El Santa Claus Legislativo y el Magisterial
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Mientras en este país quienes ostentan cargos públicos se aumentan las percepciones decembrinas, a los profesores pensionados de Coahuila les reducen el aguinaldo.
Los integrantes del Poder Legislativo, ministros de la llamada “Tremenda” Corte de Justicia de la Nación, consejeros del Instituto Nacional Electoral y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y miembros de esos organismos que se dicen ciudadanos y hasta no gubernamentales, pero que viven espléndidamente de las arcas del Gobierno, recibirán estipendios por el orden del medio millón de pesos en este mes. Los integrantes de la numerosísima y sufrida clase obrera recibirán, por su parte, la draconiana y democrática cantidad de mil 200 pesos por concepto de aguinaldo.
Los profesores jubilados de Coahuila adscritos a la Sección 38 no fueron la excepción: sufrieron un “descontón navideño”. La nota publicada el pasado miércoles en la portada de VANGUARDIA, da cuenta de la inconformidad de los profesores jubilados, a quienes sin decir “agua va” les hicieron un descuento que va desde 10 hasta 27 por ciento.
En protesta, los jubilados se apersonaron en las instalaciones del sindicato magisterial, para pedir una explicación y los enviados de la dirigencia respondieron: “en el pasado les pagamos de más, y eso de andarles pagando de más, se acabó”.
A últimas fechas, las instituciones que manejan dinero son revisadas con lupa por una Auditoría Superior que “cuida celosamente” que nadie haga mal uso de los dineros. Al parecer, todo mundo le ha picado los ojos a esa Auditoría Superior, porque en los últimos años se han registrado en distintos estados de la República desfalcos de escándalo mundial, que compiten mediáticamente con la destrucción de Siria o la derrota nada deportiva de Francia frente a los militantes solitarios del Estado Islámico. Todo mundo se pregunta qué cuida el Auditor Superior, pues de esta manera descuida su propio prestigio, y reflexionan: para qué mantener ese aparato burocrático, cuyos funcionarios, dicho sea de paso, también recibieron jugosos emolumentos decembrinos. Pero esa es otra historia que abordaremos en el futuro… Regresemos con el “descontón navideño” de los profesores jubilados de la Sección 38.
Palabras más, palabras menos, les dijeron: por causa de las observaciones emanadas de la Auditoría Superior, la Dirección de Pensiones está obligada a gravar a los jubilados con el Impuesto Sobre la Renta, que se aplicó tanto al aguinaldo como a la gratificación de fin de año.
Después de la explicación, los profesores jubilados se retiraron; en el exterior de las instalaciones del Sindicato, acordaron consultar a un contador para que les revise el tabulador y los porcentajes descontados. Amenazaron con acudir a un despacho de abogados para defender su patrimonio.
Información publicada el pasado viernes por la Agencia Infonor, dirigida por el periodista Eduardo de la Peña, comunica los resultados de la Auditoría Superior; detectó ésta a los organismos de Seguridad Social del Magisterio Estatal: “…observaciones por 679 millones de pesos (se recomienda leer esta cifra en silabas para grabarla en la memoria de la impunidad), un control en demasía de la dirigencia sindical y un ejercicio presupuestal en exceso inconsistente.
“La Auditoría señala ‘pagos desproporcionales’ a los miembros del Consejo Directivo por conceptos de gratificación, ratificación, aguinaldo y gratificación de fin de año (en otras palabras, en esa Sección 38, se despachan con la cuchara grande).
“En el caso del Servicio Médico se detectaron más de 20 inconsistencias, destacando los pagos a personal con doble plaza que además recibe doble las prestaciones como el bono navideño.
“En el Fondo de la Vivienda hay cuentas por cobrar con alto riesgo, y otras sin garantía hipotecaria; hay personal con doble plaza; personal comisionado, y se detectó el pago a empleados de centros recreativos que no pertenecen a este organismo…”.
En este país, donde hay ciudadanos de a pie y los que están en alta eminencia, aunque viajen en motocicleta, los legisladores federales recibieron más de medio millón de pesos; sin embargo, el Santa Claus que los visitó a ellos quedó libre de gravámenes.
La Cámara de Diputados entregó a cada 1 de los 500 legisladores -es decir, se auto entregó un aguinaldo, por el que no se descontó el pago del Impuesto Sobre la Renta.
Asimismo, los profesores tienen la eterna queja del mal servicio médico de la Clínica del Magisterio. Esta institución médica también es administrada por el Sindicato de maestros.
Desde hace varios lustros, el desabasto de medicamentos es el signo distintivo de este hospital. No se diga la pésima atención que reciben quienes acuden a ese lugar a tratar de curar sus enfermedades. Los profesores preguntan: ¿los líderes del Sindicato Magisterial se atenderán en la Clínica del Magisterio, o acuden a hospitales privados?
Meses tienen que esperar los pacientes para que los atiendan los exiguos, los disputados especialistas. Cuando por fin llega el día de la cita, el “especialista”, con la sensibilidad de un albañil mal pagado, simplemente avienta la cuchara y no se presenta a la consulta.
Así las cosas en esta ciudad, en este estado, en este país.
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