Llega a Bellas Artes música "sin fronteras" con Alondra de la Parra

Antes de la presentación, De la Parra expresó la satisfacción que les dejaba tocar por primera vez en México y cumplir uno de los objetivos de su gira que es dar oportunidad e desarrollo a los jóvenes solistas y compositores "de los países que integran las Américas".

La Filarmónica de las Américas (PAO por sus siglas en inglés) es un conjunto contemporáneo que pone énfasis en la música sinfónica del Continente americano, lo que hace del conjunto una plataforma de apoyo a compositores para el intercambio de expresiones artísticas.

La primera parte del programa estuvo integrado por la Obertura cubana de George Gershwin (1898-1937), y el Concierto para piano No. 2 en Re menor, op. 23 de Edward MacDowell (1870-1908), pieza interpretada por el piano solista de Ana Karina Alamo.

Cabe destacar el esfuerzo de la POA por rescatar el trabajo de Edward MacDowell, compositor que murió sin que sus aportaciones musicales fueran reconocidas con el justo merecimiento.

En cuanto al talento de la solista Karina Alamo, vale la pena decir que ha sido premiada en más de 12 concursos internacionales de Brasil, Alemania, Estados Unidos e Italia; entre los numerosos premios que ha recibido destacan "Schumann" y el concurso "Nuovi Orizzonti".

Como parte de las sorpresas de la velada, la directora de la orquesta anunció un cambio en el programa después del intermedio, por lo que Otoño Porteño e Invierno Porteño de Astor Piazzolla (1921-1992), así como Sensemayá de Silvestre Revueltas (1899-1940), fueron interpretadas antes que Inguesu, de Enrico Chapela (1974).

Una de las particularidades del repertorio fue la intervención de Lev Zhurbin en los arreglos de las obras de Piazzolla, ya que según De la Parra tuvo menos de 24 horas para hacerlos, esfuerzo que agradeció la batuta mexicana.

Para la ejecución de la obra de Silvestre Revueltas, los movimientos precisos, la técnica y la elegancia de la directora, se conjugaron con la firmeza y el tono pasional que De la Parra imprimió en el manejo de su batuta.

Posteriormente vendría "Inguesu", que requirió que los integrantes de la Orquesta usaran playeras de las selecciones de futbol de México y Brasil, mientras De la Parra vistió de árbitro.

Tal representación obedeció a la naturaleza de la obra de Chapela, quien en palabras de la directora, buscaba componer una pieza nacionalista contemporánea, por lo que no encontró mejor contexto que la final de la Copa FIFA Confederaciones 1999, donde México derrotó a Brasil.

Chapela asistió y pudo admirar su obra interpretada por la POA, así como el júbilo de los espectadores que se elevó por la forma dinámica en que la Orquesta interactuó con ellos, pues hubo subtítulos en la parte superior del escenario que iban indicando los momentos cumbre del partido, las anotaciones y expulsiones que se dieron durante el encuentro de futbol.

Parte del sentido folclórico de la pieza fueron las características trompetas de la orquesta; así como el "ero" en los fagotes y el típico "lero-lero" en los oboes; al final de los nueve minutos que dura Inguesu, la ovación del público se sostuvo para que la directora volviera al escenario.

El remate de la presentación fue a través del colorido musical de algunas piezas de Dámaso Pérez Prado, obras con que las que la POA mantuvo al público bailando; y previo al final la interpretación del Danzón Número 2, de Arturo Márquez.

Con estas sorpresas, la POA se retiró del escenario con la ovación del auditorio que llenó el Palacio de Bellas Artes y que se mantuvo de pie durante varios minutos para agradecer la entrega de los concertistas.

La Orquesta Filarmónica de las Américas no sólo se dedica a las presentaciones orquestales, sino que además tiene un programa educativo que incluye la enseñanza musical por parte de sus integrantes, así como exhibiciones y visitas de la directora y fundadora Alondra de la Parra, a escuelas de nivel básico.

Los próximos foros donde la POA se presentará son la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, el 25 de noviembre; el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México el 26, y el Kennedy Center for the Perfoming Arts, en Washington, Estados Unidos, el 28.