La comunicación terrestre no ha crecido al ritmo del dinámico potencial económico del Sureste de Coahuila. Por el contrario, las carreteras actuales son insuficientes para el caudal de movimiento vehicular y comprometen la integridad de los ciudadanos, la competitividad de Saltillo y la economía regional
- 28 febrero 2022
Fotografía: Omar Saucedo
La integridad de los ciudadanos, la competitividad de Saltillo y la economía local son conducidas al caos por tres carreteras en el abandono del Gobierno federal.
Estas autopistas que llevan al caos son la carretera 57, en el peligroso tramo Los Chorros; la carretera a Zacatecas, en el tramo del Rastro Municipal de Saltillo a la Zona Industrial de Derramadero, y la ampliación a tres carriles por sentido de la carretera Monterrey-Saltillo.
Tan solo en la carretera 57, en el tramo 206.5-336, conocido como Los Chorros, el afluente vehicular creció 15 por ciento en 2 años y, con ello, se registraron 94 por ciento más accidentes y un aumento del 77 por ciento de muertes por esos siniestros, según se desprende de un análisis propio de Semanario de los datos del Anuario Estadístico de Accidentes en Carreteras Federales de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
La ausencia de inversiones y proyectos, por parte del Gobierno federal, para mejorar la infraestructura carretera que converge en la región Sureste de Coahuila provoca que todos pierdan.
El empresariado calcula pérdidas de al menos 300 millones de pesos por un solo día con el cierre de alguna vía. Los transportistas tienen un cálculo de 5 mil pesos diarios por estar detenidos.
Actualmente, Saltillo es número 1 en competitividad entre las ciudades de menos de un millón de habitantes en la evaluación del Instituto Mexicano para la Competitividad. Una calificación que el sector empresarial ya teme que pueda perderse.
“No podríamos hablar de un Plan B (para rescatar la competitividad que pueda perder la región Sureste), sin primero rectificar Los Chorros, pero hemos perdido toda esperanza en esta administración federal”, lamenta Adolfo Galán García, delegado de Carga en Coahuila de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Canatram).
Mientras la industria pierde millones de pesos por cierres parciales o totales de las carreteras, principalmente la 57 México-Piedras Negras, la Saltillo-Monterrey de cuota o libre, así como la Zacatecas-Saltillo, ya sea por mal clima o por accidentes, el Gobierno federal sólo ha destinado en este año 100 millones de pesos para infraestructura carretera y ningún peso para mantenimiento, lo cual consta en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022.
En este 2022, únicamente se proyecta ampliar 3.8 kilómetros de la carretera Saltillo-Zacatecas, en el tramo de la zona urbana de la ciudad para conectarla a cuatro carriles con los parques industriales de Derramadero, como consta en el expediente PC-009000976-E2-2022 localizado tras una revisión de Compranet.
LA 57 Y SU TRAMO SINIESTRO
El Anuario Estadístico sobre Accidentes, elaborado por la SICT, consigna la alta siniestralidad de la carretera 57, incluido el tramo Los Chorros: en 2018 tuvo 648 accidentes con 429 lesionados y 165 personas fallecidas. Los daños materiales ascendieron a 3 mil 784 millones de pesos. Es decir, 10.3 millones de pesos diarios.
En 2019, de acuerdo con el mismo documento, se presentaron 93 accidentes, con un total de 183 personas lesionadas y 17 víctimas fatales.
En 2020, se sumaron a la cuenta 22 accidentes, 5 muertes y 4 lesionados.
En la mayoría de los accidentes se vieron involucrados vehículos tipo carga pesada y las causas principales de los siniestros fueron fallas humanas o en las unidades, así como la alta velocidad.
De acuerdo con el análisis de los datos del Anuario, la letalidad del tramo Los Chorros se refleja en el promedio anual de 22 accidentes, por cuatro años, así como en el promedio anual de 13 pérdidas de vidas en dicho tramo carretero.
TRAGEDIA TRAS TRAGEDIA EN LOS CHORROS... SÓLO EN 2021
Al menos 12 accidentes fatales en “Los Chorros” fueron documentados por los medios de información en 2021. El que hizo reaccionar a la sociedad de la región Sureste fue el ocurrido durante la primera semana de diciembre, con saldo de 6 personas sin vida y 17 lesionados.
Un tráiler, aparentemente sin frenos, arrasó con vehículos que estaban varados por volcadura de otro tráiler en la carretera al salir del túnel.
Pero además hubo accidentes fatales en noviembre de ese mismo año, cuando un conductor de tráiler chocó y pereció en su unidad, carbonizado.
