10 de mayo en Saltillo: Valeria es mamá ‘repentina’ de su hermana
“Siempre ha sido complicado, duro para las cosas buenas y las cosas malas. Creo que el estado general en el que he estado es la ansiedad. Fue todo un cambio de vida y de los planes que tenía para mi vida”, detalló Zamarripa Lozoya
En 2020, Gina falleció por COVID-19 y en 2021, Juan falleció de un paro cardiorrespiratorio. Ante esta tragedia, su hija Valeria de en ese momento 22 años, asumió la maternidad inesperada de Valentina, su hermana de 7.
“Fue como un repuesto, pero ya no hay otros repuestos. Es como si hubiera entrado a cubrir a alguien y no hay nadie más que pueda cubrirla. Fue completamente repentino”, señaló Valeria en entrevista para VANGUARDIA.
Detalló que si bien desde antes del fallecimiento de sus padres y sobre todo después de la muerte de su mamá, ya era cuidadora de Valentina, “definitivamente no era la intención ser su mamá permanentemente”.
“Siempre ha sido complicado, duro para las cosas buenas y las cosas malas. Creo que el estado general en el que he estado es la ansiedad. Fue todo un cambio de vida y de los planes que tenía para mi vida”, detalló Zamarripa Lozoya.
Junto a su novio Antonio, Valeria vende ropa y material de papelería en el mercado de la colonia Pueblo Insurgente, lo que le permite subsanar los gastos de su hogar en la misma colonia.
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“La gente de mi edad tiene otro estilo de vida y otras limitaciones. Por ejemplo para el último concierto de Rosalía en la Ciudad de México, alguien me dijo ‘vámonos ahora mismo en mi carro’ y yo dije ‘no puedo, yo tengo días que seguir’”, contó.
Valeria Alicia es egresada de la licenciatura en derecho por la Facultad de Jurisprudencia, aunque ejercer su profesión ha sido prácticamente imposible ante las nuevas responsabilidades que adquirió con la muerte de sus padres.
“Cuando mi mamá se murió a mí me faltaba un año para acabar la carrera, pero no estaba totalmente a cargo de Valentina porque estaba con mi papá. Cuando se muere, a mí me faltaba un mes para graduarme”, relató Valeria.
Agregó que si bien tuvo trabajos en despachos y ejerciendo el derecho, nunca terminó de conectar con el derecho, pues no era lo que principalmente quería estudiar.
“Yo no puedo dedicarle 10 o 12 horas a una notaría como muchos de mis compañeros de generación, porque tengo otras ocupaciones y otras necesidades”, detalló Zamarripa.
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“Fue muy complicado porque además de no gustarme y no querer, no pude. Entonces fue como la negación y la frustración tomadas de la mano. Nunca quise ser abogada, pero ya que lo era no tuve la oportunidad de trabajar de eso y fue todavía más frustrante, no lo llamaría de otra manera”.
El 9 de mayo, cuando se realizó esta entrevista, Valeria acudió al festival del Día de las Madres en la primaria Anáhuac, donde Valentina estudia el quinto grado.
En ese sentido, contó que todos los días de las madres habían sido emocionales, aun antes de la muerte de su mamá, por la “relación compleja” que tenía con ella.
“Llegas a sentirte como si no lo estuvieras haciendo del todo bien porque aunque seas la mamá o la hija siempre hay mejores ejemplos y sientes que no los alcanzas”, contó Valeria.
Añadió que se ha dado cuenta de que el Día de la Madre, en comparación con el del Padre, es “tormentoso”, pues mientras en mayo los niños cantan y hacen bailables, en junio hacen actividades recreativas como carreras de costales.
Respecto a la experiencia o madurez que ha tenido Valentina desde la muerte de sus padres, Valeria declaró que “el duelo y la pérdida como los ching*zos, es la mejor manera de hacer crecer las cosas”.
“Valentina desde que mi mamá se murió como que lo entendió, pero no terminaba de expresarlo. Ahora, gracias a la terapia y el trabajo de ella, se pudo y se siente mucho más cómoda diciéndome de repente, ‘estoy triste porque extraño a mi mamá’ o ‘necesito un abrazo porque extraño a mi papá’”.
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“Definitivamente es complicado, sigue siendo una niña que es nueva en el mundo y que una de las primeras experiencias como ser humano que puedas recordar sea un dolor como estos me parece como el inicio de película de superación personal”, relató.
Agregó que Valentina tiene anotado el Día de las Madres en su calendario y que ha sido complicado lidiar con las preguntas respecto al festejo, mientras también tiene el sentimiento de melancolía por su mamá.
“Supongo que lo único que puedo ofrecerle va a ser mi compañía en ese día. Porque ella y yo somos conscientes de que no soy su mamá, pero aun así nos acompañamos mientras nos volvemos a ver con ella. Si nos volvemos a ver, nos tenemos la una a la otra”, concluyó.