‘La fuerza del agua es impresionante’, dice saltillense que intentó salvar a Ximena
Abelardo Estringel Ríos circulaba por el bulevar Otilio González cuando intentó rescatar a Ximena Guadalupe, menor que falleció ahogada el pasado martes en Saltillo.
En entrevista para VANGUARDIA, contó que circulaba de poniente a oriente pues había ido a un partido de futbol de su hijo cerca de ahí, cuando vio de reojo a la estudiante de la secundaria “Ruben Gámez Valero”.
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De acuerdo con testimonios de varios vecinos de la colonia Universidad Pueblo, Ximena Guadalupe caminaba por la acera norte de la mencionada vialidad cuando fue arrastrada por la corriente, quedando atorada entre el canal y una rampa que permite a automovilistas acceder a su domicilio.
“Le vi la cara, más que nada, no le vi el cuerpo porque iba todo por debajo del agua. Vi que se perdió como en una charquiza que se hacía ahí. Yo asumí que era nada más como un montículo y pues simplemente no se podía levantar por el agua. Entonces paré la camioneta también porque vi a los de GRS en frente de mí y les hice la señal de que había una niña batallando para levantarse”, narró Estringel.
“Cuando llegué mi intención era nada más querer meter las manos y sacarla pero pues no, inmediatamente toqué la corriente y también me llevó a mí. Fue como quedé de pura suerte con mis piernas atorado en el desnivel que le hicieron a la calle para pasar. Yo pensaba que era una alcantarilla hacia abajo de la calle y no, era nada más ese túnel con el agua. Lamentablemente no pude hacer nada ya por la niña”, recuerda.
Estringel además contó que al verse también arrastrado por la corriente, su pensamiento se centró en mantenerse a flote, pedir ayuda y regresar a su vehículo con su hijo. “Ni de chiste podía haber hecho nada, lamentablemente”, mencionó.
El hombre fue rescatado por miembros del Grupo de Reacción Sureste con una cuerda y después presentó principios de hipotermia, por lo que fue hospitalizado en el Christus Muguerza.
“Segundos después de que me sacaron a mí nomas escuché que dijeron ‘ya salió la niña’ y ya fue todo. Varias personas se acercaron y me dieron ayuda con un par de cobijas y un refresco. Me encerré en mi camioneta con la calefacción a esperar a que llegara la ambulancia” detalló Estringel.
Además agregó que “realmente uno no se da cuenta del peligro que es el agua. Mi intención era: ‘pobre chavita no se puede levantar’, nunca se me ocurrió que iba a estar ya atorada ahí abajo. Mi intención fue simplemente ayudarla rápido”.
Relató que platicando con su esposa, Abelardo comentó que su acción fue lo que “uno buscaría cuando está en ese otro lado, que la raza que está por ahí te brinde ayuda, es lo que creo que nos hace un poco humanos a veces”.
Respecto a los comentarios positivos que recibió en las horas posteriores al suceso, mencionó que no le gusta recibir ese tipo de atenciones.
“Muchos me dan buenas palabras del esfuerzo que se hizo y el acto que intenté hacer por esta persona. Obviamente mi familia ya están agradecidos de que no pasó a más y que estoy aquí con ellos”, detalló.
Abelardo además declaró que no tiene claro cómo quedó Ximena atorada en el túnel, pero asume que fue con la mochila que le hizo peso y no le permitió pasar por el túnel.
Contó además que si bien la noche del martes no sentía dolor “por la adrenalina”, la mañana del miércoles amaneció adolorido en el hospital.
“Tengo diferentes moretones en las piernas, rasguños, rodillas, raspones, golpes en la espalda. No sé ni cómo me pegué en la espalda o qué pasó. La pierna izquierda creo que fue la que hizo más el esfuerzo, y yo intentaba mantenerme. La fuerza del agua es bien impresionante, nunca me imaginé que un arroyo así pudiera arrastrarme tan fuerte”, puntualizó.