También en octubre, dos ocupantes de otro tráiler fallecieron cuando la unidad se impactó contra un talud. Ese mismo mes, un conductor más de tráiler se impactó con la barrera metálica y perdió la vida.
Y así, en junio, mayo y febrero. Más accidentes en Los Chorros con desenlaces fatales.
Casi en todos los meses del año hubo siniestros viales en ese tramo que derivaron en pérdidas de vida. El clima, aunque juega un papel importante, no es determinante. El trazo de curvas y la pendiente pronunciada, falta de vigilancia de autoridades y exceso de velocidad también juegan en la ecuación.
De acuerdo con la revisión propia, se identifica un patrón. La mayor parte de los accidentes son en el mismo tramo y casi el mismo kilómetro: el 231, exactamente al salir del túnel de Los Chorros e iniciar una serie de curvas cerradas.
Existe el proyecto de rectificación del tramo Los Chorros, pero no registra avances. Caminos y Puentes Federales ha negado de manera sistemática dar a conocer el avance del proyecto de rectificación del área del túnel y curvas, considerado el más peligroso del Norte de México y también el que ha cobrado más vidas en las carreteras federales de Coahuila.
Se contactó al titular de la Unidad Regional, Javier Benito López, quien se negó a dar entrevista. Enseguida se buscó a Cinthya Ramírez, encargada del despacho de Comunicación, quien solicitó un cuestionario por escrito, que fue enviado con solicitud de entrevista a Elsa Julita Veites, titular de la dependencia, y no hubo respuesta.
En 2017, con un Gobierno federal priista, se pidió a la pasada administración estatal colaborar en el proyecto de solución de accidentes con una propuesta de trazo.
Para 2018, la delegación de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transporte en Coahuila dio a conocer que el proyecto estaba terminado y que se licitaría ese mismo año, lo que consta en publicaciones periodísticas que documentan declaraciones del ex Gobernador Rubén Moreira, y del ex director del Centro SCT, Jesús María Montemayor.
CARRETERA LIBRE A MONTERREY, LA CONGESTIÓN DE LA ECONOMÍA
La carretera libre a Monterrey presenta principalmente problemas de saturación de tráfico. En 2020, la SICT documentó que más de 86,825 vehículos circularon por esa vía.
En los accidentes, principalmente participó el autotransporte de carga y, aunque aquí hay menos pérdida de vidas, sí hay mayor daño a la industria, el comercio, los servicios y el mismo autotransporte, porque si se cierra la vía se congestiona el resto de la columna vertebral, que es la carretera 57 y la autopista de cuota, esto de acuerdo con los dirigentes empresariales consultados en este reportaje.
En el caso de la carretera libre a Monterrey, aunque existe el proyecto no concretado ni siquiera en el papel, de ampliarla a un tercer carril por sentido, la conclusión del sector empresarial es que esto no serviría de nada, porque cuando colapsa la carretera 57, en la misma vía libre a Monterrey o la autopista de cuota se tiene el mismo efecto: tráfico detenido y pérdidas millonarias por retraso en la llegada de mercancía a la industria, autotransporte de pasajeros y de carga detenido, así como afectación a particulares.
Actualmente, la administración estatal realiza una serie de adecuaciones en esta vía a Monterrey, para garantizar un ingreso seguro de los trabajadores al Parque Industrial Santa María. El proyecto tiene un 65 por ciento de avance y se busca reducir el riesgo, pero no da solución al problema del tráfico en horas pico.
También el Gobierno del Estado realizó el proyecto de un tercer carril en la carretera a Monterrey, pero sólo está contemplado desde el Libramiento Óscar Flores Tapia hasta la entrada del Parque Santa María, en donde se forma un cuello de botella por el ingreso y salida de vehículos de trabajadores y transporte de personal, esto de acuerdo con declaraciones del ex secretario de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad, Gerardo Berlanga Gotés.
Para los dirigentes empresariales, Héctor Horacio Dávila y Miguel Monroy, la opción del tercer carril no corregiría el problema de raíz, pero, además, advierten que tampoco está en la cartera de proyectos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, porque no aparece en la Consulta de Programas y Proyectos de Inversión en Cartera; esta vía tiene un contrato de Asociación Público-Privada (APP) pero sólo para mantenimiento.
CARRETERA A ZACATECAS Y LOS 20 MIL TRABAJADORES EN PELIGRO CADA DÍA
Cada día, más de 20 mil trabajadores transitan en vehículos propios o en autobuses de servicio especializado de personal, de Saltillo a Derramadero, de acuerdo con el empresario César Cantú, titular del Grupo Alianza.
Y cuando existen accidentes porque la vía es de un carril por sentido, se presentan retrasos en las empresas ocasionando pérdidas millonarias; además que ha habido pérdida de vidas y cuantiosos daños materiales.
