Saltillense vuelve a vivir un eclipse solar: ‘en el 91 tuve de fondo a Pink Floyd’
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Fue el 11 de julio de 1991 cuando don Fernando Cedillo presenció en Baja California Sur el primer eclipse solar de su vida. Recuerda que viajó desde Saltillo, Coahuila, con sus primos en una van solo a presenciar el fenómeno astronómico que creyó observaría solo una vez.
Para su sorpresa, en este 2024, -a sus 60 años recién cumplidos-, pudo llegar hasta la explanada de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UAdeC a presenciar el fenómeno astronómico por segunda vez, pero ahora acompañando a su nieto Gabriel, con quién quiso compartir esa inolvidable experiencia.
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“Yo soy de aquí de Saltillo y todos mi familia siempre vivió aquí, pero en aquel entonces quisimos irnos a ver el eclipse en la franja donde se vería más y si nos lanzamos hasta Baja California, todo muy padre, el viaje, lo hice con tres primos”.
“Ahora es todo muy diferente porque en ese entonces lo vimos con una obsidiana, con un espejo de obsidiana negro y ahora nos han mencionado que nos puede lastimar la vista, a lo mejor también tiene que ver mucho el tema de los avances científicos, pero en ese momento sí lo vimos en un espejo de obsidiana”, cuenta el saltillense.
Relató que el eclipse de 1991 ha sido uno de los más largos de toda la historia, pues tuvo duración de 7 minutos.
“Fue un evento muy memorable para todos quienes vivimos aquello. El eclipse en total duró 7 minutos, vimos que pasó todo lo increíble del climax del eclipse a las 12 del día y tuve la grata experiencia de escuchar de fondo la canción de Dark Side of the Moon, porque me gusta mucho el rock, y en ese momento esa canción iba avanzando junto con el eclipse, el sol se iba cubriendo y la canción avanzando, fue muy bonito vivir eso”, recordó el saltillense.
Hoy, con su nieto de 12 años, vivió el eclipse con lentes certificados y la amplia exposición que se hizo por parte de la NASA.
“En aquel momento no se hizo tanto movimiento como ahora en las escuelas, tampoco nos informaban sobre el tipo de lentes que teníamos que usar, simplemente la gente usaba lo que tenía a la mano, tinas con agua, la sombra que hace el sol contra los árboles, piedras de espejo de obsidianas o cristales, eso era lo que se utilizaba, ahora con mi nieto yo voy aprendiendo más”, compartió Don Fernando.