12 deseos para Saltillo: un llamado a la conciencia y al diálogo a los vecinos ruidosos
Son necesarios castigos ejemplares, incluso penales para reincidentes, dicen vecinos
Los vecinos ruidosos son un problema severo en la mayoría de las colonias, sobre todo porque son zonas habitacionales que se rigen netamente por las reglas municipales y están sujeto a la supervisión y sanción de la misma autoridad del Ayuntamiento; en Prados de San José, en Saltillo, el comité ciudadano encontró una forma de disminuir la problemática.
Rafael Rodríguez Otero, uno de los coordinadores del comité de vecinos explicó que la concientización, tanto para quienes les gusta poner su música fuerte en casa, como para los vecinos que no acostumbran este tipo de diversión, ha sido la clave, junto con la comunicación que se da en este fraccionamiento del oriente de Saltillo.
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“Como le hemos hecho para tener mayor control, es creando conciencia de los vecinos que están a nuestros alrededores, pero también conciencia colectiva. Pero también conciencia de que hay vecinos de que tienen un derecho a momentos de distracción dentro de sus hogares”, dijo.
El problema es general, y no ha sido fácil hablar con todos y tocar ese tema para hablarlo de frente, pero cada vez son menos los vecinos que gustan de llevar bandas, grupos en vivo o bien sacar la bocina o en su misma casa ponerla con volumen alto.
Hasta ahora los vecinos que gustan de esta diversión, aunque de manera controlada, equivalen a un 15 por ciento de todo el fraccionamiento.
Su propuesta es que tanto el Gobierno Estatal como el Municipal implementen medidas más contundentes, incluso que puedan llegar a un castigo de tipo penal con el caso de reincidentes, porque la Policía Municipal está haciendo su trabajo, lo mismo que la Ambiental, y llevan una estadística completa de las faltas de las personas, ya sólo se tiene que dar un castigo ejemplar.
Ramírez recordó un ejemplo que le tocó vivir en la colonia Teresitas a donde fue de visita y vio cómo cerraron la calle para tener una banda tocando por la noche, sin pedir consentimiento a los vecinos.