De acuerdo con una tarjeta informativa entregada a este medio por parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, en atención de una solicitud de entrevista que respondió por escrito, está en un 45 por ciento de avance el proyecto de ampliación de 10.5 kilómetros de la carretera a Zacatecas, para garantizar la seguridad de miles de usuarios, principalmente trabajadores.
PROPUESTA: LA VÍA ALTERNATIVA
Héctor Horacio Dávila es ex presidente de Canacintra y, además, propietario de empresas dedicadas a la inyección de plástico y hoteles.
El empresario propone una solución. Para él, una tercera vía es la alternativa más viable en el corto plazo. Esta tercera vía tendría un costo estimado hasta ahora de 600 millones de pesos, de acuerdo con un estudio realizado por Raúl de la Peña, presidente de la Cámara de la Propiedad Inmobiliaria de Saltillo, quien se apoyó en autoridades federales y les envió la propuesta.
Es una carretera por en medio de la serranía en el ejido San José de los Nuncios en Ramos Arizpe, con inicio en el libramiento Carbonera-Ojo Caliente y terminación en la Huasteca de Santa Catarina, en Nuevo León.
La zona de San José de los Nuncios ha sido estudiada por varios años y existe un microclima que permite una temperatura estable la mayor parte del año, no se forman bancos de niebla, la lluvia no sería un problema porque hay suficiente espacio entre las dos montañas para evitar que los deslaves lleguen a la carretera, y lo mejor es que se generaría otro espacio para hacer un corredor industrial sobre esta zona, de acuerdo con el estudio de la Peña y entregado a la entonces SCT.
ASÍ PIERDE LA INDUSTRIA
La industria de la región Sureste ha duplicado su crecimiento en los últimos años y mantiene una constante en inversiones desde 1988, cuando se instaló en Saltillo la primera armadora de autos: General Motors.
Saltillo, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, es la ciudad con el Índice de Competitividad Urbana más alto en la clasificación de poblaciones de 500 a un millón de habitantes, mientras que Monterrey es la cuarta ciudad más competitiva en el mismo indicador en ciudades de más de un millón de habitantes.
A ambas ciudades las separan 80 kilómetros de carretera ya congestionada, y por su cercanía forman el polo de desarrollo más grande del Noreste de México.
Pero todo el esfuerzo en la atracción de inversiones, en la promoción en el extranjero de la región Sureste como destino puede llegar a perderse si no hay pronto inversiones en carreteras y otras áreas de comunicación para lograr mejor movilidad local, regional, nacional y hacia el extranjero.
“Una sola empresa, y te estoy hablando de una de electrodomésticos, pierde por día alrededor de 300 millones de pesos cuando cierran las carreteras por accidentes o por mal clima, principalmente, la Saltillo Monterrey o la carretera 57, que es la columna vertebral del transporte en México”, explica Héctor Horacio Dávila Rodríguez, ex presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Para una empresa ya no tiene sentido trabajar con el método de Justo a Tiempo si no hay garantía en el transporte carretero, porque un día de paro cuesta millones de pesos, pero tener otras alternativas como contratar almacenes o bodegas también impactará en el costo de su producto y lo hará más caro, con eso se pierde competitividad, ese es el punto de final de una cadena de omisiones en la inversión de carreteras, dice el empresario.
Señala que, si bien el ejemplo de la pérdida diaria es de una empresa de electrodomésticos, en la industria automotriz esto puede llegar a ser más costoso.
Hay otras pérdidas que sólo impactan en el bolsillo de cada ciudadano: perder un vuelo en el aeropuerto de Monterrey o una consulta médica en Nuevo León. O llegar a tiempo a una cita de negocios porque no se puede salir de la ciudad. Son muchos ejemplos de gente que pierde dinero porque las carreteras colapsan.
Dávila Rodríguez explica que el Gobierno de Nuevo León no ejerce la misma presión para lograr inversión en carreteras ni por su cierre en Coahuila. Su comercio está más enfocado en la frontera, y para viajar a la Ciudad de México y otros destinos industriales, como Silao, Querétaro, San Luis y la capital, pueden tomar otras vías.
“No es justo que los gobiernos estatales estén haciendo el trabajo del Gobierno federal de invertir en infraestructura carretera. Aquí son muchos años sin que llegue suficiente dinero para mejorarlas”, reclama.
COMPETITIVIDAD EN RIESGO
Para Alberto Piñones, presidente del Clúster de la Industria Automotriz en la región Sureste de Coahuila, el mayor riesgo por la falta de inversiones en carreteras a futuro es la pérdida de competitividad.
