‘Plantan’ Reyes Magos en colonia La Palma de Saltillo una ilusión

Este año los Reyes Magos se acordaron de los niños que durante la pandemia sufrieron alguna desdicha. Ayer por la mañana, Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron a la Fundación Mundo Nuevo, en La Palma, y dejaron ocho flamantes bicicletas.

Los afortunados fueron ocho niños de distintos sectores de la ciudad, cuyas historias conmovieron a los Magos. Como la de una nena que vive en un albergue porque perdió a sus padres; la de otro pequeño que se quedó sin casa, tras un incendio; la de otro chiquillo que aún no se recupera de la muerte de su abuelo y la de uno más que quedó sin hogar, después de que el taller de hojalatería de su papá quebrara por la crisis.

Pero para demostrarles a estos pequeños que la vida, con todo y sus malas jugadas, es bella los capitanes de Mundo Nuevo y esposos, Daniela Marín y Ronald Arias, con aportaciones de amigos de la fundación, bienhechores de algunas empresas y un boteo que realizaron sus alumnos, reunieron el dinero para comprar las biclas.

“La idea es darles una ilusión de vida, que vean que la vida no es horrible, a pesar de lo que les haya pasado, es decirles ‘los Reyes se acordaron de ti’”, dijo Ronald.

Para ello Mundo Nuevo, que tiene por misión prevenir la violencia y el bullying por medio del arte y el deporte, se coordinó con otras asociaciones y sacaron así al grupo de chicos que serían los ganones de estos regalos.

Todo se hizo en secreto, nadie debía saber que recibiría un regalo, se trataba de una sorpresa.

Eran casi las 10:00 cuando los niños, acompañados de sus padres, comenzaron a llegar hasta la calle Francisco Villa 226, en La Palma, y con los ojos vendados, uno a uno, pasaron hasta el patio de Mundo Nuevo para recibir su bicicleta. Les dijeron que los iban a vacunar y... qué estrés, el nerviosismo estalló.

”Los teníamos que engañar”, declaró Dany, la directora de Mundo Nuevo. Algunos que cayeron en la broma comenzaron a arremangarse el suéter y otros a despojarse de sus chamarras. Al quitarles la venda descubrieron las bicicletas adornadas con globos. Unos sonrieron, otros se quedaron boquiabiertos, uno más lloró.

“¿Por qué una bicicleta?, porque es un vehículo que les dura varios años y que le pueden sacar provecho, tanto para ir a los mandados, ayudar en la familia, ir a la escuela, como para divertirse con los amigos y hacer un poco de activación física, que hagan ejercicio”, explicó Ronald.

El mismo Ronald contaría en entrevista cómo él quedó huérfano de padre y madre a los 11 años y fue criado por unos tíos. Una época dura, difícil, triste, en su vida. ”Viví muchas cosas muy tristes, gracias a Dios tuve gente que me cobijó con un buen consejo, un apapacho, un abrazo, un consuelo”.

Ronald nunca tuvo un regalo así, nadie le regaló una bicicleta, por eso él quiso que los Reyes Magos vinieran este año a darles un obsequio a estos chiquillos.