Se muere hombre de 36 años por falta de medicamentos en General Cepeda

Los servicios de salud de más de 600 derechohabientes de General Cepeda están “tronadas”: ayer la Clínica del Magisterio de la Sección 38 fue tomada por profesores y pensionados, luego de que desde noviembre del año pasado hay desabasto de medicamentos, mientras que en el caso de la Clínica del ISSSTE, desde marzo no hay ningún doctor que atienda.

El pasado domingo, un hombre de 36 años que padecía de epilepsia desde su nacimiento, falleció en el municipio a causa de la falta de medicamentos en la clínica del Magisterio, por lo que  alrededor de 30 maestros de la zona decidieron tomar las instalaciones del hospital en señal de protesta por el problema citado.

De acuerdo con los manifestantes, el desabasto afecta directamente a 60 derechohabientes y todas sus familias, que son las que están adscritas a la Sección 38 en la zona de General Cepeda.

Los inconformes hablaron con el administrador de la clínica, quien se comunicó a las oficinas centrales de la Sección 38 y para el mediodía ya estaban en el lugar dos representantes del magisterio, quienes se comprometieron a llevar el mensaje al Secretario General junto con una hoja firmada por los docentes inconformes.

En la misma clínica Magisterial, hasta el 16 de marzo había una doctora que atendía por el ISSSTE, sin embargo, por razones personales solicitó su cambio a la ciudad de Saltillo y la vacante no ha vuelto a ser ocupada, por lo que alrededor de 550 derechohabientes de esa institución no pueden siquiera consultarse.

Los inconformes hicieron un llamado a ambas instituciones de salud a regularizar sus servicios, pues hay diversos casos de pacientes en edad avanzada o con enfermedades de tal gravedad que requieren de servicio y atención constante.
Jorge Edgardo Tello Sandoval, un hombre de 36 años que vivía en General Cepeda falleció el pasado domingo enfermo de epilepsia. Tenía 10 días sin tomar sus medicamentos porque desde hace seis meses la Clínica del Magisterio dejó de surtirles por el desabasto generalizado en todo el estado.

Su padre, el profesor Isidro Tello Sánchez, dijo que ante la problemática, él tuvo que conseguir por sus medios los medicamentos Vimpar y Keppra que requería su hijo para tratar la epilepsia. Se llegaba a gastar casi 10 mil pesos mensuales, pues requería hasta cuatro cajas de cada medicina, cuyo costo individual es de más de mil pesos.