El Clúster agrupa a 25 de las más grandes industrias del sector automotriz, las cuales brindan empleo a 55 mil trabajadores, sin embargo, la industria automotriz de la región y la entidad, en 10 años, pasó de tener 80 mil a más de 200 mil trabajadores insertados en esta cadena de negocio.
Fue un crecimiento muy fuerte de más del 100 por ciento en una década, expuso Piñones, y lo mejor es que las inversiones siguen llegando, y hay otras en puerta, pero evidentemente sí hay riesgo de que la región pierda competitividad si no se hace algo en el futuro para mejorar las vías de comunicación terrestre.
Expuso que la infraestructura de parques industriales y vías internas está creciendo en la región Sureste, y las carreteras no mejoran al mismo ritmo. Eso puede significar en el futuro, advierte, un cuello de botella. La carretera más urgente es la 57 en su rectificación del tramo “Los Chorros”.
A nivel interno, la industria automotriz utiliza el servicio de transporte especializado, el cual también tiene que recorrer algunos tramos federales en la carretera Monterrey-Saltillo y en la carretera a Zacatecas. En ambos casos hace falta inversión para garantizar la seguridad.
Piñones dice que todavía el transporte de personal es una opción viable de movilidad interna, y que además no conocen el proyecto del Tren Suburbano planteado por el Gobierno federal.
Aún con las limitantes que representan las carreteras, la falta de conectividad por otras vías y los nulos proyectos de inversión para mejorar la competitividad, Coahuila es el primer productor de autopartes a nivel nacional, subraya Piñones, con el 18 por ciento de la producción y la expectativa es seguir creciendo.
La industria automotriz resulta poco afectada en la entrada y salida de sus componentes y producto terminado, aclara, porque la mayor parte de la producción es hacia Estados Unidos en un 80 por ciento y el resto a Canadá y otros países, que en su mayoría se traslada vía ferrocarril, aunque las autopartes sí se mueven por carretera.
INSENSIBILIDAD ANTE MUERTES: COPARMEX
Si bien es importante la pérdida económica lo más lamentable es la pérdida de vidas por carreteras saturadas y que requieren de inversión urgente, acota Miguel Monroy, director de la Coparmex Coahuila Sureste.
Las autoridades deben enfocarse en invertir en carreteras por una razón fundamental: detener la pérdida de vidas, principalmente en las carreteras 57 y a Monterrey.
Además, hace un llamado a legisladores federales y locales de Coahuila, así como autoridades estatales y municipales, para unirse en la exigencia de lograr inversiones a corto plazo.
La Coparmex, que agrupa a los patrones de la región, no conoce de cuantías globales en pérdidas en empresas o a nivel regional por el cierre de carreteras, y por la falta de inversión en las mismas, sin embargo, es un hecho que cada compañía tiene diferentes números en pérdidas.
Para Monroy, el problema número 2 que debe resolverse es la pérdida de la competitividad de la región en el futuro, pero a la vez hizo énfasis en explorar otros medios de transporte para los productos de la región, como lo es el ferrocarril, que resulta más barato, pero requiere también de la inversión de una estación multimodal y un centro de distribución regional, para no depender de la vía terrestre.
TAMBIÉN EL AUTOTRANSPORTE PIERDE
Cuando existe un accidente o un cierre de carreteras por mal clima el autotransporte también pierde: cada día que pasa, un tráiler detenido en carretera genera una pérdida de al menos 5 mil pesos para el dueño de la empresa, de acuerdo con Adolfo Galán García, delegado de Carga en Coahuila de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Canatram).
Pero lo grave es cuando en el contrato de transporte de la mercancía está pactada el día y la hora de llegada, así como las sanciones en caso de no cumplirse: una empresa pequeña podría cobrar de 3 a 7 mil pesos el retraso de su pedido, pero cuando el convenio es con una empresa trasnacional, las pérdidas pueden significar hasta una nula ganancia para el transportista por pagar la multa.
Galán García expone como ejemplo a la armadora Volkswagen en Puebla, la cual les ha advertido a sus proveedores y transportistas que detener una línea de producción genera una pérdida de 7 mil dólares el minuto, y la compañía no va a asumir los costos sola.
Para el líder transportista, la prioridad sobre las carreteras en Coahuila es que haya inversión, y que la primera obra se haga en “Los Chorros” porque la carretera 57 es la columna vertebral del comercio tanto del que viene del centro y va a Estados Unidos, como las importaciones que llegan a Laredo y Reynosa, y van a cualquier otro punto del país, por este eje tienen forzosamente que pasar.
Fotos: Omar Saucedo
Fotoarte / Gráficos: Edgar Barrera