que lo van a tratar mejor", apunta.
Los años de discriminación pasaron. El dinero hace olvidar el color de la piel y los orígenes. Ya no la discriminan. "Finalmente me convertí en una empresaria exitosa que vive en las Lomas de Chapultepec (una exclusiva zona de la capital), por lo que mi vida cambió automáticamente", cuenta.
La agencia de publicidad que hizo el vídeo del Conapred se encontró con la dificultad de que no había muñecos con la piel oscura en las jugueterías mexicanas. Además, Efe constató que no existen datos oficiales sobre el color de la piel de los mexicanos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó que nunca se han hecho estudios al respecto, pues en el censo no hay preguntas sobre el color de la piel. Según el World Factbook de la CIA, en México hay un 60 % de la población mestiza, un 30 % amerindia o predominantemente amerindia, un 9 % blanca y un 1 % del resto.
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Diferencias muy marcadas
Sin necesidad de datos oficiales, un paseo por la capital mexicana es suficiente para ver que el color y los rasgos indígenas abundan entre la población y estos determinan en parte su futuro. "La discriminación se expresa en desigualdad de trato y de oportunidades. Las personas con la piel más clara tienen mejores oportunidades de trabajo, no es lo único que importa, pero influye", destaca Bucio.
Se hacen distinciones desventajosas en relación del color de la piel y, además, se buscan mecanismos reales y simbólicos de blanqueamiento, comenta. Entre los primeros están las cremas y tratamientos estéticos para aclarar la piel, y entre los segundos está la publicidad, en la que siempre se representa a lo blanco como deseable y exitoso.
"Además, las élites del poder en México, entre más arriba están en la escala social, más blancas son y no representan la composición socio demográfica del país", indica. Incluso en los carteles electorales es común la práctica de blanquear, literalmente, a los candidatos.
En cosas cotidianas y "aparentemente ingenuas e inofensivas como que los padres prefieran tener hijos con la piel clara" es donde más se nota esta discriminación, asegura José Rosario Marroquín, presidente de la ONG Prodh de defensa a los derechos humanos.
Prodh presentará un informe el 14 y 15 de febrero ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CERD), que examinará los avances en materia de igualdad en México y dará recomendaciones. Las reivindicaciones de Prodh están enfocadas en los indígenas: 15,7 millones según el censo de 2010. La defensa de sus derechos sí está en la agenda presidencial, pero no la igualdad de todos los mexicanos.
"No es un racismo abierto porque se ve mal que uno discrimine a otro por el color de piel", explica Marroquín. Sin embargo, opera en todos los ámbitos, empezando por los colegios, pasando por la policía y, por supuesto, en algunos restaurantes o lugares de ocio que tienen ciertos requisitos para acceder.
Alex "Cheetah" conoce de cerca estos requerimientos. Tiene una empresa de relaciones públicas y organiza eventos, algunos en exclusivas discotecas. "Hay una persona que está en la cadena y si no cumples el perfil, no te deja entrar".
El perfil: nivel socioeconómico alto, vestimenta adecuada y, preferiblemente, piel clara. "Aunque no es determinante, sí que influye y por supuesto que existe esta discriminación. Si va un blanco junto con un moreno le dan prioridad al primero", confiesa.
Pese a esto, este relaciones públicas nunca se había planteado el hecho de que las discotecas parezcan un mundo aparte, alejado de la radiografía del país. "Voy a divertirme al lugar, no veo si la gente es blanca o negra, no estoy pensando en que en la calle veo al grosor de la gente mexicana y llego al antro y veo pura gente bonita. De hecho, nunca me había puesto a pensarlo", añade.
Aunque se pueden denunciar actos racistas ante el Conapred, se hace pocas veces porque los agredidos no son conscientes de esta discriminación. De los 1.090 expedientes abiertos en 2011, solo 15 son por discriminación racial.
Además, esta institución no tiene la capacidad de sancionar el incumplimiento de la ley.
Bucio estima necesaria una confrontación cultural contra el racismo, como la ha habido contra el machismo. "El Estado tiene que encabezar ese proceso" y las medidas tienen que estar enfocadas al poder sancionador del Conapred, a la educación y a los medios, encargados de repetir y reforzar los estereotipos.
Preguntado por la existencia en México de algún programa en la sociedad civil que defienda la igualdad, el titular del Conapred no fue capaz de recordarlo. "No creo que existan. Creo que todavía no llegamos a ese nivel", sentencia.
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DESTACADOS:
* "Lo que hemos querido con la campaña no es asegurar que México es racista, sino tratar de abrir un debate, ya que es un tema cultural que necesita de una reflexión personal y colectiva", comenta Ricardo Bucio, presidente del Conapred.
* Frases cargadas de racismo que se usan de manera cotidiana en México son "te vas a poner más morena, no te quedes al sol" o "el niño nació moreno, pero está bonito". Incluso en los carteles electorales es común la práctica de blanquear, literalmente, a los candidatos.
* Cuando Xóchitl Gálvez, indígena de ascendencia otomí que ha pasado gran parte de su vida luchando por los derechos de estos pueblos, vio el vídeo del Conapred se acordó de su padre diciéndole que nunca dijera de dónde venía.