El país, y mucho menos la Presidenta, no requiere de un protector que en su retiro amenace con intervenir si las cosas no resultan como él lo espera o desea. López Obrador ha probado ser un dictador intolerante
La clase política se encuentra ahora enfrascada en encarnizadas peleas, en las que sólo importa el espectáculo que puede producir el declarar que un oponente quiera plantar a otro un puñetazo
Cuando la información pública es accesible, clara y verificable, la confianza en las instituciones aumenta; cuando no, ocurre lo contrario. Y, hasta el momento, la administración actual, transparente, transparente, no ha sido
Basta con que se diga desde la mañanera que el opositor es de derecha o militante de algún partido político, como si fuera ilegal serlo, que no se pertenece a la Generación Z... para que a esos opositores se les satanice