Buitre de la Narro, representó a México en Olimpiada de Tokio

Saltillo
/ 17 julio 2016

Ayer sábado también corrió… pero ahora para tomarse la fotografía con sus compañeros de generación en el 50 aniversario de su graduación

No seguí porque yo vine a Saltillo para estudiar, además pedí un entrenador y no me lo mandaron y aquí no había”.

Ayer sábado también corrió… pero ahora para tomarse la fotografía con sus compañeros de generación en el 50 aniversario de su graduación. Es el ingeniero Carlos Lorenzo Mañueco, egresado de la ahora UAAAN y quien  representó a México en las Olimpiadas de Tokio en 1964, en atletismo.

Regresó a su Alma Mater después de tanto tiempo, a fin de cuentas el originario de Tuxpan, Veracruz, solo estuvo en Saltillo de 1961 a 1966, tiempo en el que se preparó para ser ingeniero agrónomo, pero fue justamente aquí, en las pistas de la “Narro”, donde se destacó por su velocidad, que lo llevó a representar a México en las Olimpiadas en Japón. 

“Todos los que quieras”, responde cuando se le piden cinco minutos para que comparta aquella experiencia, lo acompaña una de sus hijas y una nieta, quienes se desviven en tomarle fotos con el edificio La Gloria de fondo. Luego don Carlos se sienta en las escalinatas.

SE DIO LA REVELACIÓN

Era a inicios de 1964, y para los festejos de la UAAAN se organizaron competencias atléticas, el ent onces jugador de futbol americano solo compitió por gusto en atletismo, incluso lo hizo con sus zapatos de juego. Sin embargo, para sorpresa de todos, aquel día venció incluso a sus compañeros velocistas, con su 10.1 segundos en 100 metros.  

“Fue suerte que un entrenador nacional me vio, salimos de vacaciones y me llegó un telegrama a Tuxpan, Veracruz, para que me presentara en el Centro Olímpico, en tres meses un lituano me enseñó a salir y le gané al campeón nacional”, recuerda el ingeniero.

En menos de seis meses, el entonces estudiante de 22 años pasó de correr los 100 y 200 metros en las competencias internas de la UAAAN, a la pista del estadio Olímpico de Tokio.

“Ni cuenta me di, yo venía de un pueblito que se llama La Barra de Tuxpan donde vivíamos 300 personas”, recuerda el tuxpeño.

A pesar de que don Carlos Lorenzo dice que estuvo muy por debajo de sus contrincantes en Tokio, lo cierto es que en su prueba eliminatoria fue cuarto, a una décima de calificar a la fase final en ambas pruebas. 

Y AL REGRESO,
DEJA EL ATLETISMO

Al terminar su experiencia olímpica, el estudiante dejó de lado el deporte por dos razones, a pesar de que los siguientes juegos serían en México.

“No seguí porque yo vine a Saltillo para estudiar, además pedí un entrenador y no me lo mandaron y aquí no había. Entonces me recibí a los dos años, regresé a Tuxpan y a trabajar”, comenta este hombre, quien regresó a la UAAAN con un libro de memorias y una figura en madera tallada en forma de Buitre, que hace un año le enviaron a Veracruz.  

DEPORTE EN MÉXICO
ESTÁ MUY OLVIDADO

Lorenzo Mañueco asegura que más de medio siglo después los deportistas mexicanos siguen sin ser valorados y apoyados por las autoridades, “no hay apoyo, los que van a Río (de Janeiro) van a lo mismo que yo, no van a ganar; los que ganan son súper dotados, casos especiales”, asegura. 

Desde que regresó a Tuxpan este hombre se dedicó a la producción de alimentos, además de formar a la familia, que a sus 74 años es su orgullo, compuesta por su esposa, cuatro hijos y siete nietos. Cinco décadas después recuerda con cariño su escuela, apunta a donde estuvo su dormitorio y luego sube al camión de la UAAAN que los traslada para continuar con el aniversario de graduación.

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