Embarazadas no siempre dejan las drogas durante la gestación de su bebé
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Un estudio desvela que casi el 11% consume cannabis, cocaína o heroína
Madrid, España.- Entre los consejos inquebrantables que todo médico da a una mujer durante su embarazo está el de no consumir ningún tipo de drogas; ni legales, como el alcohol o el tabaco ni, por supuesto, ilegales. Sin embargo, no siempre se siguen, según muestra un estudio del Grupo de Investigación en Infancia y Entorno del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM)-Hospital del Mar de Barcelona.
El análisis de las primeras heces del bebé, el meconio, en 1.209 embarazadas que dieron a luz en el centro entre los años 2002 y 2004 ha desvelado que un 10,9 % de estas mujeres tomaron durante su embarazo, cannabis, cocaína o heroína. "Esto indica que existe un consumo oculto y significativo de drogas durante la gestación", afirma Oscar García, pediatra y primer firmante del estudio.
La exposición a drogas durante el embarazo compromete el desarrollo del feto. Puede ocasionar malformaciones, bajo peso, trastornos neurológicos y conductuales. "Los bebés de madres que han tomado heroína tienen síndrome de abstinencia. También los que han estado expuestos a cocaína o a cannabis presentan trastornos, aunque son más difíciles de medir", explica García. El bebé está más irritable, no come, vomita y tiene diarrea. Otros estudios indican que su peso al nacer es menor y que hay daños neurológicos que persisten en la edad adulta.
Según el trabajo del IMIM, la analítica del meconio es una auténtica "caja negra". No admite mentiras. Los investigadores entrevistaron a las madres durante la gestación para conocer sus hábitos. Les preguntaron explícitamente si tomaban algún tipo de droga ilegal. Menos de un 3,8 % reconoció haberlas consumido. Sin embargo, el análisis del meconio mostró que en realidad casi el triple, cerca del 11%, las había tomado. El porcentaje se reparte del siguiente modo: un 5,3% positivas por cannabis, un 4,7% positivas por heroína y un 2,6% en cocaína. Un 1,5% dio positivo por policonsumo, es decir, por tomar varias drogas a la vez. Otros estudios apuntan a un consumo significativo de drogas legales, como alcohol y tabaco.
Aunque aún son datos provisionales, los investigadores del IMIM han utilizado el meconio de 350 bebés de la misma muestra para medir los niveles del marcador que permite detectar el consumo de alcohol. En el 45% de los casos los niveles eran equivalentes a un consumo diario superior a una copa de vino o una cerveza, explica García. "Es el nivel a partir del cual se considera a una persona como bebedor habitual", especifica. "El porcentaje es elevado, pero queremos ser precavidos y antes de llegar a conclusiones tenemos que determinar qué niveles obtenemos en bebés de madres que no hayan consumido alcohol, porque quizás otros factores también puedan influir", apunta. Uno de los daños que provoca en el feto el consumo de alcohol es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). Otro estudio del Instituto de Salud Carlos III -publicado en 2005 en la revista Medicina Clínica- revelaba que el 32% de las mujeres que dieron a luz en España en el año 2001 fumaron durante el embarazo. Esa exposición al humo incrementa el riesgo de que el bebé pese menos al nacer, tenga problemas respiratorios y sufra asma.
Hasta la fecha, la mayor parte de la investigación sobre la prevalencia del consumo de drogas en el embarazo procede de EE UU, donde casi el 4% de las mujeres embarazadas consume drogas ilícitas, como marihuana, cocaína, éxtasis, anfetaminas, y heroína. En Europa, "a pesar de que las encuestas internacionales refieren el consumo de drogas por mujeres en edad fértil, su consumo durante el embarazo ha sido prácticamente ignorado", afirman los investigadores. Sólo existen dos estudios europeos en los que se hayan utilizado muestras biológicas, ambos en Londres, en los que entre un 10 y un 15% de las mujeres embarazadas dieron positivo. Para estos análisis se utilizó la orina del bebé, lo que sólo permite detectar la exposición a la droga entre 1 y 4 días antes del parto. Con el análisis de las primeras heces del bebé se ve el consumo desde mucho antes. Según explica García, "el meconio empieza a formarse entre las semanas 12 y 16 del embarazo, y almacena la información hasta el momento del nacimiento".
Los resultados del estudio del IMIM-Hospital del Mar también refleja que las desigualdades sociales hacen mella en la salud. En el artículo publicado en Anales de pediatría, los autores afirman que no encuentran ninguna correlación entre el consumo de drogas durante el embarazo y la etnia o la procedencia geográfica de la madre. Ahora bien, afirman que "se podría sostener que la elevada prevalencia de consumo de drogas durante el embarazo que se encuentra en este estudio se debe a las características de nuestra población de estudio, formada principalmente por la clase socioeconómica baja".