‘Dinero a cambio del infierno’: así es como acosan los montadeudas a sus víctimas en Saltillo y México
En los últimos años, las llamadas “montadeudas” han proliferado en el ámbito digital, presentándose como aplicaciones o plataformas de préstamos aparentemente legales, pero que en realidad operan con el único objetivo de estafar y extorsionar a sus usuarios. Estas entidades fraudulentas ofrecen créditos rápidos y sin muchos requisitos, pero detrás de esta facilidad se esconden peligrosas prácticas delictivas.
En exclusiva para VANGUARDIA, dos jóvenes, que por motivos de seguridad decidieron ocultar sus nombres bajo los seudónimos “Ana” y “Sandra”, esta última saltillense, compartieron sus terribles experiencias con estas plataformas.
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Ambas se enfrentan a la angustia de haber sido víctimas de un sistema que, bajo el pretexto de ofrecer ayuda financiera, ha logrado extorsionarlas a ellas y a sus seres cercanos.
LA DESESPERACIÓN POR CUBRIR UNA DEUDA
Ana, residente del Estado de México, se vio obligada a recurrir a una de estas plataformas debido a la complicada situación económica que vivía su familia. A pesar de haber tenido una mala experiencia previa, decidió arriesgarse de nuevo.
“Desde la vez pasada decidí que no pediría, pero esta vez, a finales de septiembre necesitaba dinero y pues dije ‘solo pediré un préstamo, lo devuelvo sin problema, no importa el interés’ y así fue”.
“Pero en cuanto liquidé no borre la app, la cual se llama Conficreo Loan, y a principios de octubre me volvieron a depositar sin mi consentimiento. Iba a devolver sin problema el dinero, pero me depositaron 2 mil 500 y querían que les devolviera 5 mil, es decir el 100% de interés, en una semana”.
“Entonces le comenté a mi papá y a mi hermana, y me dijeron que no pagara, que mejor pusiera de nuevo una denuncia a la policía cibernética y es lo que he hecho”.
Su situación empeoró cuando comenzaron las amenazas. La supuesta financiera la intimidaba con llamar a su trabajo, exigiendo el pago de intereses desorbitados.
“Me amenazaron con marcar a mi trabajo, aunque no sé si lo han hecho. Mi hermana me dijo que me daba el dinero y liquidara, pero mi papá dice que no porque al final es ilegal la manera en la que operan”.
“Hasta ahora solo me hablaron la semana pasada, y de ahí que empecé a decirles que los estaba denunciando, pero también me contactaban para amenazarme en WhatsApp”.
A pesar del apoyo de su familia, Ana decidió no ceder y denunció el caso a la policía cibernética. “Hasta ahora solo me han dicho que están siguiendo mi denuncia”. Así mismo, mencionó que cada que recibe una llamada o mensaje nuevo para extorsionarla, los reporta en una aplicación llamada “no + XT”.
EL COSTO DE SER UNA REFERENCIA
La situación de Sandra, quien vive en Saltillo, surgió a partir de la solicitud de Ana. Aunque ella no tenía idea de que sería usada como referencia, ella no le veía problema debido a que “es como cuando un amigo aplica para un trabajo y te pone para que te marquen y hables bien de él”.
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No obstante, al no recibir el pago, rápidamente se vio inmersa en el acoso de los cobradores. Estos la contactaron para exigirle que sea ella quien se haga cargo de la deuda, pues supuestamente Ana había firmado para que Sandra se hiciera responsable si ella no podía hacerse cargo.
“Comenzaron a llamarme y a mensajearme día y noche de diferentes teléfonos para pedirme que contactara a mi amiga y le pidiera que liquidara. En un principio lo hice, pero fue tanta la insistencia que decidí bloquear las llamadas de números desconocidos y por unos días me libré del problema”.
El acoso escaló cuando los extorsionadores enviaron una imagen de Ana acusándola de estafa y exigiendo que Sandra pagara.
“Ayer (18 de octubre) me mandaron mensajes un poco subidos de tono con una imagen de mi amiga donde se le acusaba de estafa y me exigían que me hiciera cargo de la deuda. Te seré sincera, mi primer instinto fue carcajearme porque me dio risa que la boletinaran, después comencé a preocuparme, pero pronto me tranquilicé porque en ningún momento les di mi credencial, firmé o puse mi huella. Nada, no tienen como adjudicarme esa deuda, y aunque ya estoy cansada del acoso, decidí divertirme un poco con ellos”.
