Prácticas de higiene reducen
incidencia de enfermedades
COMPARTIR
Las prácticas de higiene adoptadas para evitar la propagación del COVID-19 están impactando de manera positiva al sector salud, evitando otras enfermedades como diarreas, resfriados comunes, influenza, entre muchas otras, sin embargo, de acuerdo con investigadores del Cinvestav.
La Organización Mundial de la Salud ha dictado medidas universales como guardar al menos dos metros de distancia entre las personas, ventilar espacios cerrados, usar cubrebocas, lavado constante de manos con agua y jabón, así como el uso de gel antibacterial o hidroalcohólico.
La principal incidencia detectada a la baja son las enfermedades infecciosas, y de acuerdo con Ana Lorena Gutiérrez Escolano, investigadora del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular, el lavado de manos y el distanciamiento social adoptados para controlar el SARS-CoV-2 deben tener un impacto positivo en la reducción de enfermedades gastrointestinales.
Pero en México hasta ahora la medición del impacto positivo de las medidas de sana distancia no están medidas, como en otros países, sin embargo, sí puede observarse disminución de algunos padecimientos no relacionados con COVID-19, provocados por el hábito de la higiene, principalmente.
Con base en una investigación sobre el “Distanciamiento Social para COVID-19 y diagnóstico de otras enfermedades infecciosas en niños”, publicada en el Official Journal of The American Academy of Pediatrics, Gutiérrez Escolano también señala que el distanciamiento, además de reducir la transmisión del coronavirus, supondría una disminución muy significativa en enfermedades infecciosas como otitis, bronquiolitis, resfriado común, crup, gastroenteritis, faringitis e influenza, entre otras.
En Estados Unidos, por ejemplo, bajó un 23 por ciento los enfermos de diarrea, un 58 por ciento por padecimiento de sistema inmunológico debilitado, y entre 16 y 21 por ciento las afecciones respiratorias como resfriados.
De acuerdo con la investigadora de Cinvestav, las manos son una vía de traslado de virus, bacterias u hongos entre superficies, y pueden llevar patógenos de una zona impenetrable como la piel hacia la boca, ojos, nariz o mucosas, donde penetran al cuerpo y provocan enfermedad.
La higiene de manos ha sido una medida utilizada para reducir la incidencia de enfermedades en zonas rurales de América Latina y, por ejemplo, en África se convirtió en una disposición relevante en la disminución de la transmisión de infecciones virales mortales como ébola o marburgo.
Por su parte, Refugio Bermúdez Cruz, adscrita al Departamento de Genética y Biología Molecular, considera difícil determinar el efecto de estas medidas en infecciones gastrointestinales, porque el 10 por ciento de las personas con COVID-19 también padece diarrea.