Si bien, no se recomienda tomarse a la ligera este tipo de situaciones, Sandra decidió enfrentarse a los extorsionadores con humor, pero también con firmeza.
“Todavía me dijeron los muy cínicos que si tanta risa me daba, irían hasta mi colonia a boletinarme en los postes de luz si no pagaba antes de las 16:30 horas. Ahí fue donde me dio más risa y les dije ‘pues a ver qué te sale más barato, venir hasta donde vivo y pagar tus viajes, viáticos y hasta las copias o perdonarle la deuda’. Eso los hizo enojarse más y comenzaron a insultarme, obviamente no soy tonta y no les proporcioné mis datos personales para no ponerme en riesgo, pero sí comencé a sentirme nerviosa”.
“Decidí que ya había tenido suficiente de esos pend**os y les dije que a mí mi amiga me debía 30 mil pesos y que estábamos peleadas por eso, que mucha suerte intentando hacer que les pagara y los bloqueé. Todavía hoy (19 de octubre) me pidieron con otro número que les pagara, pero mejor los bloqueé directo y los mandé a la chin**da”, explicó Sandra.
A pesar del mal rato, Sandra asegura que su amistad con Ana sigue intacta, pero que le pidió no volver a hacer algo similar sin consultarle. “Sigo preocupada por Ana, pero sé que no tienen cómo involucrarme legalmente”.
“Yo ya hablé con ella, le dije que todo bien entre nosotras y que no estoy preocupada porque no firmé nada, la deuda no es mía, pero sí le supliqué que si tenía otra necesidad mejor nos comentara a personas de confianza o me avise antes”.
“Creo que por la manera en la que hablan, no solo son mexicanos involucrados, también han de ser de Sudamérica o por ahí, porque los números son extranjeros”, finalizó su relato.
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¿CÓMO OPERAN LOS MONTADEUDAS?
Los montadeudas atraen a personas necesitadas de dinero, principalmente jóvenes, quienes buscan financiamiento rápido. Estas plataformas presentan un diseño atractivo y profesional, lo que dificulta detectar la estafa de inmediato. Sin embargo, una vez que los usuarios se registran, acceden a una serie de tácticas para robar dinero y datos personales:
Solicitan adelantos para liberar el préstamo, el cual nunca se entrega. A través de la app, obtienen acceso a información personal, como fotos, videos y contactos, que luego utilizan para extorsionar a las víctimas.
Imponen cuotas e intereses arbitrarios, haciendo que el préstamo inicial crezca desproporcionadamente. Usan la identidad de las personas para cometer delitos o adquirir deudas en su nombre.
En muchos casos, el objetivo de estas estafas no es solo cobrar intereses abusivos, sino apropiarse de los recursos de las víctimas mediante la intimidación y el hostigamiento.
En Coahuila, la Policía Cibernética ha identificado al menos 95 aplicaciones montadeudas operando en el estado desde 2019 hasta la primera mitad de 2024. A pesar de que algunas de estas aplicaciones han sido desactivadas, el problema persiste. Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, en 2022 se reportó que el 55% de las víctimas de este tipo de fraudes se encuentran en la capital del país, seguida de otros estados como Estado de México, Coahuila, Veracruz, Jalisco y Puebla.
¿CÓMO ME PROTEJO?
Para evitar caer en estas estafas, es importante verificar que las plataformas de préstamos estén registradas en el SIPRES de la Condusef y en el Buró Comercial de la Profeco. Además, nunca se debe proporcionar dinero por adelantado para obtener un crédito, y es fundamental revisar los permisos que solicitan las aplicaciones al momento de descargarlas. Las apps legales no pedirán acceso a contactos o archivos personales.
Tomarse el tiempo para investigar la legalidad de una empresa financiera puede marcar la diferencia entre obtener un préstamo seguro y convertirse en una víctima más de estas redes criminales. Las autoridades continúan trabajando para combatir este fenómeno, pero la prevención es la herramienta más efectiva para los usuarios.